Para los Revolucionarios Consecuentes...Ahora que estamos en crisis

1.Estas reflexiones aspiran a alimentar el debate sincero y necesario que tiene que darse dentro de las fuerzas revolucionarias. Su objeto es intentar agregar explicaciones sobre lo que nos sucedió como fuerza política emergente. Nuestra responsabilidad personal y colectiva nos obliga a dejar aprendizajes para las próximas generaciones de revolucionarios, que siempre existirán, mientras exista la sociedad de clases, el capitalismo y toda su rémora de injusticias, iniquidades y exclusiones que le son inherentes.

2.Los comentarios que me atrevo a compartir con amigos y camaradas los hago desde la perspectiva de la gestión pública, en base a observaciones y comparaciones que he podido realizar en 12 años de en los que he asumido alguna responsabilidad en el aparato del Estado burgués. Por tanto, al referirme con severidad crítica a los errores cometidos, lo hago siempre en primera persona, en virtud del mínimo decoro que me debo como compatriota y camarada corresponsable en alguna medida de la actual coyuntura política y social.


La Cultura dominante sobre lo público se impuso.

3.Llama la atención la gran capacidad que tuvo la Revolucion Bolivariana para romper esquemas y desmantelar instituciones políticas y de gobierno preexistentes. Sin embargo, por otro lado, y para nuestra perplejidad, en igual o mayor grado, es curiosa la incapacidad que nos ha acompañado, para crear una Nueva Institucionalidad Revolucionaria. Nuestro pesado letargo cultural que incluye una visión semifeudal y arribista sobre la esfera pública, nos hizo reproducir, e incluso, en algunos casos, lo digo con pena, superar al clientelismo político, al amiguisimo irresponsable, al familismo amoral, al nepotismo, a la irresponsabilidad administrativa y la complicidad acomodaticia ante las irregularidades inocultables.

4. ¿Somos así? La respuesta positiva a esta pregunta siempre me intraquiliza. Especialmente cuando viene de los que compartimos la visión dinámica de la política. Todo lo que nos amarre al pasado, todo lo que nos inmovilice en la historia es superable y tiene que ser superado. Es verdad que para los revolucionarios contemporáneos, el reto luce titánico. No se trata sólo de desplazar un gobierno por otro. No se trata de sólo de ser más eficientes y más honestos. No se trata sólo de hacer más efectivo al Estado Social de Derecho. Lo que nos jugamos es, nada mas y nada menos, que generar impulso determinante hacia un "cambio de época", como lo denominó el presidente Correa. En términos más ortodoxos, se trató de iniciar la titánica tarea de superación de un bloque histórico capitalista, en situación crítica, para iniciar la construccion de una nueva sociedad. Y para ello, se incluye la histórica y heroíca labor de desafiar al conjunto de clases y grupos dominantes, transnacionales y mundializados, favorecidos con el status quo actual, y que ejercen férrea hegemonía sobre el resto de la humanidad, controlando finanzas, manufactura, recursos naturales, alimentación y, nada mas y nada menos, la industria de difusión cultural y comunicacional planetaria.

5. Lo anterior lo expreso para contextualizar el hecho cotidiano, notorio y letal de nuestras prácticas irresponsables y costosamente repetitivas en la gestión de lo público. Es decir, nuestros ministros con amantes mandonas, las muchachas buenamosas (como único atributo) en las direcciones de ministerios e institutos públicos, los amigos de los amigos y los compadres que asumen responsabilidades técnicas y políticas, sin el menor conocimiento ni compromiso con la causa política que compartimos, el autoritarismo ramplón tradicional del jefe- caudillo, la administración de los bienes públicos como prebendas para grupos cerrados, el desconocimiento de planes, proyectos y prioridades, el desprecio por los procesos administrativos transparentes y auditables, entre otras perlas, nos ha traido hasta aquí. Eso está en nuestra génetica cultural, pero hay que reconocer que tuvimos poca voluntad política para superar nuestras limitaciones. Sin en la genética biológica están aspectos relativos a la morbilidad, y son combatidos eficaz y exitosamente desde la la luz de la ciencia y la prevención, nuestras malas costumbres y nuestro borroso imaginario de lo público, pueden ser combatidos desde la formación, el compromiso y la voluntad férrea de hacerlo.

6. Para no hacer más largo el análisis de estos asuntos, sólo quiero expresar que, en mi opinion, y como consecuencia extrema de esa macrovisión desacertada de lo público, esto comenzó a desboronarse con mayor velocidad, concretamente, cuando se decidió pasar por bola el hecho vergonsozo de la corrupción y el pillaje en CADIVI. Allí nos igualamos en sinverguensura e irresponsabilidad a la cuarta república, con su tristemente célebre caso RECADI. Muchos fuimos los venezolanos comprometidos con este proceso que lo advertimos públicamente. Todos los argumentos a favor de acabar con la impunidad cayeron en saco roto, a pesar de que se llegó a expresar, desde la voz de los más altos dignatarios, la supuesta y falsa voluntad de investigar y sancionar, "caiga quien caiga".

Y la planificación?

7. Uno de los temas más trillados y que mas hemos utilizado los voceros del gobierno bolivariano para afianzar legitimación, es el relativo a la ideonidad y a la pertinencia de los planes de desarrollo de la nación, (Plan Simón Bolívar 2007-2013 y el Plan de la Patria 2008-2016), en el entendido de que la transformación estructural de la sociedad, en sentindo de implantación de un modelo socialista, requiere de instrumentos adecuados de planificación. De allí el contenido de los planes elaborados con esmero y pasión por parte del Presidente Chávez y su equipo de trabajo. Los documentos publicados, leyes de la república, contienen la definición de los elementos necesarios (Objetivos y Subojetivos) claramente definidos y coherentemente expuestos, que corresponden al propósito planteado. Más allá de las críticas que, dentro del pensamiento revolucionario, puedan hacerse a estos documentos, algunas veces por insuficiencias y otras por falta de claras delimitaciones conceptuales, los dos últimos planes de la nación apuntan deliberadamente a conformar las estrategias y acciones necesarias para lograr, con participación activa del pueblo organizado, las transformaciones políticas, socioeconómicas y socioculturales, que coadyuven a la superación del modelo de capitalismo rentístico y restrictivo y su reemplazo por un modelo socialista, productivo e incluyente.

8. No obstante, otra vez nuestra cultura política y nuestra cosmovisión de lo público, sin detrimento de las responsabilidades individuales, atentan contra el sentido de la planificación necesario. Los gerentes y vicepresidentes están normalmente insertados en la atención de lo "urgente". Se tiene la sensación, en la administracion pública, de estar a la deriva, esperando las decisiones zigzagueantes e improvisadas de los "jefes" que, la mayoría de las veces, reciben instrucciones desde "el Ministerio", o desde "Caracas", cuando estamos en el interior del país. Algunas veces, las menos malas, se han hecho algunos esfuerzos para "socializar" el contenido de los planes nacionales dentro de las instituciones públicas. Otra veces, en sintonía con los planes nacionales, se elaboran planes sectoriales, regionales y municipales, hasta con participación popular mas o menos cooptada. Sin embargo, la cotideanidad es distinta. Nada o muy poco de lo que se comienza, para dar cumplimiento a los objetivos de la planificación, se culmina oportuna y efectivamente. Se desvían los recursos humanos, logísticos y financieros previstos para su cumplimiento, con demasiada frecuencia, a favor de las interpretaciones y nuevas prioridades del jefe de turno o de la instancia supra institucional tutora.

9. En ese maremagnum, temas centrales como las misiones y grandes misiones sociales no son evaluadas adecuadamente, con indicadores de gestión, en su desenvolvimiento, y se suelen montar nuevas acciones que solapan las que ya se hacen, duplicando esfuerzos y malgastando recursos. Se abren nuevas escuelas, y no se conservan las ya existentes, se instalan bases de misiones, sin prever mantenimientos a la insfrestructura, instalaciones y equipos que ya están funcinando en el mismo ámbito territorial, para atención a los más pobres, se montan universidades en poblaciones con tasas negativas de migración, en fin, se vive en el mundo de la improvisación constante. Los trabajadores de la administracion pública nos comenzamos a preguntar, los domingos por la tarde, ¿qué se le estará ocurriendo al "jefe" hoy, que será una emergencia mañana?

10. El resultado está a la vista. Muchos programas bandera del Gobierno Bolivariano están en estado grave de deterioro, desatención y abandono. Nadie parece haber previsto, con la planificacion adecuada, la inversión necesaria para matntener programas y misiones de alimentación, salud, educación, cultura, vivienda y deporte. En los módulos de Barrio Adentro, escasean las medicinas; En las Escuelas Bolivarianas escasean los pupitres, están enmotadas y falla la comida de los comedores; En las casas de aliementación no se reponen los utensilios; Los CDI, que cuentan con aparatos de última tecnología, no funcionan por la escases de repuestos y falta de mantenimiento; faltan los reactivos en los laboratorios ; Falla frecuentemente el suministro de materiales de construcción para la la Gran Mision Vivienda Venezuela. Esto lo hemos vivido amplia y reiteradamente. Las causas me las he preguntado una y otra vez. La respuesta está en nuestra cultura antiplanificación. A los alcaldes, gobernadores y ministros les encanta inaugurar nuevas obras e invitar al Presidente (limpiando desesperadamente las calles y avenidas por las que pasará el primer mandatario un día antesde su llegada). Nadie le da prioridad, dentro de sus planes, al mantenimiento de esas obras. Por eso el II Puente sobre el Orinoco no tiene luz. (no se previó los mecanismos de seguridad adecuados para preservar las instalaciones eléctricas del ampa y de su propio deterioro) Por eso, a los CDI se les dañan los Aires Acondicionados, (No están los recursos previstos para mantenimiento de los equipos): por eso en definitava, todo arranca y pocas cosas se mantienen funcionando optimamente en el tiempo.

11. Lo anterior tiene un costo electoral. Pero si la misma improvización nos caracteriza en época de escases, y con la conspiración y guerra económica que nos agobia, los resultados de la gestión pública son más caóticos y la factura política y electoral es más cara. Así, no hay planificación de mercados y operativos por zonas. Las acciones de gobierno, para contrarestar la guerra económica, parecen desesperadas y agónicas. Todo cambia a última hora. Desaparecen las certezas y se instalan las incertidumbres. Nada es lo que parece ser.

El burocratismo.

12. Se ha insistido mucho, quizás demasiado, en la problemática burócratica que entorpece la acción gubernamental. Al respecto creo que sería conveniente hacer algunas precisiones:

13. La responsabilidad No. 1 de la inficiencia administrativa y la complicación en los trámites es de los más altos funcionarios del gobierno. De esto no tenemos ninguna duda. Las nuevas instituciones que ha creado la Revolución, los nuevos ministerios e institutos, así como los que han sufrido el maquillaje del cambio de nombre, siguen siendo tan lentos, burocráticos y viciados como los ya existentes. Les puedo decir, con claridad y responsabilidad, por jemplo que el extinto Miban fue más inficaz que CVG, y pretendía corregirla, que es lo peor. Los altos funcionarios, los que han compartido mesa y trasnochos con el Comadante Chávez y el Presidente Maduro, se han encargado, en mas de una ocasión lamentable, de entramar y empeorar de forma dramática, aumentando los pasos, centralizando decisiones, colocando alcabalas y ampliando irresponsablemente los tiempos de espera.

14. Las reformas dirigidas al aumento de los controles administrativos, lamentablemente se hacen sin pensar en los usuarios de los servicios. Nos da la impresión de que el control y la sensación de poder se vuelven objetivos por si mismos para los decisores, sin tomar en cuenta al ciudadano que viene a hacer un trámite o a procesar un servicio: así que aumentan los documentos exigidos, las alcabalas, y las dependencias involucradas para dar una simple y hasta rutinaria respuesta. No hay suficiente delegación de responsabilidades en los funcionarios que cumplen el delicado trabajo de atender al público, y más bien se ha burocratizado esta función con la creación específica de unidades con este fin, que sólo actuan como receptoras de solicitudes (una alcabala mas, con varias gavetas), sin apuntar a agilizar trámites y generar pocedimientos más livianos, flexibles y efectivos.

15. Se manteienen niveles anti institucionales de arbitrariedad y autoritarismo amoral. Como parte de nuestra cultura dominante a vencer, los altos cargos siguen pensando en alimentar clientelas y favorecer grupos con cargo a los bienes públicos. Por tanto, a pesar de que se inician procesos de registro nacionales de necesitados (Vivienda, vehículos, trabajo), hemos sido incapaces de generar procedimientos administrativos eficientes, auditables y depersonalizados para asignar beneficios y dar respuesta adecuadas a los ciudadanos con prioridades preestablecidas a los más necesitados. Sacar la cédula, por ejemplo, no puede ser por siempre un beneficio para los que están cerca del sitio en el que se realiza un "operativo". Obtener una vivienda no puede seguir siendo un privilegio para los familiares del ministro, o los amigos del vicepresidente. Es perfectamente posible, hacer bases de datos sustentables, que permitan la sana y transparente asignación de beneficios. Si no se hace así, no faltará un caudillo burócrata que repartirá a su ojo-conveniencia, los beneficios que genera el estado, ampliando la frustración de quienes si se registraron para obtener una vivienda, un vehículo o determinada posiblidad de empleo. En definitiva, la arbitrariedad y el desenfoque autoritario merman la credibilidad, la transparencia y la efectividad de la gestión pública.

En lo productivo el costo es muy alto

16. Con las deficiencias y debilidades de la gestión pública revolucionaria, se genera una sensación de impotencia y desasosiego, cada vez que recordamos la inmensa oportunidad que perdimos de generar transformaciones profundas en la estructura social y económica del país. En especial, el ámbito económico productivo se nos presenta un saldo lamentable, cuando advertimos la inmensa dependencia de nuestra economía y de nuestro fracaso como proyecto impulsor de una economía productiva, independiente y justa. Es muy difícil, para el ciudadano de a pie, entender qué sucedió con tantos proyectos e iniciativas productivas, financiadas con los recursos que otorgó la renta petrolera, que hoy no dan la cara ante la crisis económica que nos genera la merma en el monto de esa renta. El aparato productivo en materia de alimentación, industria básica y transformadora, y servicios está muy lejos del objetivo general de alcanzar la plena soberanía e independencia económica. No logramos empalmar con tino las capacidades generadas por el conocimiento y los saberes con las necesidades del ámbito productivo.

17. Las decisiones desacertadas ligadas a la producción de insumos y fabricación de productos intermedios para la industria nos mantienen atados a un pasado rentista que no logramos superar, toda vez que nuestra economía sigue anclada en los puertos para la importación de los bienes más elementales y la exportación de materias primas.

18. Se hizo intentos y arranques serios de superación del esquema dependiente, pero no se hizo debida valoración de esta línea transformadora y se abandonó tempranamente el seguimiento y la corrección de las desviaciones que aparecieron en el propio inicio de las iniciativas productivas alternativas. No se corrigió a tiempo las desviaciones en el fortalecimiento del cooperativismo que se pretendía impulsar: no se hizo las correcciones y el seguimiento milimétrico a las EPS y a los Fundos Zamoranos. No se dio verdadero impulso a la transformación de las empresas del estado para su conversión a empresas autogestionadas por los trabajadores. Todo arranca, y no hay correcciones ni seguimiento. No se identificó la importancia crucial de estas iniciativas con suficiente claridad, y muy a menudo fueron abandonadas por los jefes caudillos, burócratas mayores de alta rotación en ministerios y otras instituciones.

19. Un sector importante de los partidarios de este gobierno bolivariano, de donde se reciclan jefes y subjefes, no cree en el socialismo. No vienen de militar en sus filas y no comparten las ideas que el Presidente Chávez y el Presidente Maduro internalizaron en su largo periplo de formación social y política de izquierda. Hasta ahora no conozco a ningún militar de alto rango o a ningún sindicalista acomodado que impulse el control obrero en las empresas. Todas las iniciativas de despliegue de economía endógena, como propuesta y visión a configurarse y estructurarse en el nuevo modelo de desarrollo, han sido despreciadas amplia y abiertamente por los funcionarios de los más altos niveles en ministerios y otras instituciones de gobierno. Nadie se acuerda de las EPS, núcleos fundamentales de nuevas relaciones sociales de producción, llamadas a ser los puntales de lucha en la guerra económica que ahora nos hace, en versión concentrada e intensificada, la burguesía parasitaria. Los NUDE murieron o están muriendo de inanición, después de haberse invertido ingentes recursos públicos y haber generado las más amplias expectativas de producción, bienestar y justicia social.

20. En definitiva, hay que reconocerlo, hemos fracasado por no seguir un plan de transformación social y económico establecido. Nos hemos empeñado reiteradamente en la respuesta irreflexiva y estéril, de momento fugaz, sin habernos empeñado seria y consecuentemente en las acciones fundamentales y nucleares que impulsaran la transformación de la estructura social y económica del país. Nos encontramos como al principio de este proceso, con una renta petrolera disminuida y una incertidumbre gigante ante el futuro, porque no sembramos el petróleo en los campos y en la industria transformadora, con control creciente, popular y obrero, del proceso productivo, para garantizar estructuralmente la justicia social.

21. Sin embargo, habría que agregar, la Venezuela que encontramos en el año 1998 ha cambiado sustancialmente en lo político. Nadie negará que la cultura política del venezolano actual está mucho más cerca de una modalidad participante. Los movimientos sociales, los consejos comunales y las múltiples organizaciones asociativas de trabajadores, estudiantes y campesinos han generado una modificación apreciable en el imaginario social y político de la ciudadanía. La institucionalizad sugerida en la Constitución del 1999, aunque desarrollada con demasiadas desviaciones y deficiencias, ha alertado a la mayoría de la ciudadanía, incluyendo a aquellos que lo nieguen, sobre los peligros que acarrea el ejercicio autoritario y abusivo del poder. El sólo hecho de haber abolido la recluta militar forzosa, de hacer efectivo el control electoral de las autoridades mediante referéndum revocatorios, de volvernos más escépticos con respecto al mensaje mediático, de practicar la democracia directa comunitaria y de empoderarnos y hacernos responsable de planes y proyectos públicos, ha generado un piso de filosofía política compartida, alternativo a la propia ideología pasiva y teledirigida de la democracia representativa, típica del capitalismo tardío.

22. Lo anterior, junto a una conciencia cada vez más sólida acerca del peso específico de los derechos sociales, ha terminado por fortalecer una aptitud crítica mayoritaria en la población, que es el componente fundamental de cualquier proceso de cambio social profundo. Por tanto, la Revolución Bolivariana, incluso en el eventual caso de perder el gobierno, tiene mucha oportunidad de recomponerse y articularse en nuevos proyectos de lucha que enfrenten el despropósito histórico de prolongar la vida del capitalismo neoliberal, mismo que azota al mundo y constituye la más seria amenaza para el futuro de la humanidad.

cantonio_dg@yahoo.com

 

 



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