¡Chávez se equivocó!

¡Por supuesto que se equivocó, no admitirlo sería aceptar que era un ser sobrenatural!

Y a pesar de sus equivocaciones, no se puede negar el inmenso aporte que hizo a la humanidad entera en el corto lapso de su existencia!

Todos los seres humanos nos equivocamos y esto no significa, de ninguna manera, que muchas de esas equivocaciones no sean beneficiosas. Pero, millones de venezolanos y venezolanas están completamente convencidos(as) de que Chávez todo lo hizo correctamente y en los casos, cuando se equivocó, esa equivocación se la justificaban en virtud del amor que él había sembrado en su pueblo, la sinceridad conque el líder siempre actuaba y la honestidad que demostró en todos sus actos. Todo lo que hacía y la forma en que lo hacía, era considerado por la mayoría de sus seguidores, como la mejor manera de enfrentar cada situación, puesto que su honestidad y la buena intensión de sus acciones justificaban, salvo contadas excepciones, la aceptación de sus decisiones y así se fue creando un caudillo infalible, cuya actuación no estaba en discusión, todo esto fortalecido y aplaudido además, por la actitud de sus adláteres, asesores, aduladores y muchas personas cuyo interés era justamente convertirlo en eso, en un caudillo. Aunque frecuentemente manifestaba su desacuerdo en convertirse en este tipo de líder, las circunstancias lo condujeron a esa indeseada condición, con el consecuente perjuicio a la Revolución Bolivariana, que como toda revolución, requiere un alto grado de consciencia y una dirección colectiva, en especial si su objetivo es la construcción del socialismo, ya que esto no puede ser, de ninguna manera, un proyecto unipersonal ni mesiánico, sino que debe involucrar a toda la sociedad. Una de sus principales equivocaciones fue haber creído que todo lo tenía que supervisar y dirigir él mismo, cuando está comprobado que esta actitud, además de ser entorpecedora en cualquier proceso, es materialmente imposible e inconveniente.

Otra grave equivocación del Comandante Chávez consistió en no haber impulsado suficientemente el aparato productivo nacional para diversificar la economía y así disminuir la dependencia de la renta petrolera, lo cual hubiera asegurado un mejor futuro a Venezuela y facilitado el rumbo al socialismo, pues uno de los fundamentos del socialismo es precisamente la dignificación del trabajo productivo y solidario. Nos hemos convertido en importadores obsesivos de cuanta basura inútil y perjudicial se produce en el mundo. Mientras más exportaciones petroleras y más alto el precio del petróleo, más importaciones estúpidas, menos producción nacional, más corrupción y más fuga de capitales. Así fuimos convirtiéndonos en unos desaforados y terribles consumistas y promotores del capitalismo al que pretendemos sustituir. Actualmente, estamos descubriendo y padeciendo las nefastas consecuencias de habernos convertido en parásitos del petróleo.

Hoy, los "hijos de Chávez" siguen cometiendo los mismos errores, otorgando, ahora no sabemos si por ingenuidad o por complicidad, millones y millones de dólares y bolívares a esta burguesía "nacionalista", que si nos preguntamos cómo nació y a qué se dedica, concluimos de inmediato que no son ningunos constructores, industrializadores, desarrollistas, progresistas, simplemente son unos chulos y para peor, apátridas.

Creer que hay un capitalismo humano y otro inhumano, unos capitalistas "emprendedores" y otros parásitos, es una ingenuidad ridícula.

"Vengan aquí están mis manos, se trata de "ganar-ganar", les dice el Presidente".

¿Pero entre capitalistas y socialistas, se puede hablar de ganar-ganar?

¿De dónde sale la riqueza en el capitalismo?

¿Quién gana y quién pierde?

Seguramente pedirán más dólares para venderlos en el mercado paralelo o depositarlos en paraísos fiscales.

El rumbo al socialismo implica cambiar la cultura del pueblo, o sea la conducta, los valores, el comportamiento, las costumbres, las creencias, los procedimientos, etc. Esto requiere tiempo, constancia, paciencia y perseverancia, pero si no lo hacemos, no podremos construir el socialismo.

El socialismo tiene como base fundamental la "sociedad organizada" y en consecuencia, el primer paso que se debe dar para construir el socialismo, el paso inicial, antes de cualquier otro, es el de formar un liderazgo colectivo y ese liderazgo colectivo debe tener la claridad y autoridad suficiente para poder formar una conciencia socialista en la población. Sin este elemental procedimiento es inútil cualquier acción encaminada a cambiar el modelo de una sociedad. Chávez supo estimular y convencer rápidamente a su pueblo para que simpatizara con el modelo socialista y logró en muy corto tiempo que una mayoría de la población asumiera que el camino más adecuado era el rumbo al socialismo, (RAS) como él lo denominaba.

Como podemos concluir, una de las más graves equivocaciones del comandante Chávez, fue sin duda haber postergado la formación y conformación de un equipo de colaboradores inmediatos, de la mayor confianza, eficiencia y con autoridad suficiente, que le permitieran tener un mejor control de sus ministros y demás integrantes del alto gobierno y así poder él disponer de mayor tiempo para el diseño y la generación de estrategias para dirigir el país y simultáneamente ir construyendo el socialismo. Y de manera paralela, la creación de una escuela de cuadros que permitiera formar las generaciones de relevo de la revolución. Por falta de haber tomado esas decisiones, hoy nos encontramos en una lamentable situación debido a la falta de líderes y lideresas con la claridad suficiente para dirigir tanto el partido como el gobierno en sus diferentes niveles, ya que muchos de los que ocupan la vanguardia no tienen la claridad suficiente, no distinguen las diferencias entre socialismo y capitalismo, o posiblemente, no tienen la intensión de favorecer ese cambio. Chávez insistía constantemente que Venezuela necesitaba una verdadera oposición, seria y responsable. Ahora con su ausencia, carecemos además, de un verdadero, serio y responsable gobierno.

Pero es que además, nunca nos imaginamos que nos fuera a abandonar tan pronto y todo parecía indicar que íbamos a contar con su liderazgo y orientaciones por lo menos por treinta años más. Su fortaleza física y espiritual, su sana alimentación y la confianza en la excelente calidad de la medicina cubana, nos permitían ser optimistas y dejar para más tarde la preparación de la generación de relevo, descuidando y postergando la formación de una consciencia y una dirección colectiva de la revolución, por lo cual, hoy nos encontramos completamente desorientados y carentes de líderes y políticas claras, pues los autodenominados "hijos de Chávez", no dan pie con bola, no saben cómo manejar un partido y un gobierno, que para colmo de males, son los mismos ineptos los que dirigen tanto el uno como el otro, sin haber sido preparados ni política, ni económica, ni técnica, ni culturalmente y además, sin contacto con el pueblo, aislados, encerrados en una burbuja, por lo cual, no se enteran de los problemas del pueblo, no saben cómo resolverlos, ni aceptan las críticas y opiniones de nadie, por el contrario, si un militante del partido se atreve a criticar las actuaciones de los "hijos de Chávez", a sugerir o proponer una alternativa, es tratado como un traidor de la revolución, como un terrorista del teclado, o como un aliado de la CIA. Es vejado con insultos, agravios y ofensas. Es expulsado del partido.

No han sabido, o no han querido aceptar que un partido revolucionario no puede ser gobierno y partido al mismo tiempo, pues por una parte, esta dualidad impide controlar al gobernante y por la otra, se ampara la corrupción. El funcionario no debe pagar y darse el vuelto. No debe ser juez y parte.

A mes y medio de la derrota más aplastante y vergonzosa en toda la historia de este proceso revolucionario siguen tan campantes, se hacen los locos, como si nada hubiera pasado, como si no tuvieran ninguna responsabilidad. No han intentado hacer una correcta lectura de los resultados. Incluso, han llegado a culpar al pueblo como responsable de la derrota. Inexplicablemente buena parte del pueblo sigue esperando pacientemente, mientras la situación económica, social y política empeora, tal vez, debido al fuerte nexo sentimental que los chavistas tienen con Chávez, que respetan el postrer pedimento de lealtad y unidad que hiciera ese Líder Eterno; pero hasta cuándo soportará el pueblo esa pasividad? Todo tiene su límite!

Cuando Chávez decidía nombrar, designar o destituir a alguien, todos lo aceptábamos sin ningún reproche, pues de antemano confiábamos en la sabiduría y honestidad de su decisión. Esto no significaba de ninguna manera que las decisiones que tomaba eran siempre correctas pero sus seguidores le daban su total respaldo. Desgraciadamente, los "hijos de Chávez", optaron por continuar tomando decisiones, sin importarles para nada la voluntad popular y tal actitud no la vamos a seguir aceptando. La democracia participativa no consiste simplemente en participarle al pueblo que las decisiones han sido tomadas.

Ahora, esa cosa que llaman congreso extraordinario del PSUV dio una muestra más de su ceguera, ineptitud e irresponsabilidad al delegar en Maduro la más absoluta autoridad, pues deciden: "Apoyar los cambios que el Presidente realice en la estructura, funcionamiento y métodos de trabajo e integrantes de la Dirección Nacional (Buró Político), vicepresidencias regionales y sectoriales, así como las decisiones para legitimar los equipos políticos estadales, municipales , parroquiales y comunales" contraviniendo lo establecido en los Estatus Internos del PSUV. Lo menos que han debido hacer todos, sin excepción, es haber puesto sus cargos a la orden por el escandaloso fracaso del pasado 6D, por haber amparado la corrupción en todas las instituciones civiles y militares, por haber engañado al pueblo. Ninguno tiene la más mínima autoridad moral para seguir estando al frente del partido que Chávez creó y que nos pertenece a todos los militantes honestos. Pero seguimos viendo las mismas caras de siempre dirigiendo el partido y desempeñando cargos en el gobierno. Esa es precisamente la causa de tanto burocratismo, tanta corrupción, tanta ineficiencia, tanto nepotismo y tanto fracaso. El pueblo a punto de explotar y ellos como si nada les importara.

¡Toda la alta dirigencia del partido debe renunciar!

¡Se requiere una Constituyente en el Psuv!

¡No podemos permitir la destrucción del Psuv!

¡Lo pide la base!

Es inadmisible que hayan despilfarrado en los últimos diez y siete años, una inmensa fortuna de más de un billón y medio de dólares provenientes de la venta de petróleo crudo, fortuna que hubiera podido proporcionar el más alto nivel de vida del mundo al pueblo venezolano y haber colaborado además para que buena parte de los pueblos de América Latina hubieran superado la pobreza y sin embargo nuestros dirigentes tanto del gobierno como de la oposición no se sienten ni siquiera avergonzados de tan escandaloso pecado, sino que más bien se la pasan insultándose y hablando estupideces sin siquiera percibirse en ellos(as) un arrepentimiento o un propósito de enmienda. Ellos juran que lo que dicen es de suma importancia y que el pueblo está convencido de su enorme talento y capacidad, que no son responsables del desastre y atraso del país.

Hoy día vemos cadáveres políticos insepultos, que han revivido y vuelven a causarnos problemas por culpa de la dirigencia inepta de nuestra revolución, que habiendo recibido un proceso con un envidiable grado de desarrollo, se encuentra en franco retroceso por su culpa y ni siquiera se dan cuenta de este desastre, o tratan de ocultar su responsabilidad en el mismo. Culpan de todos los males a la guerra económica que ellos mismos promueven, a personajes extranjeros que opinan mal de Venezuela, a DollarToday, al inclemente verano, pero olvidan la falta de planificación, la imprevisión, el abandono del campo, la baja producción de todo cuanto requiere el país, el exceso de las importaciones, etc.

Bien lo advertía el Libertador: "Un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción".

Es por esta razón que nuestros dirigentes se han empeñado en mantenernos sumidos en la ignorancia y en los últimos tiempos los medios de comunicación e información han sido sus principales aliados para tenernos incomunicados, desinformados y distraídos, para lo cual nos atosigan con información de farándula, deportes, modas, crimen, consumismo, insultos y mentiras de todo tipo, mientras ellos roban, atropellan, violan leyes, abusan del poder que el pueblo les ha confiado. Es por eso, que el pueblo tiene que aprender a contrarrestar esos efectos, pues de otra manera, siempre sufrirá las consecuencias de la opresión y abuso de sus dirigentes.

El SIBCI, Sistema Bolivariano de Comunicación e Información, fue creado a pedido de Chávez para que estuviera al servicio del pueblo, para informar y crear conciencia y cultura socialista. Pero sucede que está siendo usado únicamente para el servicio de las elites del partido y del gobierno.

¡El Poder Popular debe procurar, como sea, tener el control total de este poderoso sistema de comunicación e información y ampliarlo para tener cobertura en todos los rincones del país!

¡O el pueblo se organiza y toma el poder, o la revolución se pierde!

¡Ya basta de traiciones!

¡Solo el pueblo salva al pueblo!

Es muy claro, en una revolución socialista, la mayoría de las decisiones deben ser tomadas colectivamente. Esta es la base del socialismo.

No hay duda de que el comandante estaba consciente de esta realidad, que no era conveniente que la revolución dependiera de una individualidad, que debía tener una dirección colectiva, que era indispensable educar, concientizar y organizar a todo el pueblo. Que era necesario reorientar el rumbo y radicalizar la revolución, pero también comenzó a darse cuenta que el tiempo y su salud estaban en contra y tuvo que, muy a su pesar, delegar en otros, que no estaban aún preparados, esa enorme responsabilidad y quizás convencido de que no existía una estructura con suficiente capacidad para continuar la construcción del socialismo, encarecidamente pidió el respaldo y la unidad del pueblo para brindarle el apoyo a un sucesor, que muy seguramente no iba a poder darle continuidad al proyecto, entre otras cosas, porque simplemente no puede ser realizado por una sola persona, por más apoyo que tenga de parte de todo un pueblo, si ese pueblo no está preparado.

Es necesario el surgimiento de un liderazgo revolucionario colectivo que reemplace la dirigencia actual que ha demostrado su incompetencia, incapacidad y falta de voluntad para tomar el camino al socialismo. Es preciso el surgimiento de una organización revolucionaria que sepa orientar e interpretar la lucha popular en su dimensión transformadora. Es absurdo pretender que en una revolución socialista, un liderazgo personal pueda ser suficiente y pueda conducir exitosamente a su construcción y consolidación. ¡Es un proyecto de todo el pueblo!.

Pero aterrizando en la realidad, lo cierto del caso es que no existe tal organización revolucionaria que sepa orientar e interpretar la lucha popular. Lo único que sí existe, por ahora, es la disposición del pueblo, la motivación y la necesidad de construir el socialismo, pues cada vez es más claro que el capitalismo nos conduce directamente a la destrucción de la humanidad.

¡El Poder Popular está obligado a organizarse y el primer paso debe ser controlar la comunicación y la información!.



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Gilberto Hernández Ortíz

Graduado en la universidad Nacional de Colombia en Licenciado en Ciencias de la educación especializado en el área de Física y Matemáticas Postgrado en Educational Media en la Universidad de North Carolina A&T State University año 1984 - Greensboro, N.C Prof. Jubilado de la Univ. de Oriente (Núcleo Anzoátegui)

 gilnandez@hotmail.com

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