De la pobreza a la exclusión

Es factible que los incrementos del crecimiento (en caso de que se mantengan) reduzcan con lentitud los actuales niveles de empobrecimiento, pero cientos de miles de personas (pueblo) y decenas de miles de familias seguirán instaladas a largo plazo, la precariedad y la pobreza según los estándares del economista, con grandes dificultades para satisfacer sus necesidades básicas. Son situaciones estructurales. En este modelo exprimido hasta la médula es inevitable la existencia de un importante segmento del pueblo que se ha quedado por el camino y que, por lo tanto, no va continuar la senda del progreso. Resolver esta marginación de una parte significativa de la población supone alterar el modelo. Estamos hablando de política.

La persistencia de este importante núcleo de empobrecimiento incrementa, los riesgos de la exclusión social. El paso de la pobreza a la exclusión es una de las principales amenazas que se ciernen sobre un segmento del pueblo venezolano. Conviene insistir en ello. Las calles públicas de las principales ciudades han devenido gigantescos tableros de anuncios. Son un exponente muy representativo de la económica sumergida y, en muchos casos, ejemplos explícitos de exclusión. Los mensajes que se pegan en las calles se superponen unos a otros sin límite, y los más nuevos ocultan a los más antiguos. De vez en cuando, los servicios de las alcandías (ahora casi siempre privadas).

El empleo precario y los bajos salarios harán que una parte muy importante del pueblo viva en ese ambiente de incertidumbre e inseguridad precaria que se ha instalado con riesgos de caer en la sima social, bien por la pérdida de un empleo estable del trabajador o de otros miembros del entorno familiar, o por cualquiera otra coyuntura adversa e imprevista, a la cual no podrán hacer frente. Así es como emergen las "sociedades del miedo" y las "economías del miedo". Además, las desigualdades no sólo se van a mantener sino que se incrementarán si no hay una corrección política copernicana, que no se adivina por ninguna parte, que corrija la tendencia. Se agrandará la brecha entre la minoría privilegiada y el resto del pueblo.

Éste es el panorama estructural en que Venezuela se ha instalado. Cambiar esta cartografía social exige no sólo superar una coyuntura adversa o encontrar tasas de crecimiento sostenible, sino transformar las estructuras políticas y el modelo de crecimiento. Ha habido tres políticas centrales, por encima de las demás, que han contribuido a esa mutación regresiva:

--Las reformas laborales. Un entorno laboral desregularizado y precario, con elevados niveles de paro, empleos de poca calidad, falta de estabilidad en los pocos puestos de trabajo que se crean, escasa protección al desempleo y bajos salarios.

¡Chávez Vive, la Lucha sigue!

¡Viviremos y Venceremos!



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Manuel Taibo


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