Si se compara al estado Anzoátegui con un cuerpo de mujer tendido sobre el suelo patrio, necesariamente hay que empezar por reconocer que es un cuerpo sin una cabeza política pensante, capaz de demostrar una gestión eficiente y visible que enrumbe su futuro con el impulso que demandan sus grandes recursos naturales. Desde los tiempos de la IV República hasta la actualidad, éste ha sido mal gobernado y peor gerenciado por nuestros gobernantes del V República.
Estos últimos han bebido de los pechos abultados de Barcelona y Puerto La Cruz, olvidándose del resto del cuerpo. La buena leche de Lecherías, Guanta y Los Canales de Puerto La Cruz, los grandes contratos, el lujo del norte, el compadrazgo y el flujo y reflujo de grandes sumas de dineros que se entretejen en ese eje les hizo olvidarse de la cintura del estado Anzoátegui, de su estómago profundo, de la zona media, donde pululan las ciudades de El Tigre, El Tigrito y Pariaguán, convertidas en ciudades sucias, con cientos de barrios sin aceras ni asfalto, sin agua, sin casas dignas ni fuentes de trabajo para los más pobres. En cambio, los pranes de Puente Ayala y otros pranes han minado de bandas juveniles estos pueblos, y resulta prácticamente punitivo salir a la calle después de las seis de la tarde. En la noche, esas mismas bandas juveniles saltan los paredones y no dejan lavadoras, bombas de aguas, herramientas, baterías y cauchos de carros que no carguen hasta sus guaridas, para la posterior venta y entrega de esa plata a sus jefes los pranes. Además, estos controlan a los sindicatos petroleros y otros sindicatos, pues los obligan a cederles cuotas de empleo que luego son negociadas. Se supone que muchos funcionarios policiales también se prestan para el trabajo sucio de los pranes. Sin embargo, yo no invento esto y ni es ninguna novedad. La noveleta testimonial titulada LA LEY DEL PENAL (2015), escrita por el ex alcalde de El Tigre Ernesto Paraqueima Luiggi, da cuenta de ello con lujo de detalles. Invito su lectura acuciosa.
Dos piernas del cuerpo terrestre del estado Anzoátegui se abren en el centro del mismo. Una pierna se extiende hasta el Puente de Angostura y la ciudad de Soledad, cruzando la inmensa sabana de la Mesa de Guanipa, donde otrora se sembró maní, sorgo, girasol, ají dulce, patillas y maíz (década de los ochenta), y que en la actualidad apenas deja entrever algunos pivotes centrales antes de llegar a La Guarapera, vía Ciudad Bolívar, mostrando el grande fracaso del gobierno en la siembra de yuca amarga para casabe al lado de la finca Guanipensi, y el peor fracaso aún de la Agro Finca Socialista "Francisca Duarte" en terrenos expropiados a los señores del Fundo Fuad, otrora orgullo regional de producción agrícola y cría de pollos y producción de huevos. Hoy esa extensión de tierra muestra desolación, descuido e imperdonable olvido por parte de quienes regentaron la gobernación los últimos quince años.
Otra pierna se extiende desde El Tigre (capital del municipio Simón Rodríguez) hasta Pariaguán (capital del municipio Miranda), El Manguito, San Diego de Cabrutica, Uverito y Mapire (capital del municipio Monagas). Demás está decir que en estos municipios y en el resto de los 21 municipios que conforman la entidad, la MUD obtuvo un redondo triunfo como demostración del rechazo que tienen los alcaldes "chavistas" que los gobiernan, por parte de nuestro pueblo; pues estos mismos alcaldes exhiben sus corruptelas y sus cobros de comisiones, con los humos bien altos para despreciar a nuestra gente más humilde. Por ello, no me cansaré nunca de pedirle al Presidente Nicolás Maduro, como antes lo pedí al Comandante Eterno Hugo Chávez, que visite la carretera Pariaguán-El Tigre para que vea con sus ojos la peor carretera de la tierra, llena de troneras matagente, acabacarros, aunque a diario todo el tráfico de la industria petrolera de la Faja Petrolífera del Orinoco "Hugo Chávez Frías" la pisotea y contribuye a deteriorarla como consecuencia del tonelaje de peso de las maquinarias y las gandolas cargadas de hierro y acero que vienen desde Guayana. Pero a nadie le duele esta vía.
El Vice-Presidente y ex gobernador, maestro y ex ministro de educación don Aristóbulo Istúriz se burló del pueblo cuando acudió a buscar votos, bajo la promesa de caballero revolucionario mismo, que él en persona arreglaría esa vía. Una vergüenza nacional. Por eso perdimos el 6D, Presidente Maduro. Tome nota. Supervise la carretera y saque conclusiones. Hágalo como un venezolano de a pie, como lo hacemos nosotros exponiendo nuestra vida a diario, también viendo morir a nuestros familiares en esa carretera. Un alcalde "chavista" llamado el doctor Tomás Bello también la recorre a diario en su lujosa Gran Cherokee blindada. pero ni se atreve a taparle un hueco a pesar de que alguien cercano a su entorno es quien gerencia la planta de asfalto que tiene a su cargo. Eso se llamó en la IV República desidia. y en nuestro actual proceso revolucionario se llama traición a la patria.
Entre pierna y pierna están pueblos olvidados y sumidos en el abandono, como Atapirire, Bocas de El Pao, Aribí, Santa Clara, Santa Cruz de Orinoco, Santa Ana, Aragua de Barcelona. Entre las tetas de Barcelona y Puerto La Cruz, que es donde chupan su buen manjar nuestros gobernantes rodeados de adecos ricos y copeyanos ricos y árabes ricos y quien sabe si de pranes también (vale leer La ley del penal, de Paraqueima y sacar conclusiones), están Anaco y Cantaura. Zonas de delincuentes, ventas de reportes, secuestros y pillaje, pero que como las demás poblaciones lucha para sembrar y cosechar sin ayuda pública ni privada. Nuestros kariñas de Tascabana y Bajo Hondo, cerca de los morichales y las riberas del río Tigre muestras a las orillas de la carretera sus batatas rojas, sus patillas, sus ciruelas, sus topochos y sus auyamas, como productos para su supervivencia, que es lo poco que la tierra les proporciona para que luego cambien las tres lochas de las ventas por los productos que los bachaqueros les ofrecen en el corrupto mercado de El Tigre: Queso a Bs. 1.800 el kilo, aceite vegetal a Bs. 700 el litro, el kilo de leche en polvo a Bs. 1.500, casabe a Bs. 200, cartones de huevos a Bs. 1.600, etcétera. Los policías miran a las bachaqueras y bachaqueros y les maman gallos y se ríen con ellas porque eso demuestra que robar al prójimo en este país es una cuestión muy chistosa. Para nada es un descaro y ni es una demostración de cuanto se han perdido los valores de la decencia, el decoro, la honestidad y la solidaridad en nuestra dolida Venezuela.
El debate de la reactivación económica del país a partir del incentivo a la producción nacional tiene en ese cuerpo tendido y moribundo, herido y dolido de indolencia del estado Anzoátegui un espacio para demostrar que sí es posible producir y corregir, hacer y no olvidar. El Estado debe empezar por redireccionar ese mamotreto de proyecto llamado Complejo Agroindustrial de la Soya "José Ignacio Abreu D´Lima", por cuanto la práctica demostró que esas tierras no son aptas para la soya sino para el frijol, el maíz y el maní. Si bien las máquinas parecen haber cogido otros rumbos o están abandonadas en el malojo, todavía se pueden aprovechar las decenas de pivotes y los pozos que ahí se perforaron. No tiene sentido mantener una gruesa nómina de empleados que no producen nada y que deben, con urgencia, contribuir a la producción de alimentos del país antes que servir de instrumentos para la desidia también. Como ese complejo soyero parado están igualmente la mayoría de los taladros de Pdvsa. Sus perforadores, cuñeros y demás técnicos cumplen las guardias sólo por compromiso y cobran sus sueldos sin hacer nada. Con esa suerte, este pobre país petrolero, mis queridos camaradas, está condenado a cien años de ruinas, de hambre y de tristeza. A no ser, que de una vez por todas se le ponga la cascabel al gato y se empiecen a hacer las cosas bien, quitando del medio a tanto corrupto, a tanto incapaz, a tanto bribón y tanto vende patria.
