Ha quedado demostrado tras las elecciones del 6 de Diciembre, pese a los resultados adversos, que el chavismo sigue siendo la principal fuerza política, social y espiritual de este país.

El Pueblo venezolano dio una contundente demostración de su auténtica vocación pacífica y democrática. El pueblo quiere paz, y ha derrotado las pretensiones del fascismo de "incendiar" el país sea cuales fueren los resultados.

Continúa en marcha la conspiración trasnacional contra la Revolución Bolivariana y su legítimo gobierno. Observamos que esta vieja clase política, que tiene ahora circunstancialmente mayoría en la Asamblea Nacional, no quiere diálogo, ni quiere unir esfuerzos para solventar la crisis económica y política que ha originado.

Por el contrario, continúan las ofensas y las amenazas contra los intereses del pueblo. Su propósito es sólo uno: derrocar al gobierno bolivariano del presidente obrero Nicolás Maduro, dejando en evidencia su carácter golpista.

Ante esta difícil coyuntura, el jueves 10 de diciembre, se celebró el Congreso Extraordinario del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Nos declaramos en sesión permanente, alertas y movilizados, en contraofensiva revolucionaria para defender al pueblo de esta nueva escalada de la contrarrevolución antidemocrática en Venezuela.

Como la mayor organización política existente, retomamos el planteamiento del Comandante Eterno Hugo Chávez, de aplicar en nuestra gestión política y de gobierno el método de las 3R al cuadrado que implica además de la Revisión, la Rectificación y el Reimpulso, la Repolarización, Repolitización y Reunificación para un gran proceso de reconstrucción de la mayoría revolucionaria en el país.

En esta nueva etapa histórica de la Revolución Bolivariana, no podemos improvisar o correremos el riesgo de perderla. Debemos lograr la eficiencia y la calidad en la gestión política para dirigir la inevitable confrontación con la burguesía que se dará en la Asamblea Nacional, cuando intenten hacer retroceder las conquistas sociales del pueblo, que tienen basamento jurídico y legal, y fuera de ella, en el plano económico, cuando arrecie el boicot empresarial contra nuestra economía.

No es momento de perder tiempo. Donde tengamos que hacernos la autocrítica más profunda, la haremos a fondo para reactivar las 3 R al cuadrado.

Este revés electoral, de ninguna manera puede convertirse en un obstáculo para seguir acelerando y profundizando la construcción del Socialismo Bolivariano, la marcha de la Revolución Socialista.

Nuestra Revolución debe atender las más grandes y las más pequeñas necesidades de la gente. Debe estar, como nos enseñó Chávez, acompañando al pueblo en su cotidianidad, en su dolor, en sus problemas.

No podemos fallarle a la historia y a la esperanza de un pueblo. Y el método social de las 3R al cuadrado tiene ese sentido: Revisar para rectificar y reimpulsar el programa, acción o plan necesario . Pero debemos ir más allá, hay que repolarizar, repolitizar y reunificar al pueblo y a nuestra militancia.

Nuestro partido, así como el Gran Polo Patriótico, la vanguardia revolucionaria que hemos construido sólidamente, no puede ser un fin en sí mismo; debemos superar la coyuntura electoral para convertirnos en una poderosa maquinaria al servicio de las luchas del pueblo trabajador.

El partido , la vanguardia revolucionaria, en este momento histórico más que nunca tiene que ser, como nos dice Chávez, uno de los dos brazos del gran cuerpo de la Revolución. Un brazo el partido, el otro, la gestión de gobierno. El partido no es el gobierno, ni el gobierno es el partido, pero los dos se necesitan y se complementan en la acción política, socialista, revolucionaria.

La vanguardia revolucionaria debe estar consagrada a acompañar al pueblo en la búsqueda de soluciones conjuntas a sus problemas cotidianos, para poder avanzar, para poder superar etapas.

Porque no podemos avanzar, si el pueblo no tiene garantizado el servicio de agua potable, de energía eléctrica, de suministro de gas, de asfaltado, de abastecimiento. Las soluciones deben territorializarse, en la comunidad, en la parroquia, y allí es donde debe actuar el partido.

Para vencer la terrible operación psicológica orquestada desde EE.UU, que intenta confundir, engañar y manipular al pueblo para que retroceda, para que deje de resistir, para que entregue la Revolución y se instaure la contrarrevolución neoliberal y fascista, el partido tiene que ir calle por calle, esquina por esquina, informando, comunicando todo lo que al pueblo le interese, recogiendo ideas del pueblo para aplicar las 3R, para renovar la práctica política. No sólo la gestión de gobierno informando los logros alcanzados, también hay que conocer e informar sobre las quejas del pueblo, sus problemas, sus dificultades, para buscar soluciones.

Sólo de esta manera derrotaremos al enemigo, fortaleciendo el poder popular. Eso es lo que significa repolarizar el proceso, colocar en primer plano, la causa política de nuestra liberación nacional; no somos un gobierno cualquiera, somos una Revolución con características propias. Somos bolivarianos, chavistas, socialistas, somos antiimperialistas, y eso debe estar claro y presente en cualquier acción política y de gobierno.

Es tiempo para la repolitización, la repolarización y la reunificación de las fuerzas revolucionarias. Debemos trabajar más para que crezca y surja en nuestro pueblo, la conciencia del deber social, pero también para fortalecerla dentro de nuestras propias filas.

Debemos consolidar el pensamiento de Chávez como la base teórica que nos permita el accionar acertado y efectivo en la práctica revolucionaria. No podemos quedarnos sólo en la consigna, hay que convertir al chavismo en un método científico para la construcción de la sociedad socialista y para las nuevas victorias que obtendremos en las luchas venideras para enfrentar la contrarrevolución fascista.

¡Viva Chávez!

¡Viva Maduro!

¡Viva la Revolución Bolivariana!

¡Venceremos!

Barinas, lunes 14 de diciembre de 2015.