Qué pasó el 6D

Lo que pasó el domingo 6 de Diciembre tiene varias lecturas. Es necesario comprender los mecanismos ocultos que propiciaron un revés para las filas revolucionarias. En primer lugar debemos estar claros que en el juego democrático se pierde o se gana, es lo natural y lo más sano para la vida política del país. Lo segundo que aunque las fuerzas reaccionarias de la burguesía parasitaria y entreguista lo vociferen, el país no necesita ni aspira un "cambio" hacia el ámbito de la derecha neoliberal. La gente voto para una solución parcial de una problemática generada por los capataces criollos del capital internacional. Ahora más que antes podemos ver con claridad meridiana que si existía guerra económica. Y surtió un efecto perverso pues alieno la realidad del venezolano común, ese que no quiere que le quiten sus beneficios sociales pero también quieren que le solucionen las "colas". Y efectivamente es la derecha antinacional la que ha llevado durante más de año y medio escasez e inflación para los hogares venezolanos. Son los operadores políticos de Washington los que le han escondido los productos de primera necesidad. Para no ir muy lejos revisen la página lacaya "dólar today" para que vean como se manipula el precio o vean como subieron la cotización de la deuda venezolana o sus bonos. Han jugado cobardemente con el hambre y la necesidad de todo un pueblo y le hicieron creer que solo ellos podían solucionar la situación. Pero la realidad es que el desabastecimiento y la inflación inducida seguirán. Que trataran por todos los medios de derogar las leyes progresistas de protección popular con el solapado fin de complacer a sus amos internacionales y así pagar la inversión que estos últimos hicieron para destruir la Revolución Bolivariana.

Pero también debemos ser autocríticos. La defensa económica de la Revolución, del gobierno y del presidente Nicolás Maduro, inevitablemente pasa por una revisión ideológica profunda. No puede ser que 17 años de logros populares, de inclusión e igualdad social, no tengan el suficiente peso conceptual para equiparar la publicidad robotizada capitalista. Pero no por ello podemos llamar traidores a los que creían en el comandante Chávez y que el 6D ingenuamente fueron engañados por la fábricas de ilusiones y necesidades ficticias de los operadores políticos del gran capital.

No pretendemos dejar de lado nuestra culpa. Porque si de algo somos culpables es que en estos 17 años no hemos podido superar el modelo rentístico y en muchas de sus aristas, simplemente lo profundizamos. Aunque se elevó la producción nacional no fue lo suficientemente fuerte para absorber el sabotaje económico, los procesos de importación y exportación fueron infiltrados y desviados los recursos que la nación asigna. Fue sin duda una dura batalla la que se libró el 6D no debemos sentirnos derrotados, pues si alguien salió perdiendo fue el mismo pueblo que bajo el espejismo mediático dio circunstancialmente el apoyo a los que históricamente siempre lo han sometido y esclavizado. Esto sin dudas nos llena aún mas de energía revolucionaria para asumir el reto que tenemos por delante: impedir por todos los medios y mecanismos que la actual mayoría de la Asamblea Nacional, entregue nuestros recursos y nuestra soberanía e independencia económica y política a los centros de poder mundiales.



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Hugbel Roa

Ministro para Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología

 @hugbelpsuv

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