Construir una nueva hegemonía revolucionaria, superar el entramado burocrático-corrupto

La oportunidad histórica que se la abre a Nicolás Maduro

En primer lugar nos interesa aportar al análisis que colectivamente el pueblo venezolano, particularmente aquel que ha venido apoyando al proceso revolucionario, viene haciendo sobre los resultados obtenidos en las pasadas elecciones del 6D. Algunos elementos que consideramos claves para entender el revés obtenido por los factores revolucionarios son los siguientes, en el marco de un descontento social -incluso chavista- que había venido creciendo y no supimos alertar o superar.

- Incapacidad de enfrentar la guerra económica. No bastaba con que la gente entendiera de quien es la responsabilidad de las colas, la inflación inducida, la especulación, el acaparamiento, etc. La inmensa mayoría sólo quería soluciones reales a estos elementos, no discursos.

- Pulverización de los salarios. En el marco de lo anterior, los trabajadores vivimos los últimos seis meses la realidad concreta de quincenas que nos duraban tres o cuatro días. El aumento fue importante, pero insuficiente.

- Los Altos Funcionarios. Una inmensa cantidad de burócratas déspotas, corruptos, conservadores, ineficientes, cómplices de la burguesía, reformistas, elitescos, etc. Verdaderos espanta votos.

- La ausencia de una estrategia dura y concreta contra el cáncer de la corrupción.

- La derrota del asistencialismo. Es impresionante como en los grandes centros poblados mejor atendidos por el gobierno a nivel asistencial (pensiones, tablets, teléfonos, operativos de alimentos, etc.) perdemos las elecciones, y en caseríos o campos donde poco o nada llega, ganamos las elecciones. La lección es que la revolución no es que te regalen cosas, sino una forma de vivir y hacer la política, desde nuevos valores y desde la organización popular.

- La despolitización del partido. El PSUV se convirtió en una agencia de festejos, una gran maquinaria para repartir beneficios individuales, y desapareció por completo la Política. "Acompañar al pueblo en sus luchas" pedía el Comandante Chávez, quizás clamando en el desierto.

- La sustitución del poder popular. La burocracia gubernamental se olvidó, en buena medida, de la importancia estratégica de las comunas y los consejos comunales. Se pretendió sustituirlas por las UBCH, las cuales se convirtieron en repartidoras de beneficios asistenciales, casi siempre en forma poco democrática.

- El golpe de timón. Chávez no dio ese discurso en vano, tenía toda la razón, y sus instrucciones fueron desoídas en buena medida.

- La ausencia de una estrategia claramente clasista para la defensa de los intereses de los trabajadores. Y más allá para su empoderamiento de los medios de producción. No debe haber prácticas que contradigan la definición obrerista del gobierno, decía Chávez.

- Los altos niveles de ineficiencia en las empresas estatales. En las cuales se replica el modelo de gestión capitalista, contradiciendo el discurso y la esencia de la revolución, y todos los valores del socialismo.

- En el plano cultural. Es impresionante la puja de ciertos sectores de la burocracia por quitarle contenido al chavismo. Se hacen especies de romerías adecas con cantantes de moda, que hacen y reproducen la estética del capital, y desde ahí se pretende que la gente salga a votar por nosotros? ¿O que vaya a combatir por una nueva sociedad? Hace 10 años atrás cerrábamos los actos con música revolucionaria, de contenido chavista, patriótico. Hoy con merengueros reciclados de los años 80, o con cantantes llaneros que más allá del género, sus letras no aportan nada al combate popular en el que andamos.

Seguramente habrá otras causas, y es bien importante el proceso de debate colectivo que vienen dando las fuerzas populares en el ánimo de las 3R, para corregir y avanzar y salvar a la revolución.

Desde esa perspectiva, creemos que el momento político exige una rectificación amplia, profunda. El Presidente Nicolás Maduro se encuentra en un momento estelar, en una oportunidad histórica de reconducir y profundizar el proceso revolucionario en sus contenidos populares, obreros, campesinos y comunales; en función de construir una NUEVA HEGEMONÍA REVOLUCIONARIA. Lo que demostró el 6D, como se demostró en la Argentina también, es la inviabilidad de hacer revoluciones a medias, de coquetear con la burguesía y dejar pasar la corrupción mientras se habla de socialismo, mientras se sigue navegando en los mares de contradicciones entre lo que se dice y lo que se hace.

Decimos, que el presidente tiene una oportunidad histórica, en el sentido de que la derrota la da mayores márgenes de maniobra que nunca antes desde que fuese electo, para salir del entramado burocrático-corrupto, que lo rodea, y construir junto al pueblo esta nueva hegemonía. Las grandes figuras del chavismo que fueron electas como diputados y diputadas deben quedarse a dar la batalla en la Asamblea Nacional, y abrir paso para que el Presidente gobierne junto al pueblo.

Algunas medidas que propondríamos para salir del laberinto y salvar la revolución.

  • Un nuevo gobierno a partir del 1ero de enero de 2016. Encabezado por Nicolás Maduro, pero con un gabinete completamente renovado, y signado por la ética y consecuencia revolucionaria de los ministros. Por qué no pensar en un Carlos Lanz, en un Vladimir Acosta, en un Luis Britto u otros intelectuales de conocida trayectoria, ética y compromiso con la revolución. Igualmente nos gustaría ver a un obrero/a (porque no un Pedro Eusse del PCV) conducir el Ministerio del Trabajo, así como a un campesino o campesina al frente del Ministerio de Agricultura y un comunero o comunera frente al Ministerio de las Comunas.
  • Gobernar real y verdaderamente en forma directa con los Consejos Presidenciales del Gobierno Popular.
  • Medidas para ganar la guerra económica en forma definitiva. Darle garantías al que quiera producir y quitarle los medios de producción al que sabotee. Potenciar la producción comunal y popular: todo el pueblo a producir como tarea fundamental de la etapa. Ni un dólar más a la burguesía, que él quiera dólares se le permita exportar sus productos al menos en un porcentaje.
  • Transferir medios de producción al pueblo. A las comunas y a la clase obrera. El caso de Proletarios Uníos en Lara, antigua Brahma, que no se siga esperando por esta medida. Seguir el ejemplo de ANTV y que Vive TV pase a control directo de las comunas a nivel nacional.
  • Hacer una estrategia comunicacional no sectaria ni cerrada, que alimente la crítica popular y revolucionaria, que refresque el panorama político. Eso pasa por reformular el MINCI y el Sistema Nacional de Medios Públicos. Seguir el mandato de la Gran Rosa Luxemburgo, sobre la democracia interna y la libertad de exponer las diversas ideas en el campo revolucionario. Acabar con la prepotencia del lenguaje oficial y sus personeros. La humildad debe ser nuestra consigna.
  • Avanzar en el control obrero, campesino y comunal de la economía y de las instituciones. Desarrollando un modelo de gestión signado por el control y participación de estos actores y del poder popular en forma directa en el ejercicio de la función pública.

En definitiva, la oportunidad que tiene Nicolás Maduro en sus manos, es la de salir del entramado burocrático-corrupto, y encabezar una revolución popular, amplia y democrática, dando paso al Estado Comunal, a los Consejos Obreros, Campesinos, estudiantiles, al Poder Popular. Construir un gran 13 de abril que renueve las esperanzas y abrirle paso en definitiva a todo lo que de hermoso ha tenido esta revolución y por lo cual, sin ninguna duda, aún tenemos esa importante fuerza de más de 5 millones de votos.

La derrota es de la burocracia, no hay pueblo vencido!!!

El autor pertenece al Colectivo Alexis Vive - Lara

juankmurphy@gmail.com



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