¡Al Obrero, Al Marino Petrolero, Al venezolano!

Trabajador de la industria petrolera, buque, lancha, remolcador, plataforma lacustre o marina; comparto con ustedes mi percepción del momento de peligro que vive nuestra nación, por los delicados acontecimientos que se desarrollan en el Oriente Medio, la lucha por el control  de petróleo y gas de esa región y la ocasión de las elecciones del 6D ¡exacerban la codicia y necesidad de nuestro petróleo en las viejas potencias imperiales, como en días precedentes a la primera y segunda guerras mundiales! Los obstáculos al intento de Estados Unidos y sus aliados, para apoderarse del territorio de siria y asegurar esta ruta para el petróleo que sale por el Estrecho de Ormuz al Océano Índico y eventual cierre del Estrecho catapultó el peligro para nuestra soberanía y el petróleo que Dios Todopoderoso nos obsequió, como se desprende de las descaradas amenazas de militares estadounidenses contra Venezuela.

Ese peligro está implícito también en el cambio que Estados Unidos nos quiere imponer, del que habló una cuña electoral; cambio sí, para retroceder, para que devolvamos nuestro petróleo a sus empresas. Recuerden cuando las dueñas del petróleo eran esas empresas y Venezuela sólo recibía migajas, cuando nuestra condición de obrero o tripulante era casi de esclavitud, subordinados a capitanes, superintendentes y gerentes extranjeros; analicemos este momento de conflicto para la humanidad y preguntémonos ¿Por qué se silenció la contribución de nuestro petróleo al triunfo de USA y sus aliados sobre Alemania nazi, el sacrificio de marinos venezolanos a bordo de buques, hundidos por submarinos alemanes al salir con petróleo, del Lago de Maracaibo, para la maquinaria de USA y sus aliados en la II Guerra Mundial? Entérense del pasado jóvenes, no concurran, por ignorancia o engaño, a suscribir un cambio en retroceso. USA hizo uso del petróleo venezolano en la II Guerra Mundial, bajo la presidencia de Medina Angarita, quien después fue derrocado, el 18 de octubre de 1945 por los lacayos de USA, Betancourt y Pérez Jiménez; luego derrocaron a Gallegos y a Andrés Eloy en 1948, por la misma razón: éstos quisieron, como hizo Chávez, reivindicar el petróleo para la nación venezolana. Esos son los antecedentes del cambio que nos proponen los actuales lacayos del imperio.

Apreciemos todo lo positivo que pudo hacer la Revolución Bolivariana, después de rescatar nuestro petróleo, tras del Golpe Petrolero: la Justicia Social en salud, educación, alimentación, viviendas etc., sin declinar nuestro derecho y el deber de ser críticos de errores y omisiones, para exigir rectificación en la formación y adiestramiento de obreros y marinos en el uso de máquinas y herramientas, dotar a la nación de este recurso humano, que necesita para el desarrollo industrial y sustitución de importaciones. Solicitemos más investigación y estima para nuestros científicos, sin omitir la lealtad que éstos deben a la nación. Reconozcamos la decisión de Maduro de reparar la vialidad agrícola, pero advirtamos que es necesario restablecer el sistema de transporte que contribuyó a hacer de Venezuela una potencia agrícola hasta principios del Siglo XX. El éxito en salud exige cambios, para desarrollar y producir más medicinas, para liberar obstáculos de la OMS y de agentes de las transnacionales farmacéuticas, infiltrados en la administración y legislación de la salud. Defendamos  la conquista de nuestra industria petrolera en diciembre de 2002; no permitamos un cambio que entregaría otra vez nuestro petróleo a las transnacionales. Corregir errores sí, pero retroceder no.



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Rafael Flores

Capitán de altura y productor agrícola

 eveliseyrafael@hotmail.com

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