Javier Biardeau y el Legado Electoral [político] de Chávez

El amigo y camarada Javier Biardeau, escribió un artículo (primera parte) que me pareció interesante para alimentar, una actividad que no hemos apreciado mucho, aunque se habla y escribe bastante. La polarización, junto a otros factores a lo interno del chavismo han creado unas condiciones para cerrar un debate. El socialismo del siglo XXI tiene una sobre carga de Chávez y esto es una fortaleza, pero tiene un déficit del comun.
El imperialismo y los planes de la oligarquía (que son reales) han distraído la atención o han sido un "argumento" para que ciertas situaciones avancen y ahora, cuando esas situaciones se están tornándose críticas; el debate continua ausente y las críticas se asumen, como una postura que favorece a los planes de la derecha y un elemento contra la unidad. La unidad, no pude ser construida bajo un recurso que niega la diversidad. Una unidad, nunca es la expresión de un chantaje ni la asignación en momentos electorales de unos cupos. La Unidad es un bloque de fuerzas y movimientos reales interctuando políticamente para darle contenido a un proyecto polítco.

El artículo de Javier es extenso y tocas muchas situaciones. No me gusta escribir largo. En consecuencia omito el asunto de los problemas de transición al socialismo y otros que se exponen en este artículo. Trato de evitar también el tema de la amenazas de la derecha internacional, que muy difícilmente, puedo desconectarlo del punto que deseo destacar: La Unidad

Me centro fundamentalmente en ese punto. Antes de exponer lo que pienso sobre este tan complicado asunto para el proceso, deseo resaltar una situación, que solemos tener presente, pero no tenemos presente. Hoy y ayer también, se habló mucho del caso Chile. Aunque se habló y se habla de esto y se conoció todo el plan que la derecha chilena con el financiamiento de la derecha internacional realizó para acabar con el proyecto de Allende, uno tiene la sensación, que sabíamos de eso, pero no se tuvo un plan para eso.

Gran parte de lo que hoy vive Venezuela, es en esencia un resultado del guión chileno y lo sabíamos. El plan de la derecha que ya lo "conocíamos" se ha venido imponiendo, no tanto por la capacidad de la oposición, sino por la inexistencia de un "bloque de poder" en procura de construir unitariamente, una nueva correlación de fuerza. No hay un bloque de fuerza y menos una correlación de fuerzas.

No puedo entonces, pensar en la "contraofensiva que la derecha viene realizando", sin valor esto y cargándole el asunto a "los viejos debates programáticos, estratégicos y tácticos" entre las fuerzas progresistas y de izquierdas. La contraofensiva ha tenido una oportunidad o para decirlo mejor; las condiciones (acciones y omisiones nuestras) han facilitado esa condiciones. No puedo ahora, reducir esta compleja situación que coloca "en juego la viabilidad histórica misma del proceso bolivariano", como una situación de puja entre "tipologías chavistas" o una falta de encuentro entre Maduro y una variedad de actores que tienen una afinidad con el proceso.

Entiendo, desde mi visión, que ha venido aconteciendo un despertar que recoge las incongruencias entre los que decimos y hacemos. Este despertar ha tropezado con el muro de la intolerancia, por parte de lo que están en posiciones de poder. Puedo afirmar, que el gobierno por alguna razón que no entro a calificar, ha dialogado, oído y negociado más con las fuerzas opositoras y en ellos se incluyen los que tienen o buscan un atajo (el gran pelucón) que con actores y movimientos vinculados con el ideario de Chávez. Inclusive este asunto del desencuentro entre las "tipologías del chavismo", huele a Chile, pero pudo ser una lección aprendida y creo que no ha sido así.

Chávez pudo haber mantenido la idea o tesis de la necesidad de "la construcción de un bloque nacional popular y democrático. Y ese bloque debía conjugar la heterogeneidad y diversidad de identidades históricas del mundo nacional, popular y de izquierdas". Esto es un poco lo que nos sugirió Marta Harneker, cuando en uno de sus trabajos recientes, nos habló de la necesidad de construir (¡construir!) una nueva correlación de fuerza. Chávez pudo estar muy consciente de eso, pero no puedo valorar esta tesis, olvidándome, que el propio Chávez claro o no, pujó porque el PSUV pulverizara otras fuerzas políticas y como tuvo resistencia (PCV, PPT) eso le molestó. Tal vez tuvo razón; tal vez no, pero el gobierno sirvió para reforzar un dominio, que se ha vuelto a veces poco tolerante.

Esto es una referencia muy reciente en el proceso de conformación del PSUV. Esa tesis (la unidad) tuvo desde el comienzo su respectivo "boquete".
Yo creo (y espero estar equivocada) que el 13-A fue casi un accidente. La oligarquía y la Dirección política del proceso se sorprendieron de esa reacción, porque para la oligarquía y también para el proceso; los generales eran suficentes. El 13-A no fue la expresión de un plan B, que la revolución había concebido. Si para ese momento; la revolución tenía su plan B, ese plan tenia como foco a los generales y una parte de ellos estaban con la oposición y otros vacilando.

El 13-A fue posible por una reacción popular sorpresiva. La revolución y Chávez pudo estar claro de la necesidad de un "bloque nacional", que debía engacharse con la diversidad y heterogeneidad. Esa posibilidad nunca estuvo como una prioridad del proyecto. Aunque Chávez afirmó que "las elecciones [eran]un evento más, pero no [creía] que ahí se [determinará] el destino de la Revolución Bolivariana". Nos quedamos apostando a las elecciones y abandnamos, la neceidad de una unidad y la construcción de una correlacón de fuerza, que es mucho más seguro que una eleccón.
La Unidad es una palabra que tienen sentido y entra en el marco de un debate político, porque no hay ni debe haber uniformidad, pero el PSUV ha trabajado y se ha sostenido sobre la no diversidad y heterogeneidad. Bajo esa condición, la "unidad" es lamentablemente una cosa vacía. Si vemos hoy; el PSUV ahora en esta coyuntura electoral, usa mucho la expresión de la fuerza del Gran Polo Patriótico, pero si hacemos memoria, es fácil recordadr que después de la situación electoral; El PSUV guarda al Gran Polo. Eso no es "unidad, unidad y más unidad".

No puedo trabajar y entender el asunto de la unidad real y del "bloque nacional popular y democrático", obviando el fenómeno real que ha sucedido y que se reduce a una militarización del gobierno. Eso es muy distinto un "bloque nacional popular y democrático", que ha debido ser la expresión de la unidad de la diversidad y no la unidad de los que tienen la misma visión y los mismos intereses.

Por supuesto, no son "las circunstancias, acciones y omisiones del Gobierno de Maduro lo que estan en juego". Es cierto, "está en juego la viabilidad histórica del proceso bolivariano", un tanto por la falta de un bloque nacional popular y democrático y otro tanto, por las acciones y omisiones del gobierno que durante estos 16 años, asumieron que la "revolución bonita" , era una situación que en le discurso se modelaba bajo la idea de un nuevo modelo productivo, pero en la práctica fue convirtiéndose en una especie de beneficencia pública, que ya no puede sostenerse.

Podría ser este momento, el de la derrota estratégica de la cual nos habla el camarada Javier. Pudiera ser, pero espero que no se así. Lo que suena medio injusto, es decir, que esa derrota "no será [del] chavismo burocrático, sino que sería una derrota de los que poco tuvimos que ver con una revolución bonita que ha venido descuidada la necesidad de esa unidad y de ese bloque nacional.

Dejo en el tintero, las otras partes que ya nos está ofreciendo JB. Me interesé ahora por el punto de la unidad, que la oposición ha tratado de impedir, pero que el PSUV también ha movido sus hilos para que ese proceso no haya sido posible.

Las amenazas estan ahí latentes. El imperio tiene sus planes listos, pero no puedo sacarme de la cabeza, la situación que se percibe hoy en el plano electoral. Es duro pensar que estas eleccions determne el destino del proyecto, cuando sabíamos, que el propio Chávez nos dijo, que no creía que por ahí se jugaría el destino de la revolución bolivariana. Pienso que Chávez tenía en la mente eso: Unidad, unidad y más unidad verdadera, bajo la diversidad y la tolerencia dentro de las fuerzas revolucionrias.



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Evaristo Marcano Marín


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