El Humanismo de Don Miguel Flores

La inauguración del Ambulatorio Urbano Tipo II "Don Miguel Flores" realizada este mes de octubre, ubicado en San Pablo-Edo Yaracuy, fue una iniciativa del Gobierno de Eficiencia en la Calle, que preside Nicolás Maduro y ejecuta el Gobernador León Heredia, presenta, como iniciativa de las Comunidades de La Pica y Sabana Larga,con una importante significación ético-política, social y cultural. Partiendo de la gestión nacional de salud, constituye una alternativa pues atenderá desde las enfermedades crónicas no transmisibles; tiene un centro de vacunación; servicio de pediatría hasta la ginecología y obstetricia, en fin, permitirá la asistencia médica integral y gratuita a toda la población, como acotó el Ministro Ventura.

Aquí estamos frente a la concreción de la rememoración de personajes fundamentales de la historia local, sus legados, virtudes y acciones ejemplares. Don Miguel Flores, nacido en San Pablo, fue un personaje humanista, con alto sentido de solidaridad, desprendido, practicante y creyente de la justicia social. Vivió como incansable servidor público desde el 10 de mayo de 1892 hasta el 06 de noviembre de 1977. Ejerció la docencia, el periodismo, formado en el campo científico –farmacéutico y médico con permiso- fué Secretario-Asistente del sabio británico Henry Pitier. En la actividad pública, participo en logros desde el acueducto, el grupo escolar, la luz eléctrica, el servicio de correos y telégrafo. Fué diputado suplente y varias veces concejal electo, también activo -desde muy joven- en la creación literaria y un polifacético ecólogo y culturalista.

Don Miguel, le tocó vivir esa Venezuela –que heredó el problema de la tierra y la conflictividad- desde la colonia, independencia, la guerra federal, el caudillismo, la dictadura hasta el puntofijismo. Finales del siglo XIX y comienzos del XX- lejana de las conquistas inconclusas de las gestas libertarias; condiciones pre-tecnológicas para cultivar la tierra; signos críticos de abastecimiento alimentario; voraz latifundio y concentración de la propiedad de la tierras; además de la desorganización política. Fuimos testigos presenciales –el personaje era mi abuelo materno- de innumerables ocasiones en las cuales demostró su humanismo y entrega a los pobres. Enfatizaba en hacer "remedios de a nada" para consolar a cantidades de campesinos y desposeídos que iban a solicitar su socorro en "tiempos inquietantes".



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Joaquin Lopez Mujica

Filósofo, escritor y diplomático

 j.lopezmujica@laposte.net

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