De empleado público a comerciante

Lucas vio la luz del día en el año 1939, nació en una Aldea de los andes venezolanos, muy cercana a la Ciudad de San Cristóbal, de familia humilde, hermano mayor de una familia de 12 hermanos, que se desenvolvieron entre la ciudad y el campo, su padre campesino de aquellos hombres de a caballo, que nació en 1912 cuando el General Gómez, estaba en los comienzos de su fuerte dictadura, la madre muy humilde y sufrida por llevar la mayor responsabilidad del hogar. Lucas el mayor de los hijos debió trabajar desde los siete años en las ardua faenas del campo, similares circunstancias vivieron otros hermanos, la primera hembra fue la sexta y los restantes nacieron en la ciudad, debido a una adversidad que afectó al padre y debió marcharse.

Razones justificadas para que la familia de Lucas residenciada en la capital del Estado, decidiera sacar a la madre y los hijos del campo para alojarlos en casa de tías y tíos, esto sucedió comenzando la década de 1950, a trabajar y estudiar, el estudio no era prioridad, primero el trabajo para ayudar a la subsistencia, la escuela era exigente, regia disciplina, un control escolar compuesto por la trilogía de los padres, maestras y autoridad policial, para no asistir a clase había que tener el consentimiento de maestras y padres e informar a la autoridad, así transcurrió el tiempo, el padre después de dos años ausente, se incorporó a la familia ya en la ciudad, aunque quería volver al campo la familia se opuso, se resignó y comenzó a trabajar en la ciudad, así mejoró un tanto la situación, todos trabajando y aportando se pudo construir una casita, pues el nacimiento de más hermanos continuó, vinieron los otros seis, dos hembras y cuatro varones.

Lucas empezó en la ciudad a desenvolverse por su cuenta, trabajó en una panadería como vendedor de pan, volvió a su Aldea natal y otras aldeas, dos veces a la semana en una bestia mular hacía el recorrido, a veces debía pernoctar en una tienda a la que vendía pan, porque la noche llegaba, y la oscuridad por esos caminos largos y solitarios obligaba, dos años estuvo en esas exigentes tareas, luego consiguió trabajar en una Farmacia de la ciudad, tenía 15 años, un amigo escritor y periodista que conoció en la farmacia, le consiguió un trabajo de más remuneración en el ‘’Diario la Hora’’ de San Cristóbal, un periódico de un empresario afecto al Gobierno de Pérez Jiménez, trabajó como archivista de las 10 de la noche hasta las 12 de la media noche, en la madrugada trabajaba en el contaje de periódicos para los pregoneros y distribuidores, a mediados de 1957 la situación del país se estaba tornando conflictiva, se iniciaban manifestaciones estudiantiles contra el Gobierno del General Marcos Pérez Jiménez, el final de año aparecían en el país focos de conspiración, generalmente dirigidos por los partidos, que fueron perseguidos por la dictadura de Pérez Jiménez, aunque quienes aparecían en sitios estratégicos eran mayoría de estudiantes, pero a altos niveles ya se había conversado para el derrocamiento del régimen, militares de alto rango, empresarios, la alta jerarquía eclesiástica, ya tenía sus planes derrocar al gobierno, alto mando militar y civiles, estaban lanza en ristre para asumir el poder, una vez se dictara la orden final desde Nueva York, donde se encontraban altos dirigentes de los tres partidos de mayor fuerza, el Gobierno de Estados Unidos, ya había decidido retirar el apoyo al gobierno militar de Pérez Jiménez y contribuyó para derrocarlo.

A pesar de los rumores que dentro del periódico corrían en los últimos días de conflictos, los más incautos resultaron sorprendidos, la plana mayor del periódico, Director, periodistas, técnicos, linotipistas, ya a la media noche habían culminado su labor principal y se retiraban, por lo tanto quedaron dentro del Diario La Hora, el prensista, ayudante, jefe de distribución , un tipógrafo y Lucas, que no se enteraron de los aconteceres en la media noche, a eso de las dos de la mañana, se trabajaba normal cumpliendo con la rutina, de repente el Jefe de Distribución, salió y no retornó, entonces comenzaron las dudas, ya el General había sido derrocado, por el alto mando militar y quienes les acompañaron, las noticias se esparcieron por el país y el mundo, de manera, que los que permanecían en la Hora hasta última hora ordenaron algunas cosas, el prensista y ayudante se fueron, quedaron Lucas y el tipógrafo Santana, quienes cerraron las puertas principales a eso de las cuatro y media de la mañana, salieron, caminaron juntos hasta la Plaza Bolívar, donde ya la gente se agolpaba, por las calles las turbas enardecidas hacían desastres, quemaban, saqueaban negocios, sobre todos aquellos que se conocían tenían relación con el gobierno, de repente los dos caminantes, escucharon la noticia por radio, que acababan de quemar el Diario La Hora, solo 400 metros separaban la ubicación del Diario a la Plaza Bolívar, los dos muchachos, Santana y Lucas, entre ellos comentaron- por minutos nos salvamos-, cada quien cogió su camino, ya el país estaba envuelto en llamas, muerte, persecuciones, destrucciones de viviendas y negocios, ahora si estaba el pueblo en las calles, destruyendo lo material y también buscaban a funcionarios de la Seguridad Nacional y afectos al régimen para lincharlos, muchos fueron sacrificados.

Lucas a pesar que era un muchacho de 18 años, en el barrio donde habitaba en casa de un tío, fue acechado, se le ofendía, se le gritaba ¡esbirro! A pesar que nada tenía que ver con el gobierno, simplemente un muchacho de mandado como se acostumbraba, claro que Lucas aprovechó los años en el periódico para estudiar de noche la primaria por Libre Escolaridad, existía esa posibilidad, así obtuvo el certificado de sexto grado. Lucas desempleado, no iba a encontrar trabajo en su ciudad, por lo que decidió lanzarse a la aventura, se marchó hacia Caracas, se llevó como fiel compañero el Libro ‘’Inspiraciones e Ideales’’, que adquirió en Librería ‘’Oro Mental’’ por dos bolívares, el que su padre le quemó por considerarlo lectura ‘’comunista’’, era pura filosofía Rosacruz, este libro ayudó mucho al joven cuando por Caracas desesperado buscaba trabajo allá lo cobijó una tía paterna, y comenzó la odisea en busca de trabajo, la situación era difícil, la Junta de Gobierno había creado un Plan de Emergencia para paliar la situación de desempleo, así pagaban salarios muchas veces sin ubicarles oficio definido.

A casa de la tía de Lucas, llegó un primo residenciado en Puerto la Cruz, que en virtud de no haber conseguido trabajo, caminado las calles y avenidas de Caracas, muchas veces solo con medio real para comer, nada concretó, entonces se fue con el primo que le ofreció ayudarlo a buscar trabajo, pero todo fue infructuoso para Lucas, este mantenía contacto con la familia en San Cristóbal, y un día de marzo de 1959 a más de una año de haber dejado la ciudad natal, le llegó un telegrama. Lucas, presentarse lo antes posible en el Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, que a través de un tío y padre de Lucas, habían conversado con el Ingeniero Jefe de un Programa que comenzaba, le iban a hacer unas pruebas para trabajar en un depósito, de manera que a más de un año como desempleado Lucas, comenzó a trabajar contratado, con 166 bolívares de sueldo, en marzo de 1959 y en agosto le dieron cargo fijo con 300 bolívares mensuales.

Así comenzó Lucas su odisea por la Administración Pública, siguió estudiando de noche, fue transcurriendo el tiempo, se fue abriendo camino, fue escalando y cambiando de funciones, aunque con muchas dificultades, pero siempre luchando, ya con un trabajo más seguro, que lo entusiasmaba porque ayudaría a la madre y hermanos menores, con el tiempo le dieron oportunidad de cambiar de trabajo, le ofrecieron entrenarlo para trabajar en un Departamento de Educación Difusión y Servicios Socio-económicos, era para trabajar en las zonas rurales, así que se fue por esta opción, así trabajó en todos los municipios de su Estado, fue acumulando experiencia, estudiaba y se compenetraba con encuestas, recababa datos estadísticos sobre la situación social, económica, cultural, educativa, datos que servían para elaborar estudios socio-económicos y así ver factibilidades de llevar el Programa de la Vivienda, que le asignaron dentro del Ministerio de Sanidad, a la Dirección de Malariología y Saneamiento Ambiental, Programa Nacional de la Vivienda Rural, el Dr. Arnoldo Gabaldón, Arturo Luis Berti y un Ingeniero Olivares, pioneros de esta idea, a fin de contribuir con la lucha contra la Malaria y el Mal de Chagas, erradicando el rancho.

En 1964 el tiempo transcurría inexorablemente, la situación del país era de muchos conflictos políticos, persecuciones, suspensiones de garantías, presos, alzamientos, en la Administración Pública, todo parecía dentro de la normalidad, no obstante surgían los movimientos políticos en los cargos, el politiqueo ya estaba jugando su papel, comenzaba el tráfico de influencias, el Pacto de Punto Fijo, daba algunos ministerios a los partidos aliados, URD y COPEY, de manera que se fue perdiendo la mística, los méritos y comenzaba a prevalecer las influencias partidistas, Ministerio de Sanidad estuvo en poder de URD y también a COPEY, lo cierto que se acomodaban mejor los recomendados y fichas de partido, que llegando dejaban a los que tenían más antigüedad sin ser tomados en cuenta para ascensos y mejores remuneraciones, surgieron algunas luchas sindicales, y Lucas se anotó en la fundación de lo que era la Unión de Empleados Públicos, que era apéndice de la CTV, hegemonía ADECA, en el programa donde él trabajaba, esto le ocasionó múltiples problemas con la jefatura del programa, que era un extranjero, se hacía llamar ‘’doctor’’ además condecorado con la Orden de Francisco de Miranda.

De manera que Lucas al ser llamado por este para que depusiera su empeño en organizar el sindicato, como no aceptó fue sancionado y puesto a la orden de la Oficina Central, es decir fue echado de su Estado natal, y el dirigente regional de la UNEP de AD no pudo detener la influencia del condecorado doctor para defender a Lucas, eran algunas de las medidas disciplinarias que aplicaban, y Lucas con esta empezó su calvario, estuvo en Maracay casi un año, este no se resignó, movió muchos contactos sindicales y amistades, de tanto luchar, el muchacho logró una ubicación en la Zona Trujillo-Mérida, fue ascendido dentro de todas las dificultades, se encontró con un ingeniero que abriría esa zona, y este tenía influencia política dentro de URD.

Desde el años 65-69 estuvo Lucas en Mérida, donde había seguido sus luchas sociales y reivindicativas, al llegar el Gobierno de Caldera en 1969 un tribunal inquisidor lo reunió y lo aventó de nuevo a la orden de la Oficina Central en Maracay, acomodos, reacomodos, pugnas entre partidos, AD se dividió varias veces, Lucas en Mérida, aunque nunca se inscribió en ningún partido le llamó la atención la candidatura de Luis Beltrán Prieto y develó sus preferencias, los copeyanos no le perdonaron y dentro de la Institución había un copeyano influyente que trabajaba con Lucas, a este no le gustaba el izquierdismo de Lucas, y se presentó la oportunidad para deshacerse de este funcionario.

Ya en Maracay a la orden de la Oficina Central, le asignaron a Lucas tareas por varios estados, con el departamento de recuperación, que se encargaba de la recaudación y promoción de que los beneficiarios pagaran las cuotas de la vivienda, así estuvo durante un años viajando por todo el país, hasta que por circunstancias de la vida, se encontró un anochecer de febrero de 1970 a una señora que pedía auxilio en la autopista Valencia Maracay, junto con una joven, Lucas iba en su carrito Cortina, y se detuvo unos cuantos metros delante del carro accidentado, fue retrocediendo, observando el panorama, y no observó nada extraño, entonces la señora le pidió la llevara a casa de un familiar en Maracay, entramos en conversación y mi sorpresa fue que esta señora era familia nada más y nada menos que del jefe de la Dirección a la que estaba anexada la Vivienda Rural, no perdí tiempo le conté mi problema, que la familia la tenía en Mérida y necesitaba ubicarme más cerca, a los tres meses fui ascendido y enviado como jefe de la Oficina de Recuperación en Barinas, Lucas había hecho estudios de contabilidad General, además de otros curos en el INCE, lo que le valieron para que los padrinos encontrados al azar, le ayudaran, sorprendidos quedaron los jefes de Maracay, cuando los llamaron para que ayudaran a solucionar el problema a Lucas, pues cansado estaba de estar buscando una ubicación que estuviera cerca de su familia.

BARINAS, fue donde mejor le fue a Lucas, estuvo 14 años entre la jefatura de Recuperación e Inspector Contador de créditos, esa estabilidad la aprovechó para seguir estudiando, logró en el Liceo O’Leary de Barinas obtener por Parasistema el Título de Bachiller, después se inscribió en la Universidad Abierta, en la que no continuó, estuvo como dirigente del Gremio de Inspectores, luego fue Secretario General del Sindicato de Empleados del Ministerio de Sanidad, una vez aprobada la Ley de Carrera Administrativa en agosto de 1970, estas decisiones de seguir en la lucha sindical no dejó de causarle problemas con las jefaturas, casi siempre los jefes a excepción de pocos veían con buenos ojos los sindicatos, los consideraban alentadores de conflictos y la pereza, que reclamaban mucho, pero era un derecho legal y a eso se acogían los que se decidían a enfrentarse ante los patronos, aunque muchas veces se sacaba la peor parte porque en sindicatos de los empleados de la época no tenían el fuero sindical.

Lucas tuvo relativamente estabilidad en sus cargos en Barinas, durante los gobiernos de Rafael Caldera, Carlos Andrés Pérez, Luis Herrera Campins, a pesar que las luchas sindicales, le causaban problemas, porque la corriente sindical de AD no veía con buenos ojos un sindicato independiente no afiliado a la CTV, entonces si se desató una estrategia para minimizar la fuerza obtenida por ese sindicato de empleados, fundado durante el gobierno de Caldera.

La CTV y la Fracción sindical de AD, lograron tras una campaña en el Gobierno de CAP neutralizar el sindicato de empleados públicos que había surgido en todo el país a raíz de la aprobación de la Ley de Carrera Administrativa, el sindicato estaba dirigido por tendencia de izquierda, COPEY más o menos aceptó el sindicato y permitieron que sus partidarios participaran en el sindicato, pero los Adecos cuando CAP, instruyeron a su seguidores a que se retiraran del sindicato y que fortalecieran la SUNEP, que era el reconocido por estos.

El surgimiento del sindicato en contra de las líneas de la CTV, logró neutralizar en parte a la SUNEP sindicalismo controlado por la fracción de AD, estos no perdonaron ni aceptaron nunca lo que dieron en llamar sindicalismo paralelo, aunque la fuerza sindical de la nueva corriente fue debilitada, esta continuó a pesar de bajas también en figuras de la izquierda del hospital, por cambios de sus dirigentes, Lucas continuó manteniendo la dirección del sindicato en Barinas, estaba fichado en la fracción de AD, la fracción del partido de la Institución había pasado la lista de los adversarios a su corriente, también algunos copeyanos estaban en la lista de AD, porque ya en plena campaña electoral de 1983 aparecía favorito Jaime Lusinchi para ganar la presidencia, volvería Acción Democrática a ser gobierno, aunque estos nunca perdieron su hegemonía en el Congreso Nacional, el Senado y la hegemonía sindical.

LUSINCHI GANA LAS ELECCIONES DE DICIEMBRE DE 1983

Para Lucas las cosas estaban claras, desde la misma campaña electoral solicitó ante la jefatura de Zona, las 14 vacaciones que tenía acumuladas debidamente justificadas por escrito, además solicitaba la auditoría pues contabilidad y balances estaban al día, para entregarle el cargo al Sub-Inspector, el jefe de la zona le llamó y le sugirió que no habrían cambios ni persecución al personal por asuntos políticos, así se lo había garantizado el máximo Jefe del Partido y futuro Gobernador de Barinas, ya los rumores sobre los que recaería el Decreto del Presidente, que era la reducción de personal, la burocracia, los gastos suntuosos, compra de vehículos, viáticos y que ya el país no aguantaba tanto derroche, es hora de acabar con tantos desaciertos gubernamentales, eso proclamaba en su campaña, se percibía como demagogia a flor de labios. Lucas insistió ante el jefe, que necesitaba sus vacaciones, que él no le entregaría el próximo año a un adeco, tanto insistió que solicitaron la auditoría y cumplidos todas las normativas, se fue de vacaciones en el mismo año 1983.

Asumió Lusinchi, comienza la movida de mata, los jefes que pensaban se quedarían fueron destituidos, llegaron las piezas de confianza del nuevo gobierno, los que aplicarían con rigor el decreto de destituciones, no solo a los cargos de confianza sino también contra los que estaban en listado de la fracción del partido, comienza la persecución, como no se había vivido en todos los anteriores gobiernos del Pacto de Punto Fijo, claro que destituían en cada cambio de gobierno de adecos a copeyanos, con más sectarismo en cada gobierno adeco, pero nunca masivamente como lo quiso hacer Lusinchi; me encontraba en el disfrute de las vacaciones y en marzo de 1984, me visitaron en mi casa para entregarme el oficio de destitución, a los que no estaban de vacaciones les fue más fácil, los destituyeron de inmediato, la reacción de todos los que estábamos protegidos por la ley como funcionarios de Carrera, nos reunimos, buscamos los asesores jurídicos y de inmediato las apelaciones legales, no llegaron los expedientes de destitución muy lejos, porque debieron revocar la decisión, solo que los afectados no volvían a sus cargos.

A Lucas lo sentaron a la mesa en una especie de tribunal inquisidor, lo llamaron para proponerle enviarlo a Amazonas, Lucas les respondió, que no aceptaría cambios que lo desmejoraran, que de volver era su cargo, donde no tenía ningún expediente que justificara su salida del cargo, le respondieron que la orden era de salir de él a como diera lugar, entonces le pidieron la renuncia, tampoco Lucas lo permitió, en caso de renunciar sería cuando retornara de las largas vacaciones, casi dos años, finalmente aceptaron la propuesta pero querían que dejara la renuncia firmada con la fecha en que me reintegraría, tampoco Lucas aceptó, finalmente consintieron en que cuando se reincorporara firmara la renuncia, el acecho no terminó aquí, después citaron a Lucas a declarar sobre dudas que tenían en unos documentos de cotizaciones y compras de materiales, Lucas acudió, justificó, declaró y nada pudieron conseguir en su contra en la auditoría que hacían para entregarle a la persona recomendada por el partido.

DE EMPLEADO PÚBLICO DE CARRERA A COMERCIANTE.

Lucas estuvo trabajando como administrador de un periódico de la localidad en forma temporal, también incursionó como Productor de Seguros, también Lucas en 1983 aprobó el examen de Locutor Comercial, y trabajó con un colega en Radio en un programa deportivo y en otro de opinión, donde Lucas debió retirarse porque el Director de la Radio, no estuvo de acuerdo con unas críticas que Lucas hizo al gobierno y este le sugirió moderar la crítica, Lucas no se adaptó a ejercer la locución a pesar de su pasión por el micrófono.

Lucas se encontró con su hermano que trabajaba en CADAFE en San Cristóbal, también víctima del acecho lusinchista adeco, fue víctima de un dirigente sindical que aprovecho el nuevo gobierno para hacerlo destituir, a este por supuesto le pagaron sus prestaciones, juntaron sus ahorros y establecieron una tienda o abasto con licencia de licores, en un local acondicionado por Lucas en terreno anexo a la casa que la vivienda rural le otorgó a la señora de Lucas en crédito, así comenzó Lucas como comerciante junto con su hermano Chucho.

En el pensamiento hubo optimismo, el abasto empezó a moverse comercialmente, la gente del pueblo acudía a hacer sus mercados, tanto que otros negocitos mixtos, empezaron a tener recelo con el abasto el corozal porque perdían clientela, pueblo pequeño infierno grande dice el dicho popular, los problemas que al comienzo se reflejaron fue la regulación de precios a través del PVP, impuesto por el nuevo gobierno, parece mentira pero de inmediato comenzó la escasez de productos de la dieta alimenticia, caraotas, arroz, azúcar y otros que era el fuerte para la alimentación del pueblo, también en los anteriores gobiernos de la ‘’democracia’’ puntofijista se utilizaron los controles de precios, el más fuerte fue en 1974-1978 en primer gobierno de CAP, con el fin de frenar la especulación, la inflación en plena bonanza petrolera, pero el gran derroche de los dineros públicos, y la avaricia de los industriales, empresarios y comerciantes, como la regulación fue en alto porcentaje de productos, los precios se inflaron, se desató una escalada de escasez, pero como habían suficientes divisas las importaciones crecieron, las ganancias de pocos aumentaron, y el control de precios no surtió el efecto esperado.

En el Gobierno de Luis Herrera Campins, se aplicó regulación a alimentos de la canasta o cesta básica, tampoco surtieron efecto las medidas para combatir la especulación acostumbrada, de manera que gobiernos de tendencia capitalista como los de la cuarta república aplicaron, pareciera paradoja, pero se valieron de las regulaciones de precios, muchas veces en contra de las altas esferas de las organizaciones empresariales.

El Comandante Chávez entre 1999-2004 impuso el control de precios a una lista de 11 productos alimenticios, como granos, harinas, pastas, leches, quesos carnes, azúcar, café, se cree que en una economía de monopolios y oligopolios es una necesidad regular los precios para defender los ingresos salariales de los trabajadores, para garantizar estos controles se creó la Superintendencia Nacional de Costos y Precios.

El gobierno de Lusinchi creó la Comisión de Costos, Precios y Salarios, (CONACOPRESA), como la situación económica se fue agravando en este gobierno de muchas expectativas, pero que resultó uno de los peores de la ‘’democracia representativa’’ la deuda se incrementó, el derroche no paró, la burocracia se incrementó y todo se derrumbó, resultando otro fiasco, ya estos estaban quemando los últimos cartuchos, ya el pueblo había ido tomando conciencia, y determinando lo que era la demagogia, tantas promesas y nada se cumplía.

Lucas sufrió los rigores del acecho de la gente que compraba en el abasto y pasaba a otros negocios, la gente desesperada llegaba e insultaba a los dueños de los abastos, tiendas o bodegas, por la escasez habida, suponían que los acaparadores eran los que tenían sus pequeños negocios, porque preguntaban por azúcar y si no había, protestaban e insultaban al bodeguero o comerciante, hubo quienes para vender los productos que escaseaban, los comerciantes exigían comprar otras cosas que no era objeto de escasez, más protestaba la gente, en el abastico de Lucas y Chucho, hubo momentos en que la gente desesperada tomaba represalias por su cuenta, trataban de llevarse por la fuerza algunos rubros sin pagarlos, eso traía inconvenientes, Lucas debió quitarle a una señora que se había tomado un kilo de pasta y se negó a pagarlo, todo esto ocasionó la escasez de algunos rubros de primera necesidad.

Ante tantos problemas surgidos, y habiendo finalizado el años fiscal, Lucas y Chucho decidieron liquidar la sociedad, no daba para los gastos, hubo pérdidas, se acabaron los intentos de comerciante de este empleado Público que fue víctima del politiqueo, Lucas durante 27 años como empleado público estuvo al tanto de los aconteceres políticos, económicos, sociales, culturales, y siempre observó lo negativo que es la política ejercida con fanatismo y pasión extrema, que desvía la los reales objetivos de la ciencia política, degradándola y con ello también la democracia y los liderazgos, Lucas le fueron violentados sus derechos legales, solo por los caprichos de jefes al servicio condicional de la llamada politiquería, que en sí es el politiqueo. 27 años de servicio, ya su edad se acercaba a los 50 años, toda una vida truncada por los abusos del poder, perdería el derecho de jubilación y seguiría desempleado, ya esa edad le era difícil que lo empelaran, por aquellas circunstancias de la vida se encontró con un antiguo compañero de trabajo en Barinas, este había renunciado porque consiguió trabajo en San Cristóbal donde tenía su familia, y conversaron, este compañero de profesión Administrador, tenía un alto cargo, y le ofreció a Lucas un cargo en el departamento de compras, este sabía de su trabajo.

Comenzando el nuevo gobierno de CAP 1989, Lucas entraba como contratado a una Instituto Autónomo, que era la CVS, Lucas había acordado con el Licenciado Administrador, que trabajaría no sujeto a condiciones partidistas, este le garantizó que tal cosa no sucedería, por lo menos con el actual Presidente de la Corporación, que era netamente técnico y no político, así ingresó Lucas y recuperó al año un cargo fijo, que le garantizaba la continuidad en la Administración Pública, en el año 1992, salieron los altos jefes, nombraron a un Presidente que traía líneas de partido, y llegó con su corte de colaboradores, Lucas no fue aceptado en el cargo de compras por el nuevo Presidente, el traía el candidato, a Lucas le llamó y le dijo que lo enviaría a la Biblioteca a otro trabajo, empezaron los problemas, pero ya cumplía 33 años en la Administración Pública no alcanzaba los 60 años para la jubilación, pero la solicitó, sabiendo que saldría jubilado con el 60 por ciento en vez del 80. Así terminó su carrera en la función pública, de manera que lo de empleado público a comerciante solo fue una prueba, porque se dice que el comercio es el que da más estabilidad, pero toda persona no corre con la misma suerte en la actividad comercial, depende del tipo de negocio.

En aquella época el empelado público no podía ser comerciante, estaba prohibido por la ley, es decir era incompatible ejercer dos cargos a la vez, salvo los que la ley contemplaba, en cambio hoy día muchos funcionarios públicos ante la guerra económica, los altos precios de alimentos, vivienda, vehículos y algunos servicios, los empleados se ayudan con el comercio, porque los sueldos no les alcanzan para cubrir todas sus necesidades entonces se ayudan, a pesar que cuando son matrimonios los dos trabajan, pero con la aparición del dólar paralelo, y el alza de los productos, la escasez, el contrabando de extracción golpeó los sueldos y salarios, es la actual lucha, por eso el cierre de la frontera con Colombia, pues en Cúcuta instalaron el bunker del dólar paralelo y la depreciación de nuestro signo monetario, el bolívar, que siempre ha sido una moneda fuerte en relación al dólar, ahora el mercado paralelo le estableció una devaluación al poner a valer el dólar paralelo hasta en 700 bolívares, al parecer con el cierre de la frontera se ha logrado ir minimizando esa práctica nefasta.

lucas19stg@gmail.com



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Teodoro Guerrero Salas


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