Juana la avanzadora al Panteón Nacional

"Yo me siento más indoamericano y afroamericano, que hispanoamericano, iberoamericano y que latinoamericano" (Hugo Chávez)

Nuestro Panteón Nacional, con profundo espíritu bolivariano, ha tenido que refundarse para refundar la Patria/Matria.

Con Guaicaipuro, Chávez lo refundó en la inclusión social, cultural y espiritual y en la unidad cívico-militar de una revolución pacífica, pero no desarmada.

Patria/Matria (Padre y Madre que desde el fondo de los siglos y milenios remontan los más altos nevados de nuestras cordilleras):

Padre Sol y Madre Tierra, unidos por el arcoiris.

Refundar el Panteón Nacional supone refundar la Cultura Nacional y la Geografía y la Historia Nacional. Allí están Los Fueros de Guaicaipuro, en los cantos de Rubenángel Hurtado y serán plasmados en el mármol de los siglos con el alma de las manos creadoras del escultor tequeño Edgar Corrales.

Para refundar el Panteón Nacional hay que abrir el abanico de nuestra diversidad cultural y humana por donde está más cerrado: Lo indio- originario, lo afrodescendiente, lo negro, lo zambo, lo mulato, lo indo-mestizo, lo indoamericano, lo guanche-canario, lo femenino: la independencia de Oriente donde pelea Juana Ramírez La Avanzadora y donde derrota a los godos en la batalla del Alto de Los Godos. Que haya nacido en Maturín o en Chaguaramas, no es el problema de fondo: pero en el corazón de Monagas fue sembrada. En el Panteón, pronto estará Piar, no como herejía anti-bolivariana sino como prolongación esos flecheros sublevados de las Misiones del Caroní: allí en Chirica, bajo el sol de San Felix pintado sobre el espejo de agua del río Padre: Parabu-Orinoco-Uriapari. Pero también, Piar entrará al Santuario de la Nacionalidad por sus propios méritos y por el proyecto común de Patria. De Venezuela y La Gran Colombia… Allí estará Rengifo, en "Esa espiga sembrada en Carabobo". Lanza en ristre por la segunda Independencia: ¿Y quién carajo nos robó Ayacucho? Preguntará César al colibrí alfabetizando en Los Nevados: ¡el pueblo me enseñó que la letra nunca puede sustituir a la vida!.

La letra, para que no mate, hay que vivificarla en el espíritu de los pueblos, dirá el Evangelio bien entendido: el de la teología de la liberación.

Refundemos el Panteón en el corazón de nuestros pueblos y en sus múltiples espiritualidades: India, afrovenezolana, indo-americana, guanche-canaria, indohispánica, hispano-árabe, euro-americana y mestiza múltiple. En la lejanía del tiempo y en la cercanía del Estrecho Bering y las islas del Pacífico, preguntaremos por nuestra herencia asiático-americana. ¡Que también es presente!

Preguntamos ahora con Whitman en su inclusión del cosmos: ¿está el sapo, la oruga y el guijarro?¿Se me ha olvidado alguna isla?

En las filosofías del Buen Vivir cabe muy bien la unidad Patria/Matria. Porque todo hombre viene de una mujer y la unidad la forman dos y no uno. Y si el Sol es Padre, la Tierra es Madre (si Juyá, la lluvia es Padre que preña a Mma, La Tierra es Madre en la filosofía wayuu).En la Madre África está el origen común de la humanidad. ¿Es que ya todas las Juanas cruzaron la geografía del planeta en el plumaje que corona las más altas montañas? (En estratégicas alianzas de indios y negros contra los viejos y nuevos conquistadores esclavistas) ¿Hablaron ya contra las Juanas los nuevos agentes del FMI, del Banco Mundial y de la Organización Mundial de Comercio?¿Y qué sabrán de currículo Guaicaipuro, la negra Juana y el Negro Primero? preguntarán el obispo de Coro y su monaguillo Ramos Allup, los Hausmann y los Mendoza Polar… con los agentes imperiales del sionismo y del FMI.

¿Acaso no son misioneros del Fondo Monetario Internacional los nuevos pilotos de las carabelas de Colón?

Todo acto discriminatorio es una manera de inferiorizar al otro o la otra. El racismo en nuestra América, después de la conquista tiene un origen más acentuadamente patriarcal: comienza por la negación y desconocimiento radical de la Madre India, primera Madre de América, Madre Común de las primeras generaciones de mestizos y mestizas. La Madre India, como la Madre Tierra, es Madre también del zambo José Leonardo Chirino. Y en sentido general el endorracismo materno niega el origen común de la humanidad: La Madre África.

La base cultural del racismo es el endorracismo materno y la vergüenza cultural por la Madre Tierra, la Madre India, como primera Madre de América, la Madre Negra, la Madre Indo-mestiza y la Madre por Madre y por Mujer, sea cual sea su color y procedencia étnica, social o cultural. En todas ellas está Apacuana y Urquía, Juana La Avanzadora, Hipólita, Josefa Camejo y Luisa Cáceres de Arismendi.

Bienvenida a la refundación de la Patria esa espada invencible de Juana La Avanzadora y ese caballo esclavista y de conquista que montado en pelo, lo vuelves libertario. Y ya no lleva el cuello torcido del escudo nacional. Desde El Alto de Los Godos, derrotemos ahora a los neo-mantuanos: a los nuevos vende-Patria del imperialismo y del Fondo Monetario Internacional.

Que vienen disfrazados de inocentes ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.



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Saúl Rivas Rivas


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