Chávez fué un soñador, también aró en el mar y el viento

El arañero de Barinas fue un soñador, creyó en la refundación ética y moral de la Nación venezolana a partir de un proyecto ético y moral, creyó en construir la vía venezolana al socialismo, como camino a la redención de nuestro pueblo, a la salvación de nuestra Patria y a la construcción de un nuevo mundo donde se hiciera realidad el sueño de tantos y tantas venezolanas, la mayor suma de felicidad y seguridad posible del pueblo. Creyó en la construcción de una estructura social incluyente, en un nuevo modelo social, productivo, humanista y endógeno, para que todos viviéramos en similares condiciones, rumbo a la suprema Felicidad Social. Creyó que con la siembra de conciencia surgiría el hombre nuevo y solidario. Creyó que su mensaje respecto a los vicios del capitalismo basado en el individualismo egoísta, en la codicia personal y en el afán de lucro desmedido, le estaba llegando a sus más cercanos colaboradores y los millones de seguidores. Creyó en sus compañeros militares por eso los integró a su gobierno. Creyó que era posible la cooperación solidaria de los pueblos por encima de los intereses particulares de cada país. Creyó siempre en los que lo acompañaron durante toda su estadía en el poder. Creyó que sus descendientes políticos pudieran trascenderlo, los que posterior a su desaparición física se autonombraron como sus hijos. Durante su vida pública dio muestras de desprendimiento, de bondad, pero sobre todas las cosas de humanidad e ingenuidad.

El comandante Chávez surgió en un momento histórico donde el pueblo había perdido la esperanza, no creía en los partidos políticos ni en los políticos, ni en los gobernantes.

Es triste admitirlo, pero vista la actual situación del país, inmerso no solo en una enorme crisis económica, sino también en una crisis ética y moral, podríamos decir que Chávez fue un soñador, que aró en mar y en el viento. No fue suficiente el titánico esfuerzo que realizó para transformar esta sociedad y enrumbar al país hacia un destino mejor, pero la realidad es otra. No se ha logrado la refundación ética y moral, por el contrario hay una descomposición en cualquier ámbito social, donde se habla de corrupción, empresarios asociados con funcionarios de gobierno para depredar la renta petrolera, comisiones, matraqueos, bachaqueros, acaparadores, especuladores, pranes y pranes de pranes, mafias sindicales, paramilitares, bandas y súper bandas de delincuencia organizada, sicariato, etc. El nuevo modelo social, productivo, humanista y endógeno, está lejos de ser realidad. El hombre nuevo y solidario, es una utopía, soy un hombre de 60 años y recuerdo que en mi época de niño y adolescente había mucha solidaridad entre vecinos y conocidos, gente humilde, se compartía la comida y el pan, se hospedaba al amigo, no había tanta violencia, se respetaba el bien ajeno, respeto a los mayores, ahora hay caos social (patético ejemplo los motorizados), intolerancia ciudadana, egoísmo, individualismo, afán desmedido por el lucro y el dinero. Su mensaje sobre los vicios del capitalismo, pareciera que a muchos funcionarios les entró por un oído y le salió por el otro y no se quedó nada adentro. Hemos cometiendo los mismos errores que cometieron los gobernantes y dirigentes políticos antecesores a la Revolución Bolivariana, tanto que los han criticado y sin darse cuenta, los actuales gobernantes y dirigentes políticos, de cualquier bando, los están imitando a la perfección, con todos sus vicios incluidos y los han superado.

En la actual situación del país las palabras pronunciadas por el comandante Chávez, hace 16 años, caen como anillo al dedo: "Yo he sido traído aquí por una corriente originada en esos hechos. Clamo a todos, los partidarios de nuestra propuesta o nuestro proyecto, los adversarios de nuestra propuesta, los llamo a que jugando cada quien su papel, pensemos primero y antes que nada en el interés del país y en el interés del colectivo, y pongamos en último término el interés de nuestra fracción o el interés de nuestro partido o el interés de nuestro grupo o el interés de nuestra familia o el interés de nosotros mismos. Eso va en último lugar de prioridad. Llamo a todos que esa sea la norma de trabajo a partir de este mismo instante. Para que podamos polemizar, a regular las perturbaciones, compatriotas todos, porque ustedes lo saben, la crisis moral está allí; la crisis económica está aquí. Salgamos a la esquina y la vemos y la sentiremos que nos golpea el rostro y el alma".

Yo no sé, si el Chavismo se está agotando o si su dirigencia política (la mayoría con dualidad de funciones) lo está asesinado lentamente con su actuación frente al gobierno y/o frente al partido, lo que si sé, en mi humilde opinión es que, a pesar de todo, todavía quedan soñadores, me incluyo, que mantenemos la esperanza y la fe ciega en ese mundo mejor que Chávez soñó.

No hay dudas de los muchos logros de la revolución y que están a la vista, como también no hay dudas que hay muchísimos problemas, de la deuda social heredada, que no hemos logrado superar y el surgimiento de muchos otros como consecuencia de inadecuadas políticas de gobierno, y ha sido un error político no reconocerlo y peor aún justificarlos con los aciertos de la Revolución.

El legado de Chávez ¡Unidad, Lucha, Batalla y Victoria!, no significar que por el bien de la unidad debemos callar. Por el contrario debemos ser críticos y autocríticos, irreverente en la discusión y leales en la acción, para rectificar, cambiar porque una revolución es un constante cambio.

Salazarpjh1@gmail.com

¡Chávez vive, la patria sigue!.



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