El chavismo, según Chávez, nos indica que el Plan de la patria 2013-2019 es la ruta de su legado

Primeramente, debo subrayar que me ha animado a escribir estas reflexiones la lectura que he realizado el mediodía de hoy sobre un libro, publicado ahora en septiembre de 2015,  titulado: El chavismo, según Chávez, cuyo prólogo está a cargo del extraordinario sociólogo estadounidense James Petras y cuyos comentarios han sido plasmados por el columnista del Arado y el Mar, Toby Valderrama. Unos de los aspectos novedosos y afables de este trabajo es que se van comentando, palmo a palmo, las explicaciones y detalles de análisis históricos que el Comandante Chávez se permitía realizar previo a la presentación y explicación de cada uno de los cinco objetivos histórico que constituyen el Plan de la Patria 2013-2019. Convertido, desde el pasado 04 de diciembre de 2013 en  Ley del Plan de la Patria 2013-2019. 

En efecto, se trata de un libro sucinto, de apenas unas 61 páginas, pero bien condesadas y proclives a estimular un debate necesario en este momento en el qué toma cada vez más cuerpo aquella interrogante de Lenin ¿Qué hacer? y tal como él lo planteó en aquel escenario de antesala a la revolución rusa -con el objeto de crear una organización capaz de alcanzar, retener el poder y desarrollar la revolución- ¿cómo podríamos emprender, por todas partes a la vez, la formación de la organización que necesitamos? (2007, 28), más aún, ahora cuando el Estado burgués continua intacto en muchas de sus estructuras preservando su cultura organizacional y, por tanto, no es casual que nos encontremos ante otra de sus amenazas.  

Cuándo el presidente Hugo Chávez entregó a Tibisay Lucena, presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), aquel 11 de junio de 2012 el entonces Programa de la Patria 2013-2019, aclaró algunos aspectos que al día de hoy son muy relevantes analizar para las batallas que se libran y también para las nuevas que se avecinan. En primer lugar, el Comandante Chávez deja constancia de la más grande importancia que tiene este Programa para el país, en segundo lugar, él mismo aclara que estuvo al frente del trabajo, estudiando, revisando, redactando [1], el Programa de la Patria, programa, según subraya, no es definitivo. Por tal motivo, más allá del ver al Comandante Chávez como un ícono que debe aparecer en cuanta campaña se promueve dentro y fuera del país, lo fundamental, es proveerlo de su fibra, pensamiento y filosofía, en fin, darle sustancialidad revolucionaria a su presencia y a la concreción de este Plan que como él mismo señaló no es definitivo, pero cuidando  e insistiendo en que su legado es el socialismo, única vía para transformar y hacer posible la concreción del ahora Ley del Plan de la  Patria 2013-2019.

En virtud de ello, Toby Valderrama lo deja muy claro cuando afirma que el comandante Chávez, con los objetivos históricos “nos deja un mapa estratégico para los tiempos futuros, una guía para la acción en los próximos años. Nos lega un marco teórico que venía trabajando desde hacía mucho tiempo. En estos objetivos aparece el Chávez con visión de futuro, el estadista que comprende al mundo, que vierte allí su aprendizaje de años de gobierno. Estos objetivos son de obligatorio estudio y consideración por parte de los chavistas, son una medida de las acciones, compendian el pensamiento de Chávez, son el centro, la esencia, los cinco mandamientos del chavismo”.  (2015, 25-26)

Sin embargo, consideramos que el estudio y debate de estos objetivos históricos no deberían circunscribirse a los chavistas militantes o camaradas activados, sino que es necesario que se debatan y  reflexionen en todas las esferas de la administración revolucionaria, sin dejar ninguna dirección o gerencia por fuera, por diminuta que alguna de ellas pudiera ser. Todos nuestros militantes y también todos los trabajadores y trabajadoras que están en nuestros Ministerios, empresas, Alcaldía, Gobernaciones, entre otros, deben internalizar estos principios. Ese sería un primer paso para que nuestra revolución no se salga del sendero trazado por el Comandante Chávez, es más sería esta la vía para avanzar en la construcción del verdadero legado del Comandante Chávez: El Socialismo del siglo XXI. Aprovecho la ocasión para aclarar que esta categoría de “Socialismo del siglo XXI” no es cierto que sea del profesor mexicano-alemán Heinz Dietrich como lo señala él mismo Dietrich y lo vociferan algunos camaradas que, con el mayor respeto, no profundizan en el estudio del pensamiento crítico. Esta categoría, en honor a la verdad, la trabajó y publicó, por vez primera, el profesor y sociólogo chileno Tomás Moulian, cuyo libro publicado en el 2000 –dos años antes del socialismo en el siglo XXI publicado por Dietrich-, lleva por título: Socialismo del siglo XXI. La quinta vía (179 Páginas), editado y publicado en Santiago de Chile por LOM [2] Ediciones;  Cuatro Vientos.  

Ahora bien, este documento convertido hoy en Ley, pero que al decir del Comandante Chávez no es definitivo y, por tanto, nos toca a todos nosotros fortalecerlo y darle forma para que el burocratismo y las desviaciones no lo anulen y asesinen, constituye también una prodigiosa guía para reflexionar acerca de la dinámica que en la actualidad impone el mercado petrolero internacional, impactando negativamente el precio del petróleo, vale decir, nuestra principal variable económica. Ciertamente, en el punto del libro que hemos aludido se encuentra un punto, titulado:”Fundamentos de la política petrolera”. (pp. 31- 36). En este punto, el presidente Chávez detalla sus actuaciones petroleras en compañía del entonces ministro de Petróleo y Minería y presidente de PDVSA, Rafael Ramírez y los esfuerzos que se formularon para lograr el reimpulso de la OPEP, tras la realización de su Segunda Cumbre, celebrada en septiembre de 2000 en Caracas –Hacen exactamente 15 años-. Asimismo, pone el Comandante Chávez de manifiesto las amenazas que luego de aquel reimpulso vuelve a sufrir la OPEP y alerta en aquel año de 2012, en pleno escenario de su ultima contienda electoral, que “hoy la OPEP está amenazada otra vez porque el imperio nunca descansa, la invasión a Libia, el asesinato de Gadaffi, las agresiones contra Irán, las divisiones del mundo árabe amenaza a la OPEP y Rafael Ramírez lleva una propuesta, una ponencia más bien que hemos elaborado en los últimos días, muy firme y un reclamo, una exigencia a los países de la OPEP, que se respeten los códigos de la Organización y las decisiones que se tomen en esta reunión.”(Ibídem, 32)

En realidad, la revolución bolivariana con su política de plena soberanía petrolera hizo posible que la OPEP resucitara en Caracas el año 2000, cuestión que prendió las alertas en Washington y aquí en los centros de mando de la burguesía nacional, que dominaba como lacayos la industria petrolera, a la orden de los intereses imperialistas. Afortunadamente, ya ante con el nacimiento de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV), el presidente Chávez había logrado otorgarle rango constitucional a PDVSA, tal como puede leerse en el preámbulo de la CRBV y en su artículo 303 que reza” Por razones de soberanía económica, política y de estrategia nacional, el Estado conservará la totalidad de las acciones de petróleos de Venezuela, S.A.…”.

Desde luego, el desmontaje de los esquemas de la Apertura Petrolera que se suscribieron en las postrimerías del siglo XX y que tenían, principalmente, como finalidad la privatización de PDVSA y la salida de Venezuela de la OPEP, ha sido expresión de un arduo y conflictivo proceso político en nuestro país. Huelga señalar que hubo de enfrentar y superarse, primero, un Golpe de Estado el 11 de abril de 2002 y luego entre diciembre de ese mismo año y hasta febrero de 2003 un criminal  paro y sabotaje petrolero que originó numerosas perdidas humanas y pérdidas económicas al país, cercana a los 20 mil millones de dólares. Hoy nuevamente, está en juego el sostenimiento de la soberanía petrolera, pero también el modelo político societario que nos estamos planteando, vale decir, el socialismo y sabemos que sin socialismo es imposible garantizar, en el mediano y largo plazo, el manejo soberano sobre nuestros recursos naturales, principalmente, sobre el petróleo, que es el vector principal de nuestro desarrollo económico y social.

Al respecto, es oportuno traer a colación lo que formula el sociólogo estadounidense Petras, en el libro que ya hemos referido, una vez que nos dice: “Chávez comprendió que el poder político implicaba más que ganar elecciones y acceder al Palacio Presidencial; el objetivo estratégico-político era transformar el Estado neocolonial, a objeto de impulsar la revolución por la liberación nacional, lo que en Venezuela se significaba crear una nación independiente. (Ibídem, 7) Al mismo tiempo, alerta Petras que “los adelantos del Presidente Chávez se encuentran hoy en peligro mortal, amenazados por parte de enemigos externos e internos” (Ibídem, 10) y, además, nos subraya que “la continuación y la realización de los objetivos históricos de Chávez se encuentran en manos de los sectores de avanzadas de las masas revolucionarias en los meses que están por venir” (Ídem).

Por ello, es importante señalar que, en este momento estelar de nuestra historia en el que somos nuevamente amenazados por las pretensiones imperiales es de vital importancia unir nuestros mayores esfuerzos en el estricto cumplimiento de la Ley Plan de la Patria 2013-2019, en especial a lo relativo a su  primer gran objetivo histórico que nos invita a defender, expandir y consolidar el bien más preciado que hemos reconquistado después de 200 años: la independencia nacional. En consecuencia, la tarea debe comenzar ya como una actividad de sinergia y dialéctica en la cual se retroalimente la Ley del Plan de la Patria 2013-2019 con el legado del Comandante. Es impostergable vivificar, en todos los rincones de la patria y más allá, la fibra humanística, revolucionaria e internacionalista de Chávez, sólo así seremos capaces de derrotar a los enemigos vengan de dónde vengan. 

Notas:

[1] Miren perdóneme que lo diga de esta manera, porque no suena bonito seguramente, pero yo mismo redacté los cinco grandes objetivos históricos de nuestra revolución y desde allí partimos en la identificación y luego redacción de los objetivos estratégicos (…) (2015, 20) 

[2] Para ser más preciso LOM, es una palabra yámana (indígenas nómadas del archipiélago fueguino en el extremo sur de América, en territorio de Chile y Argentina) que significa SOL.

 

Bibliografía:

Escuela Política El Arado y el Mar (2015): El chavismo, según Chávez. Prólogo de James Petras. Comentarios de Toby Valderrama.[Documento en línea]. Disponible: en [http://elaradoyelmar.blogspot.com/2015/09/el-chavismo-segun-chavez-con-prologo-de.html]. Consultado el 29 de septiembre de 2015.

Dietrich, Heinz (2002): El socialismo del siglo XXI.  S/E.

Dietrich, Heinz (2005): Hugo Chávez y el Socialismo del Siglo XXI. Instituto Municipal de Publicaciones. Alcaldía de Caracas.

Lenin, Vladimir I. (2007): ¿Qué hacer? Clásicos marxistas. Los libros de El Nacional. Caracas.

Moulian, Tomás (2000): Socialismo del siglo XXI. La quinta vía. Colección Escafandra. LOM Ediciones; Cuatro Vientos. Santiago de Chile.

Mujica Sánchez, Eleazar J. (2005): Petróleo y socialismo en el siglo XXI. Instituto Municipal de Publicaciones. Alcaldía de Caracas.

Mujica Sánchez, Eleazar  J. (2015): El papel de los petromineros en la defensa de la independencia nacional. –Trabajo basado en el Primer objetivo histórico del Plan de la Patria 2013-2019-. En Periódico Siembra Petrolera, Ministerio del Poder Popular de Petróleo y Minería-PDVSA, Año 1, N° 1-Agosto. pp. 10-11. Caracas.



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Eleazar Mujica


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