La vinotinto de baloncesto: el orgullo patrio

El Deporte Rey de Venezuela sin lugar a dudas es el béisbol, deporte que nos ha deparado grandes emociones al menos desde 1941 en adelante en el área aficionado, (que es uno de los más puros o sin la contaminación del negocio rentado. Aunque a veces también los federativos hacen de las suyas). El béisbol que llegó para quedarse con el petróleo y es fuente de alegrías íntimas y colectivas en Venezuela ayer como hoy, es la reafirmación del orgullo nacional, elixir para aliviar las dolencias prosaicas de la economía y la política, además acrecentar ilusiones juveniles y familiares para desarrollar talento humano para exportar, como se dice, a la liga de béisbol estadounidense, la meca de esos juegos de alucinantes como un saber de umbrales, para decirlo con palabras de Walter Benjamín, (mal llamada Grandes Ligas o Big Show).

Ahora bien, otros deportes que nos han dado satisfacción indecible: el Boxeo con Morochito Rodríguez, el Esgrima, el Voleibol… y ahora el La Vinotinto de Baloncesto, la Selección de Mayores. Una verdadera Generación de Oro, que anteayer y ayer literalmente hizo que se paralizara por completo Venezuela, una cosa espeluznante (¡Estriercolizante…! diría un amigo nuestro), un desborde de adrenalina, taquicardia, que se tradujo en gritos, ojos aguarapados e interjecciones y tacos como ese que le salió del alma al Coach , Néstor Ché García: "…Cuando Heissler (Guillent) les clava el triple ese que se lanza hacia atrás y nos ponemos a cuatro, yo dije dentro de mí: Se jodieron", porque ya los nuestros estaban salvajes". Primero con la clasificación a las Olimpiadas en Río de Janeiro de 2016, en juego ante Canadá y sus 9 NBA, que es cosa de soplar y hacer botellas sino un acto heroico, ¡Medio cartón…! Y para cerrar luego con la apoteosis de la Medalla de Oro, ante la tercera selección del mundo que es Argentina, completamos el cartón, ¡Na ´guará!

Sin lugar a dudas, se nos eriza la piel escuchar las notas del Himno Patrio en tierras aztecas, cuyo tradicional sombrero de charro adornó las testas de una selección nacional que merece todos los aplausos, vítores y enhorabuenas por exaltar nuestro gentilicio; agréguese, además el hecho de ver cómo el entrenador del país, un argentino que merece al menos un Doctorado Honoris Causa en Gerencia Deportiva por lograr cohesionar un equipo de trabajo de alto desempeño, desplegar un liderazgo, como todo un estratega, cuya filosofía de gestión acota que tiene atributos como buscar que todos se sientan involucrados, desarrollar el temple, compromiso, tener valores como la solidaridad, reconocimiento de todos, juntarse, promover un sueño… O como diría Maturana el lenjuajear y el emocionar hicieron sacar lo mejor de cada quien, hasta visualizar un sueño y lograrlo…Tremenda lección, un Coach como el Ché García que suda, arenga y vive la camiseta vinotinto como un nativo más, que ya quisiéramos que para otros aspectos de la vida nacional se lograra un equipo con ese talante; además de escuchar la emotiva narración de Cesar "Nanu" Díaz por Tves y a de Fermín Pérez Junior en Meridiano tv, son momentos de gloria indescriptibles, una proeza que nos hace mucho bien.

23 años tuvo que esperar la tierra de Bolívar para ver a sus muchachos del baloncesto en unas Olimpiadas, recordemos merecidamente y ya para finalizar a los Héroes de Pórtland dirigidos por Julio Toro en 1992, época de sacudimientos también para el país, un poco como ahora, donde antes que desencanto se necesita una visón optimista de futuro, en fin, en aquel equipo también glorioso lo integraban junto a nuestro NBA Carl Herrera, Nelson Solórzano, Iván Olivares, Sam Shepherd (nacionalizado), Víctor David Díaz, Gabriel Estaba, Luís Jiménez, Rostín González, Armando Palacios, Alexander Nelcha y Melquíades Jaramillo, quienes son merecedores de todo el respeto de la nación venezolana entonces como ahora.

Actualmente pronunciamos sobrado orgullo nombres como los hermanos Gregory y José Vargas, Néstor Colmenares, Windy Graterol, Jhon Cox, Heissler Guillent, Miguel Marriaga, David Cubillan, Lewis Patrón, Brayan Ruiz; y el entrenador Argentino, venezolano de corazón Néstor "el Che" García, junto con el barquisimetano Daniel Seuanes y Nelson Solórzano, como asistentes, cuadro de honor que habrá que enmarcar en la memoria y en el mejor lugar de nuestros hogares, gloria inmarcesible a esta generación de oro.

A manera de propuesta, para mejorar la calidad del baloncesto rentado nacional y exportar talento, además de asegurar generación de relevo; deberían crearse escuelas de baloncesto en cada estado de Venezuela y hacer constantes visitas a escuelas, liceos y colegios, por parte de caza talentos, con fines de buscar prospectos para este deporte de las alturas. También el inminente aporte del estado y la empresa privada. De esta manera, en un futuro, seriamos una potencia, que no le envidiaríamos nada a ningún país.



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Luís Saavedra y Dalí Armando Álvarez

Docente, Trabajador popular.

 luissaavedra2004@yahoo.es

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