Maduro vuela alto

Nuevamente el Presidente Nicolás Maduro ha dado muestras de su pulso político y de su visión estratégica. En una decidida y audaz acción política interna decreta el Estado de Excepción en parte del territorio fronterizo con Colombia, en el estado Táchira, respondiendo así al clamor popular que esperaba esta medida como respuesta digna y soberana al insolente e irresponsable gobierno de ese país, que pretende que sea el estado venezolano quien asuma toda la responsabilidad política, social y económica de una crisis históricamente generada en territorio colombiano. Se plantea así una respuesta contundente al paramilitarismo, al contrabando de extracción, al narcotráfico y a la especulación cambiaria contra el Bolívar, como expresiones todas de la política común de las mafias colombianas y sus cómplices en Venezuela que pretenden acorralar, paralizar y desestabilizar al gobierno nacional. Pero esta audaz decisión no es solamente coyuntural sino que va al fondo del problema cuando replantea el tema fronterizo dentro de una visión de largo aliento, que trabaja en la construcción de una nueva frontera como garantía de paz, de trabajo productivo, de sano intercambio comercial, y exenta de narcotráfico, paramilitarismo y violencia.

Definido así el marco nacional y puestas las cartas sobre la mesa en la frontera, nuestro Presidente asume igualmente con audacia la realización de una gira, previamente pautada, que lo llevó a Vietnam y China. Tal actuación revela una visión integral en donde el aspecto nacional e internacional están íntimamente vinculados, dependiendo uno del otro. Y así con sentido holístico se aborda esta gira a países asiáticos que mantienen un vínculo político solidario con Venezuela que se acrecienta a medida que pasa el tiempo, produciéndose acuerdos de variada índole que pasan por lo económico, financiero, técnico y científico reforzando con esto la presencia de Venezuela en el ámbito internacional y enviando un mensaje al mundo de la solidez diplomática del gobierno del presidente Maduro, quien actúa inspirado en el legado del comandante eterno Hugo Chávez.

Aquí cabe especial mención a la relación estratégica con China, convertida hoy en motor económico del mundo y segunda economía global. Esta alianza garantiza un soporte financiero sólido para hacer realidad los programas de inversión tanto económicos como científicos y tecnológicos en los diversos planes de desarrollo de nuestra Patria.

Pero también dicha gira hizo posible un encuentro entre el Presidente Maduro y el Presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin. Esta reunión sirvió para la búsqueda de una política común de ambos países para enfrentar la caída de los precios del petróleo y trabajar iniciativas conjuntas que fortalezcan una política petrolera con precios justos. Actuando de esta manera nuestro Presidente Obrero marca la escena política mundial con el sello bolivariano y chavista de lograr un mundo multicéntrico y pluriplural, tal como era la visión geopolítica del Comandante Eterno Hugo Chávez.

Esto demuestra tanto a nivel interno como a nivel internacional que la revolución bolivariana, lejos de estar aislada como dicen sus enemigos, cada día se fortalece más pues adelanta una política internacional de solidaridad y complementariedad, de soberanía y respeto al estado nacional y de defensa permanente de la paz, en la construcción de un mundo más justo y equilibrado que poco a poco se está abriendo paso y reordenando el planeta en un nuevo modelo geoestratégico que enfrenta cada día con más éxito la imposición de la hegemonía imperial.

Reafirmamos entonces con orgullo bolivariano y chavista que el Presidente Obrero vuela alto en la búsqueda de un futuro mejor, expresado en la construcción de ese otro mundo posible, tanto para nuestra patria como para el resto del planeta.

Orlando Castillo es miembro del Consejo Consultivo de la CBST-CCP

orlandocastillo_47@hotmail.com



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