¿Socialismo Electorero o Comuna? (1)

Legitimando el poder civil la sociedad se somete a los impertinentes desafueros imaginativos de sus representantes que olvidan rápido que fueron elegidos para cumplir unas tareas que, en todo momento y tiempo, deben beneficiar a los electores. Quienes son elegidos en comicios universales, libres y públicos se obligan por ley a obedecer mediante servicio, abnegación, responsabilidad y lealtad a sus electores; pero ocurre todo lo contrario.

¿Por qué debemos permitir que un funcionario público, elegido para ciertas tareas asuma que se sacó la lotería y disponga de la soberanía y la reputación de un colectivo para cometer las más desaforadas tropelías?

Para revocar a un mal presidente se deben esperar tres (3) años, suficiente tiempo para que el cabeza de chorlito acabe con las rentas públicas y se esfume sin tiempo para que la Interpol pueda rastrearlo.

La constitución y las leyes están configuradas para proteger a los candidatos. Nosotros elegimos a las abuelas de Caperucita. Es la verdad, sin ánimos de ofender y menos de revanchismo.

El Chavismo, nombre que alude más al Chavo del 8 que al Comandante Chávez, se ha metamorfoseado en una Dinastía grotesca donde sólo los allegados del círculo íntimo de los insurrectos del 4F y los solidarios con los presos de Yare, donde figuran, entre otros, Tarek William Saab, Cilia Flores y el actual presidente Nicolás Maduro, desempeñan y administran (muy mal) el bagaje cultural del líder extinto.

Muchos nos hemos preguntado por qué Chávez declina sus preferencias por Nicolás Maduro y no por su conmilitón Diosdado Cabello, o por alguno de sus hermanos de sangre.

Sobran a la vista las respuestas. Maduro a fungido como hermano mayor y mecenas de la familia del gran líder; es su protector y albaceas; mientras que Cabello con el sigilo propio de los ofidios al cazar, aguarda impávido el momento, que de hecho, por cosas de las leyes naturales de la política, le llegará, para saltar sobre su presa jugosa. No es una metáfora ni un chiste. Tal vez sí un MAZAZO sobre los electores ingenuos que no han captado la emboscada en esta situación crítica e histórica que vive el país producto de una tradición electorera que sólo privilegia ganar elecciones y que el pueblo bonachón y optimista, ebrio de promesas y esperanzas remotas, asiste como convidado de piedra inconmensurable para aplaudir ocurrencias al estilo del Chavo y del Chapulín Colorado.

Nada más cursi que la OLP (que nos recuerda a Yasir Arafat) o la expulsión, justificada sin dudas, de los asentamientos de cachacos en cinco municipios en la zona fronteriza con Colombia. El problema de los desplazados, de la guerrilla y los paracos no son nuevos.

En víspera de las elecciones parlamentarias, a los estrategas políticos del gobierno se le ocurrió lanzar la papa caliente del desabastecimiento y el bachaqueo a los habitantes del vecino país; y con esa expresión propia de Chespirito, los gárrulos voceaban "No contaban con mi astucia". Mientras que despavoridos sobrevivientes del cataclismo de la guerrilla y los carteles del neoliberalismo colombiano se arremangaban los pocos vestidos y cual mulas de carga vadeaban las aguas del río Táchira.

Ciertamente el problema fronterizo ha dado un respiro al gobierno de Nicolás Maduro. Los 5 millones de colombianos que son más venezolanos que los venezolanos, le preocupa. 5 millones de colombianos viven en mejores condiciones que 18 millones de venezolanos. Poseen viviendas de la Gran Misión Vivienda Venezuela; muchos cobran pensiones (mientras mueren muchísimos venezolanos sin ellas); muchos de ellos ocupan cargos en la Administración Pública, mientras que 3 millones de nuevos profesionales venezolanos, criollos, de la Misión Sucre están pelando bolas y sin esperanza de ser absorbidos por el "Socialismo de Maduro" que, según sus propias palabras, "apenas se está construyendo". Además de esto, ante un conato de guerra o ante las justas electorales, ese 25% de electores colombianos pudieran darle un revolcón a la Revolución puesto que son enemigos, no sólo históricos de Venezuela, sino y muy justificadamente, de la Revolución Bolivariana, que ha demolido su estándar de economía y de vida donde siempre nos sacan ventajas por la sagacidad que les caracteriza antropológicamente.

La xenofobia (el odio a lo extranjero) no debe ser alimentada por ningún gobierno. Pero la xenofilia (el reverso) es mucho peor. Colombia, al igual que Guyana, es para nosotros un CABALLO de TROYA. Una amenaza.

Los inmigrantes en Venezuela han formado parte de una política de estado electorera. El Puntofijismo la usó en muchas ocasiones para ganar elecciones. Carlos Andrés Pérez y Hugo Chávez dieron apertura para que 5.600.000 colombianos se nacionalizaran en tiempo record inspirados por los triunfos electorales, sin medir el impacto que provocaría en nuestro desarrollo social.

La Ley de Extranjeros de 1937 restringía la participación de ellos, imponiendo "neutralidad en los asuntos públicos de Venezuela; y, en consecuencia, se abstendrán: De formar parte de sociedades políticas. De dirigir, redactar o administrar periódicos políticos y de escribir sobre la política del país. De inmiscuirse directa ni indirectamente en las contiendas domésticas de la República. De pronunciar discursos que se relacionen con la política del País". (Art. 28)

La LEY DE INMIGRACION Y COLONIZACION del 11 de julio de 1966 excluía a los ancianos mayores de 60 años que no formaban parte del grupo familiar admitido; a quienes no podían probar a juicio de los funcionarios venezolanos respectivos, antecedentes limpios ni buenas costumbres; a todos aquellos que hubieren sido condenados a trabajos forzados o a presidio aunque hayan cumplido sus condenas; y los que hayan sido condenados a prisión más de una vez; a los lisiados o inútiles, con incapacidad que los convierta en una carga pública; ni a los que padezcan enfermedades contagiosas; a los ciegos, los alcohólicos, los drogómanos, y en general los que padezcan de enfermedades o defectos físicos o mentales; a los vagos, los mendigos y toda persona que carezca de aptitudes para el trabajo productivo y de hábitos notorios de estabilidad, laboriosidad y honestidad. (Art. 5)

La mayoría de los extranjeros que hacen vida en Venezuela desprecian lo venezolano. Muchos de ellos producen riquezas que depositan en sus países de origen. Para ellos ligarse con venezolanos es oprobioso. Los árabes no permiten que sus hijos se unan con venezolanos (aunque existen excepciones a la regla); pero ellos si fornican con nuestras bellas mujeres; y asimismo, los chinos, peruanos y, muy especialmente, los guyaneses.

La conspiración activa y sin tregua contra la Revolución Bolivariana de Chávez y los venezolanos es casi masoquista. Durante estos 15 años han demostrado que tienen más poder que el Estado Venezolano. Se imponen sin remilgos a las leyes, contradicen sin empachos al presidente y le ganan abiertamente la "Guerra Económica"; donde además participan activamente los descontentos, la MUD, y muchos funcionarios policiales como lo ha denunciado sin adornos el propio FREDDY BERNAL (22 junio 2015).

Por nuestro territorio trafican más de 300 mil comerciantes extranjeros, aparte de los 5.600.000 colombianos residentes, que realizan operaciones comerciales muy jugosas y se llevan sus ganancias, pasando por aduanas y puestos fronterizos y ríos sin ninguna dilación; mientras que venezolanos criollos, que sobreviven del BACHAQUEO, están presos o son vapuleados por los organismos de seguridad de la Nación. ¿Venezolanos contra venezolanos o populismo electorero?

En este sentido, urge una reforma inmediata a la LEY DE EXTRANJERÍA Y MIGRACIÓN, N° 37. 944. Da la impresión que fue redactada por extranjeros o por sus testaferros nacionales.

Nada más permisivo e irresponsable que otorgar derechos sin límites como lo establecido en el Artículo 13: "Los extranjeros y extranjeras que se encuentren en el territorio de la República, tendrán los mismos derechos que los nacionales, sin más limitaciones que las establecidas en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y las leyes".

Hoy por hoy, "venezolanos" de primera generación ocupan altos cargos en la Administración Pública; son gobernadores ("sin más limitaciones que las establecidas en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y las leyes"); conspiran desde las Cámaras de Comercio y federaciones patronales; gobierna a Venezuela de manera nefasta, mientras que los venezolanos de 4ta y 5ta generaciones están acorralados, siendo mayoría, en una existencia de mendigos.

En cualquier país del mundo, los ingresos de extranjeros son muy bien restringidos. Venezuela necesita de científicos y expertos en oficios que puedan ayudarnos a edificar una industria pujante que no tenemos. En cambio parecemos un orfanato o Cruz Roja que aloja los sobrevivientes de un cataclismo. Mientras que países como Colombia, beneficiario más directo de nuestra vocación de Madre Teresa de Calcuta, conspira sin tregua contra nuestra existencia y prospera, nosotros cargamos con los desplazados de la guerrilla, del narcotráfico y de los paramilitares. ¿Qué gobierno serio se cala esa vaina?

El colmo de los colmos y ápice de las traiciones la ha escenificado China en alianza con Guyana explotando petróleo venezolano en nuestras narices, en las costas de Delta Amacuro, parte de la plataforma continental del país. ¡Dónde están los revolucionarios de cuatro bolas, como dice Maduro, que no hacen frente a esta infamia!

España deporta anualmente más de 39 mil latinoamericanos; el candidato republicano, Donald Trump, ha ofrecido deportar más de 11 millones de indocumentados de Estados Unidos si obtuviere la presidencia. En Francia y Alemania expulsan a los chinos y les niegan los empleos con muestras contundentes de xenofobia. Urge una revisión seria de los convenios con China y como medida preventiva y paliativa, parar el ingreso de chinos y guyaneses al territorio. No olvidemos que el Bloqueo a las costas venezolanas de finales de 1902 y principios de 1903, en que las marinas de guerra del Imperio Británico, el Imperio alemán y el Reino de Italia franquearon las costas y puertos de Venezuela exigiendo el pago inmediato de las deudas contraídas por el gobierno a las compañías de sus connacionales. ¡Venezuela está en poder extranjero; créalo o no!

Si Venezuela continúa esos amoríos enfermizos con el gigante de Asia, en menos de 10 años, China habrá minado a nuestro pueblo de sus colonias, mafias y espías, puesto que tampoco admiten el mestizaje con venezolanos (aunque existen excepciones a la regla). Los venezolanos nos hallamos acorralados entre mafias chinas, árabes, guyanesas y de cachacos; y para desgracia nuestra, encolados y bachaqueando para subsistir cual extranjeros en su propia tierra. Es absurdo y estúpido. Pero el presidente Maduro y sus asesores políticos, mientras son atendidos por Geishas, han destapado una olla podrida que pone al descubierto a las guardias fronterizas y a muchos funcionarios del SAIME que han puesto la vaselina y los condones para que los venezolanos sean mancillados en su propio patio. ¿De quién es la culpa? Del populismo electorero y de sus representantes.

Venezuela tiene sus fronteras abiertas sin el mínimo pudor cual odalisca o hetaira griega. Debemos saludar la decisión del presidente Maduro, aunque sabemos que surge sólo como acción politiquera; pero es válida en cuanto pretende taponar el dique hemorrágico que tiene al país en terapia intensiva.

La Revolución Bolivariana se ha convertido en un Festín de Baltasar desconcertada en una actividad que sólo se equipara a una CASA DE CAMBIO. Arrinconada a la trastienda, los amigos y familiares de Hugo Chávez continúan su pelea por mantenerse en el poder. Para ellos, una especie de cofradía de mandarines chinos, el pueblo, descendiente de los libertadores, es un extemporáneo Sun Yaoting, aquel célebre eunuco que murió casi centenario a finales del siglo XX, y que, castrado sin anestesia por su padre, con el fin de prosperar como eunuco de la última esposa del último de los emperadores, no había servido de nada; todavía piensan ingenuamente los "hijo de Chávez", que somos un pueblo sin capacidad de pensar y sorprender con desarrollos de habilidades que lo saquen del marasmo de una crisis ficticia alimentada por el mismo gobierno que sólo piensa en ganar elecciones como niño jugando nintendo.

No estamos en el fin; pero hace falta un despertar inspirador. Ya no basta aplicar las 3R al cuadrado. Hay que amputar para sobrevivir a la más atroz conspiración fraguada bajo el beneplácito de apátridas de ambos bandos políticos, rojos y abigarrados, camaleónicos y faraónicos, que pretenden mandar sin sentido ni rumbo.

La Tercera Vía ya existe. Gracias a Hugo Chávez, que alfabetizó y educó a una nación de profesionales formados en socialismo, desempleados, sí, puestos de lado, sí, marginados, sí, pero conscientes de que el Viraje es de vida o muerte.

Pero, ¿cuál es la salida? ¡Comuna. Comuna o Nada! Esa es la salida. Es hora de demoler las antipatriotas estructuras burguesas levantadas como catedrales en las figuras de las alcaldías y gobernaciones. Llegó la hora de sacar del poder a los "venezolanos de primera generación" (extranjeros con menos de 40 años en Venezuela y que ocupan cargos públicos de relevancia).

¿Qué es lo venezolano? Y, ¿Quiénes son venezolanos auténticos?.

glidden35@gmail.com



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