Un paisano entra a una barbería, destruyendo todo y sacando a empujones al barbero gallego. Un amigo lo detiene y reprime. El paisano responde "es que estos españoles nos invadieron, saquearon y mataron a los indios", asombrado el amigo le aclara "Si, pero eso fue hace 500 años" el paisano se excusa; "es que yo me entere esta mañana"
Con vehemencia un paisano gobernador, acusaba a los colombianos por pasar 40 gandólas diarias de carbón por suelo venezolano hasta el puerto de La Ceiba en el Lago de Maracaibo, también se entero que extraían mas de un millón de litros de gasolina semanales y no se cuantas toneladas de productos, casi recalcaba que era responsabilidad del gobierno anterior, el de Chávez, pues el se entero esta mañana.
En Margarita escuche un camarada que se quejaba por que los cubanos se llevaron a su nación las empresas de turismo, los técnicos y hasta la lencería de los hoteles que nosotros expropiamos, también se entero que 3.000 turistas de estaciones de invierno de Europa y Canadá, visitantes fijos que teníamos anualmente ahora se mudaron a Cuba, así mismo acuso a las islas vecinas de que 220 cruceros que tocaban nuestra isla, solo quedaron 15 que solo hacen toque para llenar combustible y llevarse alimentos regulados, muy hermanos serán las islas del caribe pero quien no agarraba esa papayita. Así mismo, Ley en mano, se desalojo a los venezolanos de las playas del Oriente, estas fueron compradas por franceses y holandeses, con luz verde para construir y captar dólares. Ahora este paisano se da cuenta los extranjeros son los verdaderos dueños de las playas margariteñas y de los dólares que allí entran, quien no agarra esas perlas. Cuando los brasileños crearon un puente aéreo para llevar venezolanos con todos los gastos pagos desde Margarita a Manaos, en aviones venezolanos, nos van decir que nadie se dio cuenta y revisó el por qué.
Cuando el Banco Central entregaba a los extranjeros inmensas cantidades de dólares para sus remesas, nadie miraba ese chorro. Nadie vio la cantidad de edificaciones que se construyeron hasta en la línea de seguridad de la frontera, sin permisos, ni demostrar ingresos. Cuando buses repletos de camaradas sin documentos viajaban a las concentraciones en Caracas y luego regresaban buses vacíos, nadie preguntó por qué o a dónde se fueron.
Una propaganda ratificaba oficialmente al mundo lo menso que somos con el precio de la gasolina, era tan cómica que hasta el publicista se burló concluyendo: "no carmen", es decir, no sean tan bobos. La estamos regalando a pérdida, pues hasta contrabandearla en goteros les da ganancias. Es absurdo subsidiar la gasolina, los productos y el dólar con deudas externas, pues mientras las empresas y salarios nacionales quiebran, las empresas y trabajadores del extranjero progresan.
Ahora que ya tenemos el agua al cuello o la lata de baba llena, es que nos damos cuenta de lo que los delincuentes nos estaban haciendo. Asusta que nuestros líderes confiesen que no lo sabían o se reclamen así mismo como si fueran la oposición, o peor aun es escuchar a asustadizos gobernantes que dicen que solucionar esto es complejo y difícil, pues si lo hacen los tumban, a quiénes le temen. Claro que es fácil, lo difícil es destetar a los que nos chupan y ayudan a los parásitos.
Asumamos nuestra responsabilidad, vaciemos la lata, echemos el miedo a la espalda, salvemos con seriedad y sin gritos destemplados esta hermosa nación. Obremos con prudencia, cuidado con las heridas xenofóbicas pues son eternas. Nadie sabe como comienza esto pero los finales son tristes
