Colombia y Venezuela han construido a lo largo de los años una historia en común, forjando relaciones políticas, culturales y comerciales que iniciaron desde las heroicas batallas libradas por Bolívar y que aún se mantiene en el proyecto Bolivariano que inició en 1.999 el Comandante Hugo Chávez.

Una frontera es una línea convencional que marca el confín de un Estado. Las fronteras pueden ser delimitadas de forma física (con muros o alambrados), aunque no siempre ocurre de esta manera. Por eso se habla de convención: los diferentes países acuerdan hasta donde llegan sus respectivos límites; al pasar dicho límite (la frontera), se ingresa en el territorio del país vecino.

En 2.219 kilómetros de frontera colombo venezolana las historias son incalculables, así como la transculturización de la cual viven nuestros pueblos, en donde la cumbia y el joropo se entremezclan sin límites. Así todo suena colorido, pero lamentablemente las crónicas fronterizas van más allá de un simple intercambio cultural, la realidad es otra; los problemas económicos, sociales y de seguridad también migran y con ello el colapso del país que los absorbe. No es secreto para nadie el fenómeno del paramilitarismo que vive Colombia, y los esfuerzos del gobierno venezolano por apoyar en minimizar esta situación, pero la prioridad para un Estado responsable debe ser su pueblo, y es allí donde radica la reciente medida del cierre de frontera que ejecutó el presidente Nicolás Maduro, a raíz de la puesta en marcha de La Operación Liberación del Pueblo (OLP) creada el 13 de julio de 2015 y del feroz ataque que se está dando a nuestra moneda nacional desde la ciudad de Cúcuta.

La OLP activó las alertas de las autoridades debido a la significativa presencia de individuos colombianos, paramilitares en operaciones ilegales como secuestros, robos, propiciadores de invasiones, extorsionadores, entre otros. Esto llevó aunado a otras causas al cierre de la frontera como una medida de protección del pueblo venezolano, lo cual es evaluado de forma positiva.

La frontera, de acuerdo al derecho internacional, marca una soberanía. Por lo tanto, el gobierno de un país tiene autoridad dentro de los límites de sus fronteras. Lo que ocurre más allá, aunque sea a unos pocos metros, está fuera de su incumbencia, siempre y cuando no afecte sus intereses nacionales. Los medios de comunicación en Colombia han intentado como siempre manipular la opinión pública, realizando declaraciones sobre un presunto maltrato a colombianos por parte de los efectivos de la FANB, pero deja de un lado las posiciones sobre el negocio lucrativo en la frontera, que políticamente para el Gobierno de Colombia no es un problema, ya que se beneficia del mantenimiento económico de una zona a costa del contrabando de extracción de combustible y alimentos desde Venezuela.

La situación en la frontera es un problema de muchos años y el negocio ha tomado tal magnitud, que ha pasado a formar parte de una Guerra Económica que atenta contra el interés nacional y la seguridad alimentaria de nuestro país. Por otra parte, ha incidido seriamente en el desarrollo de prácticas delictivas producto de la penetración de grupos de ultraderecha (violencia selectiva), que atentan contra la seguridad y defensa del Estado venezolano.

Estos grupos beligerantes están tratando de imponer una agenda de terror en la frontera común. El sector conocido como "La Invasión" en el estado Táchira, estaba dominado totalmente por paramilitares, que extorsionaban a las familias y manejaban el contrabando de todo tipo de productos, pero eso no sale en los medios de comunicación, la imagen más recurrente son los indocumentados cruzando el río Táchira.

También ya paso al olvido, uno de los detonantes a la medida de excepción: el ataque de grupos paramilitares en contra de jóvenes funcionarios de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB); irregulares dirigidos por Álvaro Uribe, del cual conozco a profundidad como ex ministro para la defensa, su manera de proceder en la clandestinidad.

¿Resultados de la OLP en la frontera Colombo Venezolana? Se logró desarticular numerosas viviendas utilizadas por mafias. También fueron detenidos más de 10 paramilitares, se incautaron materiales ilícitos y municiones de guerra. Asimismo, más de mil personas indocumentadas fueron enviadas al Consulado General de Colombia, con el debido respeto a su integridad familiar y trato enmarcado en los derechos humanos. Es importante que como pueblo consciente, más allá de las preferencias partidistas, tengamos la capacidad de analizar una política de Estado a favor de todos los venezolanos.

En mi vida militar tuve la oportunidad de ser responsable de custodiar en múltiples oportunidades un puesto fronterizo con Colombia, así como también al frente del Comando Estratégico Operacional, dirigí el empleo operacional de toda la FANB y más recientemente pude dirigir e implementar las políticas de seguridad y defensa en el cargo de Ministro de la Defensa, toda esta experiencia acumulada por más de 34 años me llevan a asegurar que estoy totalmente de acuerdo que los organismos de seguridad deben ser contundentes a la hora de neutralizar estas bandas que operan libremente en nuestro territorio a los ojos de muchos; que cada acción ejecutada en la frontera y en cualquier parte del territorio patrio a favor de recuperar la armonía y la paz de los espacios y de los venezolanos, que el ejercicio de la soberanía no acepta medias tintas y que la acción temporal de decretar estado de excepción en parte de la frontera colombo-venezolana es además de necesaria, adecuada, pertinente, oportuna y correcta desde el punto de vista del ejercicio pleno de la soberanía y del respeto a los derechos humanos.