Revolución Bolivariana y III guerra mundial

La relación entre otra guerra mundial en gestación y la determinación imperial a derrocar a la Revolución Bolivariana tiene antecedente histórico, en la participación de Venezuela en la II Guerra Mundial, cuando el petróleo venezolano alimentó la maquinaria bélica e industrial de los aliados, en tanto estos combatían con la Alemania nazi, por los campos petroleros del Medio Oriente y Norte de África. Esa participación no brilla con intensidad en la memoria venezolana, pero seguramente sí, en el recuerdo de aquellos cuyos padres tripulaban buques petroleros y perdieron la vida por ataques de submarinos alemanes, a la salida del Lago de Maracaibo, con petróleo para los aliados. Y no es extraño que ese conocimiento no brille en la memoria nacional, si generaciones posteriores, instruidas para la profesión del mar, tampoco fuimos enterados de esa participación de quienes nos precedieron a bordo de buques petroleros.

Su Ubicación geográfica y su riqueza petrolera asignan hoy importancia estratégica de signo diferente, al que tuvo Venezuela durante la II Guerra Mundial, cuando USA era el dueño de su petróleo, en tanto que, su escasa disponibilidad para Alemania sería una de las causas de su derrota. Gracias a Dios Todopoderoso, Quien abrió el camino al por ahora de Hugo Chávez, obtuvimos la segunda independencia y Su orientación ahora, a nuestro Presidente Obrero, es imprescindible para enfrentar con éxito la determinación imperial de someternos otra vez a su dominio. Tras los fracasos de golpes de estado y guerra económica, el imperio intenta provocar una guerra con Guyana, para justificar una invasión de sus fuerzas militares a la Faja Petrolífera, que sería favorecida y justificada aún más por la violencia ejecutada por sus paramilitares, en el centro y occidente del país, y el derrocamiento de Maduro.

La necesidad del imperialismo de petróleo es, como describía metafóricamente el comandante Chávez, la urgencia del vampiro que no ha chupado, cuando el alba ya despunta. Ciertamente, Venezuela es ahora dueña de su petróleo, generosa, solidaria, presidida por un hombre sencillo, honesto, con la fe que caracteriza a su pueblo, para recibir la orientación de Dios y sortear cada trampa del imperio, como esta provocación, que no es por el Esequibo, sino por el petróleo de la Faja. Hagamos presente y resaltemos con intensidad, en la conciencia del venezolano, esa parte de la Historia que orienta nuestro rumbo actual, la de cómo pagó USA por el aporte de Venezuela al triunfo aliado, después de la Guerra Mundial: Desde Medina hasta Hugo Chávez, sus agentes y sicarios derrocaron o asesinaron a cada presidente nuestro que pretendiera hacer uso del petróleo, para bienestar venezolano; destruyó nuestra agricultura, obstaculizó nuestra industrialización, nos obligó a reducir la inversión en educación, en investigación, en salud, a reducir la formación de médicos a cifras mínimas ridículas; así fue como USA nos pagó.

El imperio y sus aliados europeos no disponen de suficiente petróleo para otra guerra mundial, en tanto que sus adversarios, Rusia y China, comparten la riqueza de petróleo y gas de Rusia y suman la de Irán. Esa insuficiencia explica la amenaza contra Venezuela y las noticias confirman la inminencia de esa guerra; lo hizo Obama, en su alocución del pasado miércoles 5 de agosto, cuando anunció otra guerra en el Medio Oriente, si el congreso no da apoyo al acuerdo con Irán, o la del 6 de agosto, del Ayatolá Akbar Hashemi Rafsanjani, ex presidente iraní, para advertir el inminente estallido de la III Guerra Mundial y el mismo día, el Canciller Lavrov, quien expuso el plan de Putin, para combatir al Estado Islámico; son noticias que despejan dudas acerca de la guerra mundial que el imperialismo gesta, a partir del Medio Oriente y de su urgencia por el petróleo venezolano. La amenaza de descuartizar a Venezuela, que Maduro denunció, debe ser ubicada en el contexto de esas noticias y en los antecedentes de la participación e importancia estratégica del petróleo de Venezuela en la pasada guerra mundial.



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Rafael Flores

Capitán de altura y productor agrícola

 eveliseyrafael@hotmail.com

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