Economistas Bolivarianos estamos muy preocupados por la Política Fiscal imperante en Venezuela. Al derrumbe estrepitoso de los precios petroleros, se le complementa un sistema impositivo que no es capaz y por tanto no puede ser alternativa ante la caída de los ingresos petroleros que ya se prolonga por un año. Y ante la manifestación reiterada del Presidente Maduro de que las inversiones en la Política Social no tan sólo no se detendrán, sino que se incrementarán, hay que buscar decisiones de Políticas Públicas no tan sólo para hacer más eficiente la recaudación impositiva, sino de racionalizar hasta los extremos los gastos. Los impuestos representan en América Latina una media del 23,7% del Producto Interno Bruto PIB de 11 países estudiados, mientras que Venezuela mostró en 2013 la menor presión tributaria con tan sólo el 14,2%. Si somos la tercera o cuarta economía de la región, ¿qué esperamos para elevar la recaudación impositiva? (Ver cuadro adjunto).

Los impuestos como participación en la estructura del PIB en porcentajes

2013

N°	Países	%
1	Argentina	31,2
2	Bolivia	27,6
3	Brasil	35,6
4	Chile	20,2
5	Colombia	20,1
6	Costa Rica	22,4
7	Ecuador	19,3
8	Perú	18,3
9	México	19,2
10	Nicaragua	19,5
11	Uruguay	27,1
Promedio de los 11 países	23.7

Fuente: OCDE: Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos

Entre 1990 y 2010 se observó una contracción sustancial del peso de los impuestos directos en la presión tributaria. En particular cabe destacar la reducción del peso del impuesto sobre la renta que pasó de representar el 83.7% de los ingresos tributarios totales en 1990 a sólo el 31.7% en 2010.

Aunque a partir de 2002 se mejoró la recaudación fiscal petrolera, al incrementarse la regalía del 1% al 30% y el impuesto sobre la renta del 34% al 50%, hoy día esa participación no es suficiente, ya la renta petrolera como motor del crecimiento y desarrollo se agotó.

¿Qué hacer ante tal situación? Ya calificada como grave, los economistas bolivarianos no podemos hacer menos que elevar algunas propuestas que esperamos sean, por lo menos, estudiadas por el alto gobierno y sus asesores. He aquí algunas que pueden ser adoptadas en el corto y el mediano plazo que, sin duda alguna, de implementarse, contribuirán a mejorar las finanzas del país.

1.- Establecer de nuevo el impuesto al débito bancario, que tiene la ventaja de no afectar al público de menores ingresos. Es de inmediata recaudación y no implica mayores trámites burocráticos.

2.- Aunque es un impuesto regresivo y de neto corte capitalista, proponemos incrementar temporal y coyunturalmente el Impuesto al Valor Agregado IVA en dos (2) puntos, del 12% al 14%. Sus mecanismos de recaudación tienen que ser mejorados radicalmente, ya que actualmente una elevada proporción de este impuesto causado es objeto de evasión, ahora más cuando un porcentaje muy elevado de centros comerciales, grandes, medianos y pequeños evaden, no tan sólo la emisión de facturas, sino que manipulan los libros de contabilidad con el asesoramiento de especialistas contables inescrupulosos.

3.- A las medidas anteriores debemos reincorporar el cobro de los peajes en los puentes y autopistas, parte de cuya recaudación ha de servir para su mantenimiento en condiciones óptimas para los usuarios de toda naturaleza.

4.- Sincerar los mecanismos y metas de recaudación impositiva del Seniat; todos los años sus autoridades informan de sobrecumplimiento de las metas trazadas, indicativo de que las mismas han sido erróneamente estimadas. La experiencia acumulada, unida a los recursos informáticos de la actualidad, puede optimizar la recaudación en un cien por ciento (100%). Aquí la evasión y la elusión forman parte de la cultura de venezolanos y extranjeros que se dedican dentro de nuestras fronteras a cualquier tipo de negocio.

5.- Los bancos tienen que ser objeto de un tratamiento impositivo y fiscalizador especial, riguroso. Constituyen en cualquier país la principal vía de lavado de dinero ilegal, y Venezuela no es la excepción. Sus fabulosos beneficios tienen que ser objeto de un impuesto especial a las grandes ganancias, sin excepción de ninguna naturaleza.

6.- Hay que meterle la lupa a los desgravámenes y exenciones del impuesto sobre la renta; por esa vía pueden mejorar sensiblemente los ingresos impositivos.

7.- Los municipios tienen que sincerar sus recaudaciones mediante, entre otras medidas, actualizar sus catastros urbanos. No es posible que el 95% de los municipios del país vivan absolutamente de los situados municipales, es decir, del Presupuesto Nacional. Las Ordenanzas en materia de Rentas Municipales, como es el caso de Maracaibo, constituyen un flujo que alimenta los bolsillos de los recaudadores y activistas del partido Un Nuevo Tiempo, por lo que representan una lástima en la estructura presupuestaria del municipio.

8.- Otras leyes tributarias (Ley a los Activos Empresariales, Ley Orgánica de Aduanas, Ley del Impuesto Selectivo del Consumo, Ley de Régimen simplificado de Tributación para pequeños contribuyentes (Monotributo), Ley Especial para las Grandes Ganancias que en 1992 se rebajó del 55% al 34%, y la Ley de Sucesiones, Donaciones y demás ramos conexos), tienen, imperiosamente, que ser objeto de revisión inmediata.

9.- Venezuela puede, por vía de excepción, estudiar una Ley de Incentivos a la Inversión Extranjera Directa. Adoptando tal disposición, pueden atraerse al país capitales que estimulen la producción de bienes y servicios esenciales para la nación y con ello, propiciar el empleo para trabajadores especializados, técnicos y profesionales. Ello significaría, en el mediano plazo, un alivio para la actual situación de acaparamiento, desabastecimiento y especulación reinante en todo el territorio nacional.