Amores en tiempo de bachaqueo

Por razones de salud caminaba por el centro de la populosa Petare, enclavada en el Municipio Sucre del Estado Miranda; me disponía a cruzar la calle cuando escuché un alboroto que se producía cerca de una panadería; una viejecita muy brava agitaba su bastón gritando: "Todos son unos ladrones, bachaqueros del carajo, que nos están llevando al borde de la locura, desapareciendo los productos regulados para venderlos más caros"; quise calmarla al ver el estado de ansiedad y frustración que veía en la señora, quien me contó el motivo de su arrechera …Mire señor, esto nunca se había visto carajo, ni cuando Perez Jiménez, ni cuando Juan Vicente Gómez, ¿usted vio lo que está pasando?, mire para allá y para allá y para este lado; nos quedamos abismados al ver cómo, cerca de la redoma de Petare se encontraban tarantines de todo tipo, camiones, vehículos de pasajeros, pickup y hasta autobuses viejos llenos con artículos de primera necesidad, harina de maíz precocida, leche de Mercal, toallas sanitarias para damas, pañales, jabón de baño, champoo, entre otra gran gama de productos regulados desaparecidos de los anaqueles de los automarcados y de nuestras casas; y un poco más allá, cerca del busto del Cristo que, nadie se explica ¿porque tiene una mano más corta que la otra?, un señor gordo y colorado, mal encarado gritaba, "carne, carne, a mirrrr quinientos errrr kilómetro y errrrrr pollo a seiscientos errrrrr kilómetro"; bajábamos hacia el hospital Perez Carreño, a cada metro se repetía la misma historia sin que nada impidiese ese penoso espectáculo, que da cuenta que los artículos de primera necesidad subsidiados para los más pobres, son comercializados a precio de dólar "negro"(con el perdón de mi estirpe) mientras las autoridades de ese municipio, al parecer siguen bailando al son de la música de Chaquira; entramos a una panadería para comprarle agua a la viejecita; esta inmediatamente se dirigió a dos uniformados de la Policía que conversaban animadamente con dos bellas muchachas que les coqueteaban sin pudor, la anciana se acercó a ellos y les preguntó: "disculpen, ¿son ustedes agentes policiales? Y uno de ellos acomodándose el cinturón y su arma de reglamento le respondió, "¿usted me ve cara de bolsa o de qué?", no señor, yo no he querido faltarle el respeto, solo que quería saber si este era un pueblo ¿con ley o sin ley?, le respondió con carácter la abuelita; inmediatamente el otro oficial de policía respondió, con tono amenazador, "insista en seguir haciendo preguntas y le mostramos que aquí la ley se respeta. Asombrado por la respuesta del agente del orden público, me atreví a decirles, bueno si aquí la ley se respeta, ¿cómo es eso que Petare es el centro del bachaqueo mas grande del país y no pasa nada?; no había terminado de hablar cuando la chica que le acariciaba el rolo al garante de la ley, quitó la mano de donde la tenia y en tono irónico y burlón espetó, "mira mijito, calma a tu vieja y que se deje de hablar tanta paja", "aquí no hay bachaqueo, ni bachaqueros ni nada de esa "plaga" que daña la economía, aquí somos emprendedores intermediarios, que hacemos nuestro trabajo vendiendo lo que no se consigue por allí y para eso tenemos que madrugar, hacer grandes colas, estar pendientes donde la polar va a mandar los alimentos para correr a ponerse de primerita en la cola, no importando el sol o la lluvia, el frio ni el calor; y esto lo hacemos, porque ya ni el cupo de los dólares electrónicos, ni el Simadi, ni la pensión del Amor Mayor, ni lo que pagan en la misión Jose Gregorio Hernandez, ni en las casas de alimentación ni "los dólares que dan allá en el dólar de tu dei", alcanza para vivir bien, porque todo está carísimo; y si quieren que el poli sucre, aquí de cuerpo presente, nos meta presa, pues se equivocaron, ellos nos cuidan y nos protegen de los matraquearos, delincuentes y cobradores de vacuna que viven de nosotros aquí en Petare, ¿oyeron?; Y si quieres mas párate en cualquier sitio y llámanos delincuentes para que veas como nuestra poli te lleva preso pa’ la rotunda. Y pírense rápido de aquí, estorbos, que hicieron molestar a nuestros protectores en el municipio Sucre.

Los amores, los amores,…………… y pensar que esta historia continuará.

Correo electrónico: aunquetunolocreas@gmail.com

 



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Jesús Betancourt


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