Camarada Presidente Nicolás Maduro, hay que profundizar el Gobierno de Calle!

Hoy queremos expresar como critica y autocritica, pero con objetividad y por supuesto con humildad, nuestro punto de vista en función de lo que ha sido el abordaje de la acción del Gobierno de Eficiencia en la Calle, que ha desarrollado el Gobierno Nacional para poder socavar las necesidades reales aguas abajo, donde lamentablemente, siguen focos de pobreza extrema, decidía, delincuencia, hambre y mucha falta de atención humana justa y necesaria.

Primero debemos hacer un reconocimiento a ese plan que sin duda ha dado resultados positivos y palpables en cuando a las necesidades de muchos sectores que conforman el ámbito social de nuestra población, y que se ha dado herramientas útiles para la atención y transformación de la misma en algunas aéreas especificas.

Se ha querido erradicar ese flagelo de la pobreza, la falta de salud primaria, vivienda, servicios públicos, educación y alimentación entre otros, que sin duda son indispensables para la transformación de una sociedad que sigue luchando para ser mejor cada día.

Sin embargo querido compatriota Presidente, hoy estas líneas son dirigidas e un revolucionario que ha vivido esas penurias, pero que también ha tenido la fortuna de superarlas con esfuerzo propios en muchas ocasiones, pero también con apoyo de algunos camaradas que si sienten que al momento de tener una responsabilidad institucional, han cumplido medianamente con su misión, de apoyar a quien necesita alguna herramienta para salir de alguna situación compleja, en mi caso superando un cáncer, un guillan barre, y aun así logre terminar mi carrera universitaria en Misión Sucre, ir poco a poco superando este mal que allí sigue presente, pero sin embargo seguimos batallando contra él.

También nos ha tocado hacer largas colas para obtener alimento y tratamiento médico a medias, porque no se consiguen los principales medicamentos, también hemos vivido los perjuicios de la burocracia de algunas instituciones del estado, el desprecio, la indiferencia, el celo por un cargo o una iniciativa, que solo empaña el esfuerzo que usted hace, para mantener vigente entre guerra económica, pretensiones de acciones bélicas extranjeras hacia nuestra patria hermosa.

Pero hay cosas más importantes, como por ejemplo, hacer seguimiento y control de los corredores de paz, revisar sin obras, recursos y atención primaria conseguida en ese gobierno de calle que usted a realizado y sus ministros y colaboradores se estén cumpliendo, que no solo pasar por lugares específicos y emblemáticos, sino ir mas allá como hoy celebramos el despliegue de seguridad en los Urbanismos que el Gobierno ha dado al estado, pero allí la sugerencia es verificar el estatus de los grupos familiares antes de adjudicarlos, que vallan ya previamente organizados en consejos comunales y integralmente con planes de autogestión sustentable para su población, que haya una sala situacional como la que utilizaba nuestro Comandante a través de su cuenta twitter Chávezcandanga y que evalué cada caso, cada acción, porque usted compatriota no puede ser alcalde, gobernador, concejal, que al parecer a veces se sumergen en el bendito mundo burocrático de la oficina y no patean la calle, y no se llenan de pueblo, en que solo sirven para ir a un medio de comunicación pero allí, barrio adentro la gente con ganas de seguir defendiendo el Legado de Hugo, a veces ya pierde la esperanza por culpa de la ineptitud de algunos que mancillan la revolución y solo la utilizan a sus beneficio.

Es por eso mi querido Presidente, hay que masificar los niveles de seguimiento y control de los sistemas de distribución de alimentos, de medicamentos, de productos y materias primas que llegan al país con más fuerza, mantener en vigilancia nuestros puertos, y es hora de darle un ultimátum a los empresarios privados, pero también con los públicos, que lamentablemente se prestan a el saboteo y necesidad de pueblo.

Lo invito a que pase por la Parroquia Coche donde funciona un supuesto centro de rehabilitación a través de una iglesia cristiana, donde por más de 15 años han estado refugiadas, 38 familias que hasta hoy, han agotado todo por ser visitados y escuchados por revolucionarias de verdad, no esos que solo sirven de testaferros a los intereses miserables de la codicia.

Esperando que por estas humildes líneas sean publicadas, y mañana no sea tildado de contra revolucionario, o otros que digan que soy un fanático absurdo, solo soy un ciudadano que cree en el Poder de las Masas, pero también creo en La Revolución Bolivariana y la convicción del pueblo.



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John Duarte Zambrano


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