La Carta de Jamaica y la ruptura ideopolítica de Simón Bolívar con el pensamiento conservador de su tiempo

La carta de Jamaica (en su texto original titulada: Contestación de un Americano Meridional a un Caballero de esta Isla), fue dictada por El Libertador Simón Bolívar a su secretario privado Pedro Briceño Méndez y fechada el 06 de septiembre de 1815. Esto sucedió durante el destierro que a nuestro libertador le tocó vivir en aquella isla después del segundo fracaso militar que se produjo en Venezuela a principios del siglo XIX y con el cual se pretendió alcanzar su independencia y establecer en ella una república liberal. Sin embargo, como es suficientemente conocido en la historiografía de la independencia nacional, 1814 fue un año terrible para los ejércitos patriotas y para todos los venezolanos, pues, las tropas realistas organizadas bajo el mando directo del asturiano José Tomás Boves y con grupos sociales provenientes mayoritariamente de la población explotada, esclavizada o libre de Venezuela, se identificaron totalmente con el mensaje de confrontación de clase que este último les transmitía cuando les ofrecía libertad personal e igualdad económica y social a costa de la destrucción de la oligarquía territorial y esclavista que les oprimía. Todo lo contrario ocurría en el discurso conservador que difundía los objetivos de lucha del lado de las fuerzas republicanas. En su contenido se evidenciaba el hecho de que gran parte de su dividido liderazgo seguía sin comprender que el proyecto separatista no tendría futuro promisor alguno si nada decía y realizaba en favor de esa numerosa población empobrecida de la sociedad venezolana que había roto las cadenas que le sojuzgaba y no quería volver a su antigua esclavitud y servidumbre.

Nada fácil resultó la situación que para ese momento atravesaba El Libertador. Una serie de hechos acaecidos en torno suyo revelan las dificultades que debió sortear para seguir adelante, y así lo expone el historiador cubano Francisco Pividal de forma resumida y con singular precisión: "…vencido por los españoles; expulsado al segundo destierro por la discordia e insubordinaciones de sus propios generales; injuriado por su criada a quien no puede pagarle porque no tiene un maravedí –moneda de entonces—y, salvado milagrosamente del puñal asesino del negro pio- su antiguo sirviente- cuando éste acuchilló la hamaca donde le suponía durmiendo, la noche que visitó en su casa a Luisa Crober la bella dominicana".

Del interesante documento (Carta de Jamaica) vamos a rescatar lo que en nuestro modesto criterio son aspectos fundamentales del pensamiento político del padre de la Patria: 1) En la parte inicial de la misiva, Simón Bolívar reconoce el valor inestimable que tienen las fuentes escritas para cualquier elaboración discursiva seria y bien orientada. Este aspecto no lo hemos visto expuesto en ningún trabajo realizado al respecto; 2)Expone por primera vez la idea de la necesidad de una lucha común de los pueblos de América en contra del imperio colonialista español que les dominaba e insiste de manera visionaria en el hecho de que deben trabajar por su integración; 3) A pesar de las derrotas sufridas por el proyecto independentista, Bolívar demuestra que es un hombre que "se crece en las dificultades" y manifiesta su profunda convicción en el triunfo final que lograrán los pueblos de América frente a sus opresores; 4) Reflexiona acerca de la división social del trabajo y de la condición de simples consumidores que impuso el imperio colonial español a los pobladores americanos y con lo cual los convirtió en simples "siervos" y creadores de riquezas para sus explotadores internos y para los que estaban allende el Atlántico; 5)Formula duras críticas a las políticas de neutralidad que se impusieron los países europeos y Norteamérica, lo cual los hizo indiferentes frente al conflicto y proyecto independentista de los pueblos americanos subyugados por el imperio español; 6) Visiona la creación de la República de Colombia, pues, ésta se concreta posteriormente entre 1819 y 1821 al integrarse en una sola república Venezuela, Nueva Granada y Quito. Asimismo, predice la realización de una augusta reunión de las naciones americanas en Panamá, aspiración que luego logra realizar en esa misma nación en 1826.

En fin, en este importante documento, del que aún se desconoce con exactitud su destinatario, El Libertador comienza a mostrar los cambios en su pensamiento político y a comprender que las causas del comportamiento que contrario a la independencia asumen las clases populares y pobres de Venezuela y América, se explicaba por el hecho de que aquél proyecto separatista muy poco o nada ofrecía a negros esclavizados, pardos, zambos, indios, mulatos, blancos pobres y otros grupos de aquella sociedad colonial, siempre esperanzados en superar las formas pre-capitalistas de producción que habían sido impuestas desde el propio comienzo de la invasión española a América y que configuraron las más terribles condiciones de desigualdades socio-económicas entre los americanos y venezolanos en particular, al tiempo que organizaron una sociedad profundamente dividida en clases antagónicas que se sostenía en la esclavitud, la servidumbre y el peonaje y cuyas consecuencias fueron la deshumanización de quienes se encontraban sujetos a esas relaciones de trabajo. Hoy, a 200 años de haber sido escrita esta carta, cabe preguntarse ¿Cuál debe ser nuestro compromiso en este momento a partir de su mensaje?



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