Se niegan a salir ocupantes del km 3 de la Panamericana

Prefacio: Amigo, compañero y comandante Nicolás, espero te lleguen estas líneas. Tenemos amigos comunes. Solo te cito a dos de ellos: el hermano Kuenett Maita y Gustavo Luna (por favor pregúntale a ellos).

ESCRIBIREMOS PARA QUE LA BATALLA PERMANEZCA, PARA REFORESTEN LOS ESPACIOS RECONQUISTADOS Y QUE SE DECLAREN PARTE DEL PARQUE HUGO CHÁVEZ, PARA QUE SEAN ESPACIOS SAGRADOS, INTOCABLES...ASÍ SEA, PUES

AHÍ VA MI LLANTO PREVIO TRANSFORMADO AHORA EN ALEGRÍASSSSS

Para este escrito de hoy es necesario transcribir lo que hice el 31 de mayo de 2013, que viene a continuación, para luego agregarle estas líneas, posteriores a la OLP lanzada en la tan mancillada carretera panamericana… ahí va lo de aquel momento:

No había escrito más sobre el tema desde que se enfermó el Comandante. Él puso empeño y soluciones en torno al delicado asunto. Personalmente emitió la orden: “no más ranchos ni casas improvisadas en las orillas de la carretera Panamericana”. Un día iba a hacer su Aló Presidente desde La Vega y sorprendió a propios y extraños cuando decidió meterse por la mencionada vía para subir hasta el kilómetro 5 y llegar más rápido a la populosa parroquia. Sólo así pudo constatar lo que le inspiró girar las consabidas instrucciones.

Un camión comando de la Guardia Nacional se instaló a la altura del kilómetro 3.5, sentido hacia Caracas (es decir, bajando). Exactamente donde queda la maranta de cables de alta tensión con los cuales los “nuevos inquilinos se roban el servicio eléctrico”. La cosa duró un buen tiempo. Los más fieles a Chávez comenzaron a desalojar legal y respetuosamente a esos indeseables invasores. Comenzaron a limpiar la zona. Todo iba muy bien. Pero se nos enfermó el Comandante y en menos de lo que canta un gallo, se fue la Guardia y unos verdaderos apátridas, volvieron a minar la zona de ranchos y miseria.

Más recientemente, fallecido el Líder Supremo, otro grupo de vándalos -que seguramente lloraron a Chávez pero votaron por el perdedor opositor- con apoyo de maquinaria estatal (que remueve asfalto y se los coloca a las puertas de sus nuevos asentamientos para que lo usen, en sus improvisadas construcciones) y ante la mirada cómplice de la delegación de la Policía Nacional que está apostada en el semáforo del kilómetro 5, han dado rienda suelta a la proliferación de nuevas invasiones. Se practica a diario, ante un mutis generalizado, tala, quema y construcción de seudoviviendas, que tienen por protección un cartel o un afiche de “Viva Chávez”. ¿Qué vaina es esa? Hermano!

Para nada apoyan al proceso. Atentan contra el orden de la naturaleza y el ambiente, porque van en desmedro de las normas de aseo y del buen vivir, y además son los que hacen que las estadísticas y las metas de la Gran Misión Vivienda Venezuela (3 millones de viviendas era el déficit inicial), y otros planes sociales del gobierno Bolivariano, se vuelvan sal y agua.

Óyeme pana Nicolás: Están identificados. Hablamos de la autocrítica y de la búsqueda de soluciones en el marco de la Constitución. Bien, aquí te presento este tema, que de no atacarse ahorita, ya, se volverá otro monstruo generador de muchos males.

(…) Yo no me los calo, hermano, ni aun votando por el socialismo, porque subvierten el orden y llaman al caos, la desobediencia y la anarquía, puntales todos, del fin de cualquier sistema instituido.

(…)¿Será que estos malintencionados invasores creen que hacer ranchos en la calle es el gobierno de calle?

Reitero, no hay que suavizar términos ni calificativos. Estos invasores son profesionales del asunto, al mejor estilo adecopeyano. Así que, de verdad, a meter la lupa y a desalojar, ya, ahorita que es temprano, a esos “neoinquilinos”. Hacer un estudio social y mandarlos a que produzcan en el campo. Han demostrado que saben de agricultura y de construcciones improvisadas. ¡Pero también saben de verdadera desestabilización!

(…) A tu orden mi pueblo socialista. Hagamos una red de defensores de la carretera Panamericana, del ambiente y de la buena vida que nos brinda este sistema progresista liderado por Nicolás Maduro, bajo la guía sembrada por el Comandante Supremo.

Parte II

Celebramos las OLP, sobre todo la de la Panamericana, porque era un clamor, de quien escribe, y de todos sus usuarios.

Aplaudimos, las decisiones sin temblor en el pulso

Pero cuidado. Alerta.

Allí quedó un grupo de “desalojados” en el mismo punto del kilómetro tres (3); donde Chávez mandó a desalojar en aquellos días.

A esos no los tocaron. Ahí están. Con protección policial. Y bajo consignas de “Maduro: no somos paramilitares” tratan de chantajearte. Usan a sus niños (inocentes por supuesto) como escudos.

Sabes que el Comandante Eterno te dijo: “Mano dura Nicolás”.

Hace falta, entonces, que aprietes más las tuercas, como prometiste.

No permitas, mi pana, que se queden asentados allí esos neocolonizadores y se pierda el esfuerzo reciente.

Esos que hoy lloran mañana reirán porque no se les tocó.

Se burlarán de tu mano amiga que los perdonó.

No tengas dudas de que (de todas maneras) votarán por los contrarios (que lo hagan, carajo).

Esos no son revolucionarios ni socialistas, y lo demuestran porque le encanta malvivir.

Y malvivir es ir contra la patria que estamos construyendo.

Así que lupa, acción y mano dura en el kilómetro tres de la Panamericana.

PS: siguen robándose la luz y el agua…

luiskarlosmartin@gmail.com


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