Soberanía Agro-alimentaria

Lo primero que debemos entender y asumir es que nuestro país enfrenta una grave situación de soberanía agro-alimentaria.

 

Que tenemos en el sector productor de alimentos un modelo de comercialización capitalista, salvaje, que ejerce el canibalismo entre si, explotando al máximo al productor campesino para obtener mayores ganancias sin importarle que con esa actitud destruyen a quienes le proporcionan precisamente esa gananci

Sabemos que esta es una problemática heredada, si, pero también tenemos que saber y entender a manera de auto critica que en estos 15 años de proceso de cambio poco o nada hemos hecho por revertir tal situación; situación ésta que es una de las principales causas de la guerra económica que hoy enfrentamos y que los enemigos del proceso aprovechan para acentuarla.

 

Ahora bien, no hay soberanía alimentaria porque sencillamente no hay quienes produzcan, son muy pocos los productores que aún luchan por sobrevivir en el campo, la gran mayoría han abandonado sus unidades de producción y migrado a las ciudades en búsqueda de supuestamente un mejor vivir y nada hemos hecho por evitarlo. Por el contrario hay elementos y acciones del gobierno que nos hace pensar que se está incentivando esa migración.

Independientemente de las acciones sociales adelantadas por el gobierno revolucionario y el proceso de cambio para mejorar el nivel de vida de todos los venezolanos las cuales también son recibidas por el sector rural tales como las misiones sociales, hay un elemento que aun no tocamos y es el tema de la Ganancia Justa que deben percibir los productores agrícolas y los campesinos por sus productos.

 

El estado ha venido asumiendo en la practica a los productores agrícolas y a los campesinos como un sector social, cuando en realidad se trata de un sector productivo independiente que posee medios de producción (la tierra), invierte capital para la preparación, siembra, mano de obra, acarreo, herramientas e insumos, en algunos casos maquinaria, como resultado de esa inversión produce una mercancía que va a ser comercializada, por lo tanto debería obtener una ganancia; este sector productivo debe tener un tratamiento distinto y mas adecuado por parte del estado en el proceso de transición al socialismo.

 

Una vez ubicada la problemática del sector, nos avocamos a determinar las causas por las cuales no tenemos soberanía alimentaria veamos algunas:

 

1.- La falta de incentivos para invertir en el proceso de producir alimentos (no obtiene una ganancia justa)

 

2.- la falta de condiciones idóneas para la producción agrícola, vialidad, sistemas de riego, energía, comunicación, tecnología, y otras, sobre todo en las unidades productivas en zonas de difícil acceso, precisamente donde se encuentra la mayor variedad de productos alimentarios.

 

3.- No hay generación de relevo.

 

Hay muchas otras causas mas, sin embargo todo esto lo pudiéramos reducir a una sola gran causa: no hay un sistema de comercialización que le garantice al productor agrícola y al campesino la recuperación de su inversión y la obtención de una ganancia justa que le permita su normal desarrollo, crecer y tener un mejor bienestar tanto del productor como de su entorno social y familiar.

 

Hemos comparado lo percibido por los productores agrícolas (tomando como referencia el precio de venta al publico) y nos encontramos que este percibe por su producción un poco menos que el 10%, durante todo un ciclo de cosecha, mientras que los intermediarios que manejan su producción se quedan con el 90% de la ganancia, sin haber intervenido en la inversión, ni en la producción y en un lapso no mayor de 15 días por tratarse en su mayoría de rubros altamente perecederos

 

 

Lo que vemos en la lamina es total y absolutamente irrefutable, esta a la vista de todos y es de fácil comprobación, ¡Claro!, con algunas variaciones entre rubros y en el tiempo, dada la actual volatilidad de los precios inducidos por la guerra económica, pero en general esa es la norma;

 

¿Por qué nada hemos hecho por resolver una problemática de tanta importancia, que tiene tanto que ver con nuestra soberanía alimentaria y que es una de las principales causas de la guerra económica que estamos viviendo?

 

Pensamos que la causa principal es el desconocimiento de la problemática; hasta ahora no tenemos un ente político de productores, campesinos y pescadores, organizados que defiendan el sector, pero también pudiera ser que no se ha podido resolver la diatriba hoy convertida en tabú la cual dice que cualquier aumento que se haga al productor por su rubro, este se traslada automáticamente al precio de venta al publico lo que incidiría indefectiblemente en una escalada de la espiral inflacionaria, eso es cierto, de acuerdo con el modelo de comercialización que presentamos en la lamina, es muy lógico pensarlo, así que suponemos que ha sido preferible voltear la mirada para otro lado y dejar intacto el modelo de comercialización especulador y explotador del sector productor agrícola por parte de los intermediarios, siendo esta la tesis que mas cobra fuerza y que hoy por hoy nos esta haciendo muchísimo daño.

 

¿Que hacer?

 

En primer lugar reconocer la problemática, discutirla, debatirla en el seno de las organizaciones populares, sistematizar las ideas y propuestas en todo el territorio nacional.


Nosotros estamos trabajando en una propuesta para romper con esa diatriba, para quebrarle el espinazo al modelo de comercialización capitalista y salvaje, propuesta que esta fundamentada en los principios de la Economía Política y el Socialismo del Siglo XXI, donde el estado interviene en la protección de ese sector productivo que se encuentra en minusvalía frente a la voracidad de capitalistas salvajes representada por comerciantes inescrupulosos que aplican el chantaje a la mayoría de los productores que no poseen los recursos para acopiar, transporta, almacenar y distribuir entre la población los alimentos producidos que son altamente perecederos, aquí no vale oferta y demanda, aquí o vende al precio mínimo o corre el riesgo de perder su cosecha, es por esto que proponemos la Ley de Protección al Productor Agrícola y al Campesino, propuesta que reivindica al sector productor sin que esto afecte para nada el PVP rompiendo de esta manera con el tabú creado en torno a la ganancia del productor agrícola y los campesinos.  



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Gonzalo Ochoa Díaz


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