La guerra de la derecha y la guerra imperial

Después de los lamentables actos terroristas y desestabilizadores perpetrados en el año 2014, ya para el 2015 la mayoría de la población venezolana entiende que, independientemente de la posición política que se tenga, en el problema económico-social que atraviesa la nación la ruta a seguir no es ni será nunca dar crédito a las campañas de desmoralización permanente que tiene la extrema derecha en el país ni mucho menos a las agresiones contra la población con las llamadas guarimbas, al contrario, el camino es el del dialogo y la tolerancia. En este momento coyuntural que afrontan los venezolanos, debido a las incesantes operaciones que siembran terror y llenan de incertidumbre, también tenemos la artillería comunicacional de la extrema Derecha con un ataque permanente, solo nos dejan ver que desean el poder a como dé lugar, la población se conservar serena, aunque los agresiones económicas para desestabilizar dejen huella, sobre todo en las colas para comprar productos de primera necesidad. Bien, eso servirá solo para nunca olvidarlo.

Pero ahí no queda esto. Tampoco olvidemos los focos de violencia que hasta hace poco se han generado en muchas zonas del país, por ejemplo los vehículos destruidos de la Cantv, las trancas de los desadaptados perpetradas para generar caos etc., la intimidación guarimbera creada con el fin de erigir la desorganización, el desconcierto, y así tratar de llevarnos a un estado de ingobernabilidad.

Muchas veces pareciera que no tiene límites el grado de disociación y enajenación al cual los guarimberos pueden llegar, dada la manera tan agresiva con la que actúan, sin contar el daño que ocasionan, pero mayor es el que pueden llegar a ocasionar si no deponen su actitud. Todo esto se conjuga con la falta de voluntad para el diálogo de paz de la dirigencia opositora, al darle una patada a la mesa de diálogo convocada por el presidente Nicolás Maduro a principios de año, hecho que deja mucho que pensar sobre el talante político de buena parte de estos dirigentes.

Por otra parte también se puede ver su falta de disposición ya que al retirarse de la mesa de negociación neutraliza una de las plataformas más importantes con la cual se pudo haber bajado la tensión y la violencia que tristemente fue originada y promovida por la oposición en el país.

Para terminar, como sacadas de una película de vaqueros, están las recientes agresiones del Gobierno de los Estados Unidos contra Venezuela, donde podemos observar, que en estos últimos meses, se han incrementado los ofensivas comunicacionales en contra de nuestra nación, al mismo tiempo que se muestran más agresivos en sus políticas injerencistas, ya que la extrema derecha apadrinada por sectores de la política norteña, al parecer no cumple con la tarea de derrocar al presidente Nicolás Maduro, y así poder asignar un gobierno títere que les facilite una de las más grandes reservas probadas de petróleo y de energía que hay en el mundo, para así subordinar a los venezolanos a las pretensiones geopolíticas imperiales del país con el modelo más consumista y depredador sobre las fas de la tierra, que no se ha cansado de agredir a países que, de una u otra forma, han implementado una política contraria a los intereses hegemónicos de esa nación. Hay una embestida que tiene alta relevancia, debido a que es dirigida directamente por el mismo presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, quien indicó en una rueda de prensa que Venezuela es una amenaza para la seguridad del Norte (hecho totalmente irracional y desproporcionado), por lo cual la administración de Obama asume personalmente la agresión contra Venezuela y sus instituciones.

No obstante, para el 15 de junio del 2015 se ha visto un acercamiento en las relaciones bilaterales de los dos países. Específicamente el encuentro se celebró en Haití, con la participación de la canciller Delcy Rodríguez y Diosdado Cabello, Presidente de la Asamblea Nacional. Entre los representantes de Estados Unidos se encontraba el consejero del departamento de estado, Thomas Shannon, la embajadora de Estados Unidos en Haití, Pamela White, y el coordinador del Departamento de Estado de esa nación, Thomas Adams. Encuentro que promociona el proceso de acercamiento entre ambos países, por lo que se aspira una normalización de las relaciones citadas.

Después de las acciones fallidas del Gobierno Estadounidense en contra de Venezuela, este encuentro es una aproximación más en búsqueda de la normalización y el respeto de las normativas internacionales basadas en la autodeterminación de los pueblos y la soberanía. Sería bueno que el gobierno de EEUU reconsiderara su posición al respecto de modo profundo, lo que se vislumbra arduo, pero no imposible. De forma que la derecha venezolana debería tomar el ejemplo de sus impulsores y dejar la guerra contra los venezolanos. Que lo hagan por el país.



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Hani Fernández


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