Hay muchos colosales pretéritos o hechos verídicos y bien toquetéales, y no obstante, tras su blancuzca mascarada sutileza política puedan y quieran intentar libidinosamente dimitirse y coquetear a rojas rojitas escondidillas su vástiga raíz; mas, luego, politiqueras discrepantes, convenientes y muy inherentes a su cuco devotísimo gremial, queda manifiesta como legatario referencial escolástico. Taimada personalidad de hecho de quien de acto y de profunda nefasta huella, mascara sus principios para optar por la siempre permanencia de poder maniobrar el tan codiciado poder absoluto-disoluto y arrebatando el protagonismo colectivo, usurpándole bajo la pírrica figura del gremio de simples llanas siglas del colorido político de turno; eso, hecho inobjetable. Pero, el ídem careto del bagaje gremial de la vaga representatividad absolutista bien atenazada de su plusvalía obreril, está provisto del vicio de claras soeces prerrogativitas comodidades unipersonales; a muy simple vulgo, chulear a sus "protegidos", menoscabando a buenos patrones, regulares, malos y hasta el Estado. Mas, el colmo, dolor y tristeza consiste y da cuando toca representar con altura a la nación en organismos internacionales; vale por decir, en este claro caso particular, la OIT, donde concursan: la crema de la crema internacional patronal industrial, los Estados mundiales de más prominencia industrial y el proletariado obrero, en algunos casos como el nuestro, mal o muy vagamente representado; entiéndase bien, su carácter netamente capitalista-neoliberal; luego, cada cual con sus más connotadas pertinentes representaciones respectivas arrima a su silo ideal; pero, ¡ojo! con el nivel cognitivo adecuado apuesto al sesgado debate "socio-político-económico-ecológico" dentro de su esquema y por supuesto, en defensa de sus grandes intereses particulares, pero muy en contra a la realidad de la explotación, lo considerado mercancía humana desechable, el trabajador/a. Doloroso y nos atrevemos a decir bastante vergonzante, el papelote acabado de cometer, le hicimos el juego a Fedecámaras y a Jorge Roig y nos aplicaron la Comisión de Encuesta, que de por sí, será ratificada a posteriori en El Consejo De Administración de la OIT por la falta de política acertada por el dinosaurio del maletín. Fedecámaras sí que sabe guarimbear; ahora, la OIT vendrá a Venezuela autorizada a inferir en nuestra soberanía, porque King Kong aun cargando con el maletín de Ortega, dice ser brujo y no sabe de esas frías hierbas Suizas. Los trabajadores tendremos que salir a dar la cara por Venezuela, por este nuevo país y su lucha revolucionaria obrera-trabajadora, detener esa orquestada sucia injerencia, dada y puesta por la incapacidad de quienes sólo van Ginebra-Suiza a rayar tarjetas a libar bebidas espirituosas y a degustar delicateses. ¡Que vaina Nicolás! Sigue igual de proclive la perniciosa cultura del caudillismo dictatorial en la acoquinada figura copular e imperante del "Presidente y Directiva" de equis Central Obrera y Federaciones, de sus más cercanos séquitos en el eslabón de la cadena de mando anti-democrático; por tales razones, no logran inmunizarse de ese virus gremial de la IV de vigencia errónea, activa.
Pero no echemos las culpas a un único cesto de error, hay intereses de una u otra forma tendencionista dándose desde hace tiempo a quebrar la tarea de cumplir y realizar el sueño de Hugo Rafael Chávez Frías, no se ha legislado sobre materia del Consejo De Trabajadores y Trabajadoras; es, y significa, cuchillo para ciertas garganta, por tal o por eso, descansan sus proyectos en los gaveteros y archivos de las Comisiones en cuestión. Horroriza mucho dar en propiedad única la dirección al conglomerado trabajador, dígase a nuestros obreros y obreras, y en contradicción, a cada día nacen y abundan figuras burocráticas pseudo socialistas; y así, el caldo se va poniendo morado. Seguir con el recelo y temeridad de no dar ya el salto a la transformación y a los cambios radicales propios de una revolución en proceso, mantienen siempre vivas las exequias aún no enterradas de la transculturización, de la descultirización por sí encausar y nos obliga a remediarnos con lo inoperante del caso gremial sindical de todos sus niveles, pues, les tenemos en boga. Nuestra falta de voluntad a transferir el poder como factor Comuna en proporción del todo para la nueva Patria por construirle, es nuestra gran meo culpa inobjetable; la razón debe y tiene, tacto, olor y sabor a ser pueblo, mas ello, nos debe apartar de ambiguas convicción de inestabilidad política, de aspiraciones indescriptibles e inadmisibles al fin del propósito revolucionario; de no hacerlo, los incesables feroces asechos del canalla enemigo imperial en confabulación lacaya y su poderío mediático manipulador podrían ir dando mínimos pasos obstaculizantes. No nos supongamos los vientos del molino revolucionario soplan siempre sólo al Sur a nuestro favor, a cualquier descuido o parpadear, nos podemos encontrar en una gran tempestad política, cuando la solución en muy buena parte consiste y está en la voluntad política. Se sabe bien toda revolución pasa por una guerra económica y todas esas experiencias como las de China, Vietnam y otras tantas, nos deben servir de marco espejo; claro está, jamás al calco, pero, sí, sin dejar saber y entender las recapitulaciones del imperio en sus métodos reaplicables, repetidos en serie, pues le consideran se nos han olvidado tras el tiempo. Unos males insuperables y no hemos podido aún abolir, y estos son: el nepotismo, el amiguismo, el compadrazgo, excesivo perdón, tráfico de influencia, gestión fuera de la normativa legal, complacencias y cuanto más se pueda imaginar y, todo eso, es vigencia aún cultural, es corrupción en menor y mayor escala, pero le es real, se practica todavía a pesar de todas las buenas intenciones, no son suficientes, se amerita de mano dura, del desempeño de cada quien en su rol concreto con toda la eficiencia y el conocimiento adecuado sin abrumadoras multiciplidades indisciplinarías y que al final dejen como resultado el incumplimiento de ni tan solo una acción positiva. Este suceso de la OIT nos enciende los alertas, nos llama a mayor empeño, tenemos y debemos estar obligados a rehacer; la política es lo integral, abarca todo, es arepa del budare de cada día atizada por leña y del fuego pueblo, amasémosla con cariño patrio; y en criollito: dejémonos de vainas, crezcamos, preocupémonos, ocupémonos en hacer las cosas bien, cosas buenas.-
OMAR IGNACIO PINTO Valencia, 20 de junio de 2015