Cuando se vaya Maduro…

Caramba, amigos de luchas, cómo se nos ha complicado la situación a todos. Tenemos un cambio total del panorama del país que perseguíamos, o que tratamos de construir para aumentar la felicidad de la mayor cantidad de habitantes, apoyados en la Doctrina Chávez. Lo único que no contábamos con la astucia del capitalismo. Y del Imperialismo como fase superior. Dura lucha. Durísima, diríamos para hoy día.

Y es reflejo directo de la gran batalla final que nos lanzaron en la Guerra Económica que por años nos tienen asediados desde afuera y desde adentro. "No se puede permitir un régimen castro-comunista en América, menos en la Venezuela Petrolera y de materias primas, la que hemos hecho comercial hasta los tuétanos, con su corrupción integral, nuestro balcón al Caribe, al Atlántico y puente del narcotráfico mundial"

Ya entendíamos que no se podía hacer una Revolución pacífica. Es como nadar en un río infestado de pirañas con una pierna sangrando. Y que era un riesgo iniciarla deslindándonos del Imperio más poderoso de la Historia. Que, como todos sabemos, por su prepotencia hegemónica no iba aceptar que un mulato, al que venía la CIA evaluando, fuese a mandarlos al carajo así no más. Pensamos que con nuestro poder moral y petrolero bastaría para ladrarles y mostrarle los dientes para intimidarlos. Resultados iniciales, para no olvidar jamás, golpe de estado que de vainas no eliminó a Chávez –vislumbrado por ellos como peligroso Líder comunicador en ciernes– y de seguidas, con efecto fulminante, el maldito paro Petrolero.

En nuestro deambular por las calles en plan de ciudadano normal, como somos, o sea no como un político activo, menos como le toca a funcionario público de nivel de jerarquías nos topamos con la triste realidad actual. De paso pareciese que los jerarcas en sus cargos (desde concejales, alcaldes, gobernadores, directores, etc.), no caminan solos, no se interrelacionan con "el vulgo", no compran en panaderías, menos en los supermercados chinos, a un abasto no entran nunca, ni imaginarlos en un mercado popular, solo salen con séquitos y con sus equipos de prensa a evaluar algún trabajo, o a inaugurar cualquier pendejada, o a iniciar algo, o entregar dádivas.

Digo que en nuestro deambular tenemos que observar por ejemplos las malditas colas por todas partes, y nos hierve la sangre de rabia y dolor. Siendo de la tercera edad, y ajustados al terminal de la cédula, tenemos que enfrentarnos a alguna cola para ver que conseguimos porque necesitamos papel tualé, harina pa´las arepitas diarias, y todo lo demás. Por cierto que en los supermercados chinos no se guían por cédulas y apenas llegan los camiones cava (no refrigerados) los chinos inician la ordenación de las colas fuera de sus locales, escriben en la mano el número correspondiente al puesto, pero la cola hay que hacerla, y comienzan a vender cuando descargan la mercancía, que no llegan a colocar en los anaqueles.

Aunque dicen que venden y no les ganan por ser mercancías reguladas y tienen que calarse el peo de las gentes alborotadas contra el que quiere colearse, etc., en el fondo están contentos porque venden por carajazos, que es el fin de todo comerciante: vender, vender. Ah, pero la información es que por debajo de cuerda, no en el bululú, le venden a mayor precio, y por pacas, a los bachaqueros que los revenden mucho más caros. Tremendo negocio. Lo que sabemos es que siempre han hecho así, solo que ahora es más intenso por la multiplicación de las ganancias. Y donde hay varios supermercados chinos, a cortas distancias, cuando llega mercancía a otro, se reinicia el proceso.

Y mientras en las colas se escucha "esta vaina es hasta que Maduro se vaya", los chavistas tenemos que estar calladitos porque nadie a nivel popular, gente no del proceso, se cala lo de la guerra económica. Las veces que explicamos te responden airadamente: "sí hay guerra económica porque el gobierno no ha hecho nada. A Chávez no le hubieran echado esta vaina"

Si pasamos por ventas de materiales de construcción las colas para el cemento son largas. En las que recorremos con frecuencia hemos observado que de motorizados para transportar uno o dos sacos, desconozco cuántos por persona, o un cacharrón que en las maletas mete más, ahora ya aparecieron transportes con camioncitos o pickos que permite que varios compradores, mujeres y hombres, viejos inclusive, tengan transportes cómodos. Otro negocio para la reventa, para el bachaqueo, porque cédula ni por equivocación.

Mi cotidianidad de pensionado, por el seguro social, me obliga a andar ajustadito, claro cuento con la pensión de mi doña, que no coincide con mi cédula, y ayudas de algunos hijos pero que tienen bebés y la vida se les ha encarecido, más con la compra de pañales, leche, de bachaqueros. Más las medicinas y todo lo demás. Ni pensar en costo de ropas.

Por cierto me decía uno de ellos que por no liberar los precios el gobierno está perjudicando a las empresas productoras y beneficiando a los comerciantes, más a lo inescrupulosos, contrabandistas, etc. entre ellos los bachaqueros populares que no han sentido el peso de la ley y venden libremente en sus comunidades, no a sus vecinos de escasos recursos que sí se empujan sus colas y que los llaman ladrones especuladores, se lo venden a los clase media de cualquier estrato que no puede hacer colas porque no le dan permisos en sus trabajos, o cuando les toca por la cédula ya no hay mercancías, etc. Y escuchamos: "esto seguirá hasta que Maduro se vaya"

En estos días un caucho de mi carro, un fordcito, se dañó por un borde y un mecánico pana me dijo que le pusiera una tripa. Nojoda, vaya vía crucis para localizar una, aunque sea usada, o un caucho (porque no tengo el de repuesto) y escuchamos, palabras más palabras menos, "esto se acaba cuando Maduro se vaya", y medio, con el rabo entre las piernas, soltamos que es por la guerra económica. Por fin un amigo, porque uno mueve cielo y tierra, y calándose las burlas por no encontrarlas, me dijo que en una caucherita de un barrio tenían una tripa de una medida un poco mayor pero le serviría, me presenté con 1.900 bolos pero el cauchero cuando evaluó el caucho, muy "decentemente" me dijo: ese caucho se esguariló, si le pone la tripa los alambres internos la romperán. Y me fui y la nave sin caucho. Qué tal. Todos me informaban que llegarían no saben cuándo, ni de cuáles medidas. Y de vez en cuando la frasecita…

Me afecta un poco, aunque me muevo en autobuses, en porpuestos y de cuando en vez en un mototaxi, aunque está prohibido para mayores pero…, ya que además la batería está fallando y para conseguirlas es a más de 15.000 me dijeron, o más baratas en unas colas en las fábricas.

Me ha tocado comprar un repuesto simple y : "qué va, no tenemos, tal vez cuando se vaya Maduro"

Cómo será de desagradable la situación que yo que tengo interesantes amigos profesionales, intelectuales, en diferentes corrientes, más en los independientes, no los visito, no los contacto porque aún y cuando no toquemos el tema político con frecuencia, como cuando lo hacíamos hace unos años y me llenaba la boca con argumentos positivos de nuestras realizaciones y proyectos, que todavía siguen, ahora cualquier logro lo tiene aplastado la guerra económica, que muchos no aceptan y todo cae en el mal gobierno, asunto que nos duele en el alma.

Dos cosas para finalizar. Concluir este cuento que es muy frecuente y causa la molestia que juega garrote (se pierde mucho tiempo en buscar) ya que a lo mejor ustedes porque tienen contactos, carros en mejor estado, etc., no conocen de estas vicisitudes. Y la más compleja es que con todo y las apariciones de Maduro explicando y demostrando los esfuerzos que hace por gobernar y ejecutar obras, resolver problemas, etc., por su verbo cada vez mejor ante nuestros millones de chavistas, se ha venido formando una matricita de opinión que ya no es meramente mediática, sino que casi todo el mundo vive las incomodidades a que nos forzaron, y como es de entender, sumamente dañina a nuestro proceso.

Y aunque con esperanzas, basadas en logros importantes, y se fortalezca un optimismo triunfalista estimo que, mientras no se borre de la mente el efecto desabastecimiento y encarecimiento brutal de todo que soportamos, bajar la matricita de opinión negativa, las elecciones a la Asamblea Nacional, hoy día, están perdidas. No perdidas, sacaremos nuestra proporcionalidad por el gran esfuerzo verbal del casa a casa de nuestros candidatos, los de los chavistas duros, pero recordemos que el país, y esto me lo reclamarán, estamos divididos en 7,5 y 7,5 millones por lado… sin la hecatombe económica.



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Simón Lacise


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