Migraciones de venezolanos

Entiendo el sufrimiento de los venezolanos que toman la decisión de emigrar de esta Tierra de Gracia, a pesar de continuar conectados a ella a través del internet y las redes sociales, privilegio del que no gozaron anteriores migraciones.

Si bien es cierto que no hemos sido migrantes, por el contrario, receptores de migrantes de Europa, Asia, Oriente Medio, Suramérica y el Caribe; también es cierto que estas migraciones sepultaron nuestra identidad histórica, musical y hasta gastronómica.

Si retrocedemos en el tiempo nos encontraremos con los primeros migrantes venezolanos, nuestros originarios Caribes, quienes viajaron en sus canoas y se fusionaron con originarios tainos, etc., en épocas precolombinas. En la época de la conquista fuimos receptores de migrantes españoles y alemanes, además de la obligada migración de esclavos de africana.

Durante el proceso independentista, en las primeras décadas del siglo XIX, fueron muchos los venezolanos que emigraron, siendo convencidos realistas. En la Emigración a Oriente de 1814, y en1817, al quedar la Provincia de Guayana en manos de las fuerzas patriotas, emigraron hacia las Islas del Caribe.

En el siglo XX, las migraciones fueron por conflictos políticos con gobiernos dictatoriales, y los destinos eran países del Caribe, Nueva York, México y España. En este punto vale destacar que la migración venezolana siempre ha sido calificada. En la década de los noventa, muchos emigraron hacia Canadá, argumentando persecución política, y por supuesto esa migración pasó desapercibida. ¡Claro! Con medios a favor de los gobiernos de turno

En los cuarenta años siguientes al 58, en el que las transnacionales y los Estados Unidos tomaron el control del país, muchos venezolanos que fijaron residencia en el exterior, productos de los pensum de nuestras universidades públicas y privadas, quienes formaban profesionales para exportar, como lo fue también el Programa de Becas de la Fundación Ayacucho, que una vez graduados encontraban trabajo y se quedaban en el exterior.

En la década de los años setenta, del ta’barato dame dos, fueron muchos los venezolanos que en lugar de invertir en su país, invirtieron en Miami, y fijaron residencia.

La fuga de cerebros, se ha tomado como una bandera política para descalificar el gobierno actual y no es así. Algunos militares exitosos que acompañaron a nuestro Libertador a emancipar y crear repúblicas en Suramérica, se residenciaron en las recién creadas repúblicas, Antonio Jose de Sucre y Juan José Flores, fueron Presidentes de Bolívia y Ecuador respectivamente.

Francisco de Miranda, tuvo que emigrar para lograr su proyección universal; Andrés Bello, de Londres emigró a Chile, donde fundó la Universidad de Chile y hoy es reconocido como en Padre de las letras americanas; más cerca es el caso del Sabio Humberto Fernández Morán, quien tuvo que salir del país, por el solo hecho de haber sido Ministro de Educación de Pérez Jiménez, nombrado una semana antes de ser derrocado.

Más doloroso aún que la fuga de cerebros fue la fuga de capitales en los años 80 y 90. Otra particularidad es la siguiente. Las empresas extrajeras que se establecen en Venezuela, mantienen su marca país, en cambio, nuestros empresarios cando abren en otros países cambien de identidad, como ha sucedido con muchas figuras que cuando triunfan pierden la identidad y la recuperan cuando les interesa,

También llama la atención lo siguiente: la gran mayoría de los migrantes, por no decir casi todos, envían remesas a sus países, en cambio nuestros migrantes piden que se les envíen remesas



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