Estamos en guerra

Errores económicos y políticos ha habido y una cierta burocracia indolente e ineficiente. Pero la guerra económica es real, es parte de una guerra mediática, psicológica, que genera caos, sufrimiento, inseguridad y miedo, que van rompiendo los nexos de solidaridad en las relaciones interpersonales, convirtiéndonos en animales asustados, pues el que se acerque puede ser un atracador o nos disputa el pan, como consecuencia del contrabando, el acaparamiento, el bachaqueo, la especulación y una anárquica elevación de precios más la dolarización de hecho, y un patrón de consumo perverso, asociado al modelo petrolero, hacen difícil cubrir el mercado generando una escasez inducida.

El paramilitarismo tiene bases en barrios, pueblos y cárceles, para promover secuestros, caos... Siendo urgente unificar el chavismo, aceptar críticas y abrir un diálogo con la izquierda disidente. Moderar conflictos, como cesar los ataques en bloque a las universidades autónomas y reconocer que los sueldos de los profesores son una vergüenza, estando algunos por debajo del salario mínimo.

Hay que moralizar al chavismo y reconocer que está golpeado por la burocracia, la corrupción y la ineficiencia. Golpear la corrupción generando una masa crítica de acciones con claros efectos políticos y éticos.

No se puede "regalar" más renta petrolera a la burguesía. Hay que publicar la lista de quienes han recibido dólares preferenciales y demostrar que se han enriquecido sin producir bienes y servicios.

La política social no puede seguir fundada en la dádiva, sin compromisos ni retribución solidaria, obligando a revisar los problemas que hay en la Misión Vivienda, la educación y la salud. La dádiva se agotó como política social y para ganar elecciones.

Creo que la ofensiva imperial induce a que la derecha incrustada en el Gobierno cierre filas con la derecha que está fuera. El pueblo chavista tiene que, unido con el presidente Maduro, hermanarse con el pueblo no chavista para repolarizar este proceso.

Los medios públicos no avanzan. Programas como los de Walter Martínez, Mario Silva sobre el Dólar Today, William Castillo, Erick Rodríguez sobre la guerra económica, Fernando Travieso, Zurda Konducta y Larissa Acosta, no son para encerrarlos en un estudio. Deben presentarse en fábricas, barrios, universidades, liceos, cuarteles...

No más ministerios. No más burocracia. Solo el pueblo salva al pueblo. Adelante Presidente con el artículo 5 constitucional. No hay tiempo.



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Julio Escalona


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