Bachaqueros y especuladores, el ejército contra el pueblo...

La burguesía nacional y sus dueños imperiales, nunca han descansado en su lucha por ahogar los procesos emancipatorios de los pueblos del mundo que son presa de la voracidad del gran capital y el poder trasnacional. En nuestro país, a raíz de la llegada del Comandante Chávez, y ante la imposibilidad de doblegarlo, se han ensayado varias operaciones contra el proceso revolucionario, hasta ahora derrotadas por la fuerza del pueblo y la unión cívico – militar: guerra contra las leyes habilitantes, golpe de estado, Plaza Altamira, paro petrolero y guarimbas.

En todas las operaciones anteriores, tal como lo indica el Psiquiatra Heriberto González, la mayoría de los medios de comunicación, promovían estos eventos y se difundían las caras de los dirigentes, así como, las organizaciones que les respaldaban; en esta oportunidad, las acciones del bachaqueo y la especulación, no es así, nadie llama a bachaquear y especular públicamente, salvo en las redes y bajo anonimato, pero cientos de miles de personas lo hacen, incluso muchos que se califican de Chavistas, ya que, a través de la guerra de cuarta generación y a partir de la Psicología del venezolano, donde predominan los valores de una sociedad extractivista - tema muy bien explicado por González - se extrae del gobierno los productos subsidiados para el pueblo, que luego, con la más grosera especulación venderlos en Colombia, o dentro del territorio nacional; por ejemplo, los insumos para limpieza del hogar, papel higiénico y Champo entre otros en Maracaibo, se consiguen con facilidad en el Mercado de las Pulgas, sin cola, pero a precios exorbitantes. ¿Cómo llegan allí esos productos?

Se trata de una estrategia bien elaborada, donde no se hacen visibles los promotores de la guerra, una guerra no convencional de baja de intensidad, frente a la cual el Estado tiene pocas oportunidades en el corto plazo, ya que, se trata de la práctica de valores del rentismo y la extracción como los más relevantes en el seno de la sociedad, sobre los cuales cabalga una guerra de cuarta generación, disparando a las neuronas de toda la población para sumarla al ejército del gran capital en la guerra contra el pueblo.

En un país rentista, no productivo, ni industrial; la mayoría de la gente aplica la viveza criolla para obtener dinero rápido y sin el mayor riesgo, sin importarle a quien afecta; sobre los valores de este escenario se monta gran parte de la guerra económica, donde miles de personas de todos los estratos sociales, sin distingo de raza, religión, ni preferencia política pasan a formar parte del ejercito de bachaqueros y especuladores contra el resto del pueblo y la larga contra ellos mismos. Resulta alarmante la información que en algunas instituciones universitarias, grupos de docentes, empleados, obreros y estudiantes forman de ese ejército de bachaqueros, e incluso, se habla de personal del magisterio que pagan suplencias para bachaquear; muchas personas, con las que en ocasiones discuto el tema, justifican el bachaqueo argumentando los bajos salarios e inflación, quizás sin saber que el bachaqueo y la especulación son de los principales factores causantes de la inflación, además de la emisión de dinero inorgánico y la baja producción.

¿Qué hacer?

La causa clave del bachaqueo y la especulación está fundamentada en la práctica de valores que emergen de una sociedad rentista, donde el rápido enriquecimiento y sin riesgo es considerado como algo normal; rentismo asociado a la extracción de petróleo, oro y minerales, que generan dólares, que a su vez apoyan predominantemente al rentismo y no la industrialización con soberanía nacional. Por lo tanto, lo primero deberíamos hacer sería seleccionar que valores debemos fomentar, a efectos de desarrollar una intensa campaña comunicacional, donde sea el ejemplo de la práctica de valores el portaviones de esa campaña; ya que, si luchamos por la justicia social, debemos dar el ejemplo, siendo justos con nuestra gente; si proclamamos el amor al prójimo, tenemos que dar el ejemplo en nuestra vida cotidiana.

Indiscutiblemente, el cambio de valores con el uso de tecnologías existentes debe ir acompañado de medidas complementarias y progresivas que permitan crear condiciones para enfrentar los anti valores que condicionan el bachaqueo y la especulación; que en el caso del bachaqueo de gasolina, tiene que ser el aumento progresivo de esta, dado que, la diferencia entre peso y el bolívar, hace de este negocio, único en el planeta donde las ganancias pueden llegar al 10.000%; en el caso de los alimentos, artículos para el aseo personal y otros, debe realizarse una denuncia y castigo implacable de los funcionarios públicos y empresarios privados que facilitan el bachaqueo, cuyas identificación, modus operandi y castigo deben ser difundidos públicamente en todos los medios de comunicación y en sitios estratégicos, para que los que sean tentados por esa práctica dañina sepan que corren un riesgo, que ahora no perciben.

 

 

 

 

 

 

 








 



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Roger Lázaro


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