Carta urgente al Presidente Maduro sobre la corrupción

Estimado Presidente: Con el respeto que merece su envestidura, oso dirigirle esta carta, desde mi ciudad, Puerto Ordaz. Confiado en que alguno de sus cientos de asistentes se la haga llegar, aunque sea en un resumen de esta comunicación. Usted, señor Presidente, tiene la oportunidad de pasar a la historia, no como un presidente más, sino como el mandatario que erradicó, en buena parte, la corrupción que carcome al proceso revolucionario. Debo decirle que esta situación no es nueva. Desde el mandato del Presidente Hugo Chávez se inició una voracidad, por parte de los nuevos "revolucionarios" por el dinero fácil, jamás visto en nuestra historia republicana. Pero a los nombres de los encopetados incursos en estafa al Estado, se les echaba tierrita. O se le dejaban los casos al sistema judicial venezolano, penetrado, desde años atrás, por ese flagelo de la corrupción. Por supuesto, no pasaba nada. Los pillos se iban, mientras la justicia tenía vendada sus ojos, hacia el paraíso de los Estados Unidos, a disfrutar del dinero fácil y a unirse al imperio para mal poner al país y a su gobierno.

Presidente: ¿Dónde está la mano dura contra los ladrones enchufados en todos los niveles de su gobierno? ¿Qué se está haciendo para frenar esta locura? Usted me dirá que las instituciones están actuando, y metiendo presos a unos cuantos. Pero esos son unos pendejos, y en su mayoría no reciben castigo alguno, porque de eso se encargan los abogados y el sistema judicial. Señor Presidente: Los peces gordos huyen, con facilidad. Ahora mismo, en estos momentos en que estoy redactándole esta carta, muchos ministros, presidentes de empresas, altos oficiales de la Fuerza Nacional Bolivariana, están robando. Yo no voy a enumerar casos emblemáticos casos del saqueo que se ha cometido contra los dineros de los venezolanos. Eso lo sabe Raimundo y todo el mundo. Lo que sí quiero decirle con humildad es que el proceso revolucionario está siendo aprovechado por unos ladrones y traidores de manera impune. Y allí es cuando me preguntó: ¿Por qué no aprovecha la ley Habilitante para promulgar una ley drástica contra la corrupción? ¿Por qué el poder judicial es tan lento en tomar medidas oportunas contra los ladrones? ¿Por qué sólo los pendejos se dejan poner los hierros? ¿Por qué no promueve no un "sacudón", sino un reventón contra este flagelo que está erosionando el legado de Chávez? Señor Presidente Maduro, por qué no se pone usted al frente, como un mayor general, de un batallón impecablemente seleccionado, capaz de parar este desastre?

Señor Presidente: el verdadero enemigo del país no está en el gobierno del señor Barack Obama. Ni siquiera en los cuatro gatos de la derecha radical. Y menos en los morrocoyes con sueños de la MUD. El enemigo de Venezuela. El verdadero enemigo del legado de Hugo Chávez, está: en primer lugar, en la corrupción desbordada a todos los niveles del gobierno nacional. En segundo lugar, en la ineficiencia de los "gerentes" de las empresas básicas y otros organismos creados para incentivara la producción, en todos sus renglones. En tercer lugar, en la gigantesca burocracia, que convierte al Estado en un paquidermo, donde sólo funciona el amiguismo, el compadrazgo, el tráfico de influencia y la compra de conciencia. En cuarto lugar, el desborde de la delincuencia, producto de la situación económica y de la inoperatividad de los múltiples organismos de seguridad, cómplices, en su mayoría de los delincuentes. Y en quinto lugar, para no seguir con el rosario, la impunidad que existe, y que se convierte en un estímulo para que funcione el viejo dicho de la IV, "yo no pido que me den, sino que pongan donde hay".

Atentamente:

Teófilo Santaella (un chavista, preocupado por lo que pasa en mi país)

PD: Estoy consciente, señor Presidente, que la corrupción no es un fenómeno nada más de Venezuela. Mire como está España, entre otros países europeos. El senador Bob Menéndez acusado de actos de corrupción en los Estados Unidos. México, Colombia, Brasil, Argentina, Perú, para nombrar unos pocas países, son pastas del flagelo de la corrupción. Pero eso no justifica que seamos permisivos ante este "cáncer" que avanza sin obstáculo alguno hasta que haga metástasis en la estructura política y gubernamental de nuestro país. Además, existe una gran diferencia entre esos gobiernos de esos países y el nuestro: Disque estamos en transición hacia el socialismo. O sea…

 



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Teófilo Santaella

Periodista, egresado de la UCV. Militar en situación de retiro. Ex prisionero de la Isla del Burro, en la década de los 60.

 teofilo_santaella@yahoo.com

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