Apreciados compatriotas de Aporrea:
Los días 8 y 15 de abril del corriente año, aparecieron sendas denuncias de un llamado “Comité de Víctimas del Omni Mar, NE”. En ellas se aduce que el Hotel Omni Mar de Porlamar, Costa Azul, Nueva Esparta es un edificio que alquila apartamentos, ello con la pretensión de señalar que quienes son huéspedes del hotel realmente no lo son y más bien se trata de inquilinos que deben tener la protección legal que les brinda el estado social de derecho y de justicia que establece nuestra Constitución Bolivariana de Venezuela.
Por esta razón, en mi condición de gerente del Hotel, haciendo uso del derecho a réplica, estimamos importante hacer del conocimiento de la inmensa legión de lectores de Aporrea nuestra versión del asunto.
El Hotel Omni abrió sus puertas en abril de 1992. Sus propietarios son venezolanos que acompañan este proceso desde sus inicios y al menos uno de ellos tiene militancia histórica de izquierda. En los inicios del Gobierno Revolucionario, en la Isla de Margarita había carencia de hospedaje para ingenieros, técnicos, profesionales y agentes del estado que viajaban a la isla desde distintos entes, además de empresas públicas y privadas; venían por semanas y meses pero no tenían donde llegar. Entonces se tomó la decisión de cambiar la mayor parte de la oferta de habitaciones hacia el llamado “Hotel Residencia”, esto es, un hotel para estancias prolongadas reduciendo las tarifas por noche y de esa manera se colaboró con emergencia del problema en alusión. Para ello se eliminaron los dos restaurantes del hotel, el servicio de habitaciones y la telefonía, dejando el servicio de recepción, ama de llaves, seguridad interna, mantenimiento, piscina y estacionamiento techado con vigilancia. Con estas medidas se ajustaron tarifas de Bs 100, Bs. 200 y Bs 300 por noche, de acuerdo con el tamaño y capacidad ocupacional de las habitaciones y las suites. Naturalmente, con los costos actuales la operación es inviable y fue necesario llevar la tarifa por noche a Bs 500 en el caso de la suite más grande, siendo menor el de aquellas que están por debajo de ésta. Este tarifario se comenzó a aplicar gradualmente desde hace un mes, con la intención de tenerlo en vigencia completa para el segundo semestre de este año.
La gran mayoría de los huéspedes encontró razonable la tarifa y sólo uno entregó la habitación, mientras que un reducido grupo se asoció con dirigentes de Primero Justicia fueron a sus programas de radio para denunciar el dislate de que este es un edificio y no un hotel, cuando tenemos 23 años realizando una operación hotelera a la vista de todos y con la permisología completa de entes nacionales, estadales y municipales. Con esto no queremos decir que por ser simpatizantes de la oposición no tienen derecho a la queja y la denuncia, naturalmente que pueden hacerlo conforme a la Constitución y las leyes como cualquier otro habitante de la República, no obstante es inaceptable que se basen en la mentira y el engaño para hacerlo.
La principal instigadora es propietaria de un apartamento en la urbanización Costa Azul que adquirió el 12/8/2014 apto-J-2 y es huésped del hotel pagando Bs 333,33 por noche mientras alquila su apartamento para fines de semanas y períodos vacacionales. En mis manos reposa copia del documento de propiedad de un apartamento en el edifico Res. Costa Azul Plaza adquirido por la irrisoria cantidad de un millón de bolívares (¿fraude al fisco?). Saque usted, amigo lector, sus conclusiones sobre la intencionalidad de esta lideresa de los denunciantes y qué le habrá ofrecido a los pocos y pocas que la siguen.
También deseo aclarar que por error se cargó en la factura de algunos huéspedes al inicio del mes de abril, el 1% del impuesto turístico lo que será resuelto mediante la acreditación de la cantidad del caso en la próxima facturación de estadía, al tiempo que a ellos les ofrecemos nuestras disculpas.
Atentamente,
hectorluismoreno@hotmail.com
