La lucha sigue en revolución

Las ansias independentistas del pueblo venezolano, instituidas en la Junta Suprema defensora de los derechos de Fernando VII, el 19 de abril de 1810, se cristalizan en el territorio de la revolución socialista y bolivariana.

Doscientos años después de aquel primer paso emancipador, preámbulo de la declaración de Independencia del 5 de Julio de 1811, la libertad de la Patria muestra su rostro seguro.

A pesar de los avatares sufridos luego de 1830 –cuando en el período histórico de la Cuarta República se extraviaron valores y principios patrios y el yugo del imperio español fue sustituido por el de los Estados Unidos, en la actualidad, el Gobierno bolivariano asegura la soberanía y la independencia de la nación.

El Comandante Supremo nos recupero la Patria, el Presidente Obrero Nicolás Maduro es quien lidera la defensa de la Patria, de los valores, de la libertad, la soberanía, la independencia, nuestras vidas y el futuro de nuestras generaciones.

Esta realidad tiene su origen, precisamente, el 19 de abril de 1810, cuando los venezolanos más esclarecidos de aquel tiempo, aprovechan la invasión de los ejércitos napoleónicos a España y la abdicación del Rey Carlos IV con su heredero, Fernando VII, para transformar el cabildo caraqueño en una junta de autogobierno que, con el pretexto de defender los derechos del usurpado reino de España, en realidad se hace del gobierno de la, para aquel entonces, Capitanía General de Venezuela.

Antecedentes
Factores internos y externos explican aquel hecho histórico. Entre los primeros figura el malestar económico que se vivía en el territorio de la Capitanía General de Venezuela, desde finales del siglo XVIII, debido a que las guerras internacionales de España dificultaban el comercio exterior y obstaculizaban el flujo de plata que procedía de México.

Además, el gobierno español prohibía el comercio con países neutrales como Estados Unidos y mantenía todo el comercio de la harina en manos de un familiar del "ministro universal" de Carlos IV, Manuel Godoy.

Por otra parte, protestas contra el dominio español se sucedían en ciudades y campos, con aires de rebelión independentista.

Muestra de ello son: la primera sublevación armada, en 1795, liderada por el esclavo José Leonardo Chirinos, en Curimagua, actual estado Falcón; y la conspiración de Pedro Gual y José María España, en La Guaira, en 1797, intentonas fallidas a pesar de su arraigo popular.

Más recientemente, en 1806, están los dos intentos de Francisco de Miranda de invadir a Venezuela: por Ocumare de la Costa y la Vela de Coro.

Por su parte, en el plano externo, los ejércitos de Napoleón, desde mayo de 1808, ocupaban territorio español y hacen abdicar al Rey Carlos IV y a su sucesor Fernando VII, a quien mantenían prisionero.

Las juntas de autogobierno como instancias de lucha

El pueblo español, que en buena parte consideraba decadente el reinado de Carlos IV, y aspiraba aires de renovación, adoptó como líder del movimiento de recuperación de su territorio a Fernando VII, quien discrepaba de su padre.

Los súbditos de la metrópolis enfrentaron la invasión de los ejércitos de Francia, nucleándose en juntas de autogobierno que, paradójicamente, tomaron las banderas de la Revolución Francesa (1789), para combatirlos.

Estas juntas proliferaron por toda España, regidas por la Junta Central de Sevilla, que posteriormente sería disuelta para ser sustituida por el Consejo de Regencia.
Las juntas en Hispanoamérica

En la llamada América española, la respuesta a los sucesos acaecidos en España genera reacciones similares y entre 1808 y 1811, se constituyeron 15 juntas de autogobierno; siete de ellas en 1810, siendo la primera de ese año, la de Caracas, el 19 de abril.

En todos nuestros países, este momento de confrontación histórica expresa de varias maneras las contradicciones de clase presentes en las sociedades de entonces.
En Venezuela, por ejemplo, puede hablarse de la contradicción manifiesta entre un sector conservador de los "mantuanos" (blancos criollos económicamente poderosos) que se oponen a la independencia de España por temor a perder privilegios y la "bendición divina" pregonada por los curas, y los jóvenes mantuanos junto a representantes de sectores productivos, quienes veían en la independencia oportunidades de crecimiento económico y ascenso social, hasta entonces inéditas.

Pero de regreso al tema de las juntas, es necesario recordar que la primera de Hispanoamérica fue la de México, el 5 de agosto del mismo año 1808, a la que siguió la de Montevideo, el 21 de septiembre.

En el año 1809 se crean tres: Chuquisaca (Alto Perú) el 25 de mayo; La Paz, el 16 de julio; y Quito el 10 de agosto.

En 1810, la primera, como dijimos, es la de Caracas, el 19 de abril; luego, el 22 de mayo, la de Cartagena; la de Buenos Aires, el 25 de mayo; la de Santiago de Chile el 3 de julio; la de Bogotá el 20 de ese mismo mes; otra en México (Grito de Dolores), el 16 de septiembre; y otra en Chile (la primera Junta Nacional) dos días después.

En 1811 se consolidan otras tres juntas, que son: Grito de Ascensio, Uruguay, el 27 de Febrero; la del Paraguay, el 15 de Mayo; y la última en El Salvador, el 5 de noviembre.

La acción de la Junta de Caracas

Desde un principio, los patriotas caraqueños tuvieron muy claro lo que debían y tenían que hacer.

Lo primero que hace la Suprema Junta defensora de los derechos de Fernando VII, es tomar el control de los cuerpos militares acantonados en Caracas y asegurar la lealtad de las fuerzas armadas, designando mandos comprometidos con la causa independentista.

Días después, el 25 de abril, designa la Junta Suprema de Gobierno de Caracas, como habrá de llamarse en adelante, integrada por 23 personas, entre quienes figuran: José Cortés de Madariaga, Lino de Clemente, José Félix Ribas, Francisco Javier de Ustáriz, Juan Germán Roscio, Feliciano Palacios y Juan Pablo Ayala.

Nótese en este cambio de nombre que desaparece el motivo inicial: "defensora de los derechos de Fernando VII".

Una vez nombrada la Junta Suprema de Gobierno, ésta procura el apoyo del resto de provincias del país y envía emisarios para exponer las razones de la decisión adoptada.

La iniciativa recoge la adhesión de Cumaná y Barcelona, el 27 de abril, de Barinas el 5 de mayo; Margarita el 14 de mayo; Mérida el 11 de septiembre; Trujillo el 9 de octubre.

Guayana apoyó el 11 de Mayo; pero el 3 de junio reconoce la autoridad del Consejo de Regencia de España.

Misiones al exterior

Con el mismo objetivo son enviadas varias misiones al exterior. A Inglaterra fueron comisionados: Simón Bolívar, Luis López Méndez y Andrés Bello, quienes en Londres son recibidos por el Generalísimo Francisco de Miranda, en cuya casa son hospedados.

Desde los mismos acontecimientos de 1808, en España, Miranda, mediante cartas, incita a los patriotas de las principales capitales de iberoamérica a designar juntas de autogobierno y librarse de España.

A Estados Unidos van comisionados: Juan Vicente Bolívar, José Rafael Revenga y Telésforo Orea, mientras que a Jamaica y Curacao marchan Vicente Salias, Mariano Montilla y José Cortes de Madariaga, y a Trinidad, Casiano de Medranda.

Primeros decretos

El 14 de agosto de 1810, la Junta Suprema de Gobierno de Caracas, expide tres importantes decretos: uno, suprime el comercio de esclavos; dos, crea la Sociedad Patriótica de Agricultura; y un tercero, elimina los impuestos a la exportación de productos venezolanos.

Congreso constituyente

A principios de junio de 1810, la Junta convoca a las siete provincias del territorio a elecciones para la designación de delegados al primer Congreso Constituyente que habrá de realizarse a mediados de 1811. Las elecciones se realizaron entre octubre y noviembre de 1810.

Al Supremo Congreso de Venezuela, como se le llamaría, fueron electos 43 diputados de las 7 provincias, pero sólo 30 asisten a la instalación del mismo.

La convocatoria a este Congreso, es quizá la más importante tarea desarrollada por la Junta Suprema de Gobierno de Caracas, que conduce a la patria por ese breve, pero importante, período de transición hasta esa instancia legislativa, de donde surgirá la Declaración de Independencia, el 5 de julio de 1811.

El 3 de marzo de 1811 se instala el primer congreso constituyente de Venezuela y dos días después, la Junta Suprema de Gobierno de Caracas, cesa sus actividades y declina sus poderes en este congreso, pasando a ser, en adelante, simplemente la Junta Provincial de Caracas.

El Congreso designó al poder ejecutivo, que quedó encabezado por Cristóbal Mendoza, como parte de un triunvirato compuesto además por: Juan de Escalona y Baltasar Padrón.

La primera

Ciertamente, la Junta Suprema defensora de los derechos de Fernando VII, no fue la primera de su tipo en Hispanoamérica. De hecho fue, cronológicamente, la sexta.

Sin embargo, la Declaración de Independencia del 5 de Julio de 1811, si fue la primera de la América hispana, así como también fue primera la Constitución surgida del Supremo Congreso de Venezuela, la cual quedó aprobada el 21 de diciembre de 1811.

Luego de traiciones y derrotas, se perdió la Patria. Asesinado el Abel de América, traicionado Bolívar y luego fallecido, todo vuelve a manos de la oligarquía, los que oprimen al pueblo, quienes venden la tierra sagrada por obtener beneficios personales.

El Comandante Supremo recupero la Patria, no fue ni a sido fácil. El imperialismo norteamericano ha hecho todo lo posible por volver a imponerse y robar nuestras riquezas y el futuro del ser humano. Llego el imperialismo incluso no solo a atentar contra la vida de nuestro gigante Chávez, sino que además me atrevo a reafirmar que le inocularon el cáncer para asesinarlo.

Pero aquí estamos sus hijos, soldados fieles para cumplir con su legado, con el compatriota Nicolás Maduro al frente de la Patria para que ya nunca más nuestro opaís sea dominado por potencia alguna.

La derrota al presidente Obama en su afán intervencionista, injerencista y genocida contra esta tierra sagrada de Bolívar y Chávez al promulgar el fulano decreto, es muestra que estamos dispuesto a todo por cumplir con el legado de nuestros Libertadores Bolívar-Chávez.

Por eso, al escribir sobre aquel 19 de abril, hay que necesariamente concluir con la sentencia de nuestro Comandante Supremo ese inolvidable 8 de diciembre de 2012, antes de partir a La Habana para continuar su tratamiento médico, el presidente Hugo Chávez ratificó la unidad entre el Gobierno Bolivariano, el pueblo venezolano y la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y destacó que "hoy tenemos patria y pase lo que pase, en cualquier circunstancia, seguiremos teniendo patria".



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