Un inusitado e incontrolado 'agente económico'

En los últimos años ha aparecido inesperadamente un nuevo 'agente económico' [1] que ha logrado impactar el mercado en Venezuela. Es el popularmente llamado 'bachaquero'. Este 'agente económico' es básicamente un revendedor proveniente de la economia informal, puede ser un individuo o un grupo de personas de diferentes sexos y edades, que actúa como un azote de supermercados y abastos donde se expenden los productos subsidiados y/o regulados por el gobierno nacional. También hay los que 'bachaquean' dólares de la renta petrolera, pero estos especimenes pertenecen a otro lote.

Este fenómeno surge en el año 2013 coincidiendo con otros acontecimientos políticos y económicos que impactaron la vida de los venezolanos; como la conmoción por la muerte del Presidente Hugo Chávez; los conflictos legales por su remplazo; las sorpresiva devaluación de la moneda por parte del gobierno interino del Presidente Nicolás Maduro; su posterior eleccion como Presidente constitucional y el desconocimiento de los resultados por parte de la oposicion golpista; la guerra economica y mediatica desatada por los 'empresarios' consistente en el acaparamiento, el desabastecimiento, el contrabando y el remarcaje de precios de todos los productos que aceleraron la escasez y la inflación. Las primeras informaciones de los periódicos (mayo-junio de 2013) reportan la actividad del 'bachaqueo' como un fenómeno particular de la economía informal del fronterizo estado Zulia, pero que pronto se irá extendiendo por todo el país.

Algunos se preguntarán qué tiene esta situación de extraordinaria pues siempre ha existido la economía informal en los países subdesarrollados; o destacarán que la noción del sector informal agrupa demasiadas situaciones diferentes bajo ese nombre y que el 'bachaqueo' simplemente sería una más de ellas. Hasta cierto punto esto es verdad. Pero el problema está en que del vientre del sector informal ha surgido inusitadamente esta variedad comercial extrema, incontrolada y muy dañina, hasta el grado que su actividad ha logrado alterar sensiblemente la relación entre la oferta y la demanda de bienes de consumo esenciales, ha contribuido ha desvirtuar las políticas oficiales de subsidios y regulaciones, como también ha terminado por desquiciar la psiquis de las familias venezolanas.

Otros pudieran igualmente argumentar que, como es propio de todo agente económico que persigue exclusivamente el lucro, sería hasta comprensible que el 'bachaquero' persiga los mismos objetivos y exhiba la misma ética del comerciante capitalista, que no es otra que la de comprar barato y vender caro para así obtener la máxima ganancia. En efecto, el 'bachaquero' no desarrolla ninguna actividad productiva sino una exclusivamente comercial o de intermediación informal dirigida hacia la venta o el contrabando de cualquier producto escaso y/o redituable, que en nuestro caso ha recaido particularmente en los bienes de consumo masivo como los alimentos y los de higiene del hogar y personal. Entonces, el problema estaría en que la actividad del 'bachaquero' no se limita en desarrollar una cierta actividad comercial informal, sino que además para alcanzar sus objetivos crematisticos ha empleado unas prácticas verdaderamente delictivas, especulativas y perturbadoras del mercado nacional.

Otros más quizás señalarán que todo ciudadano tiene el derecho de ejercer privadamente la actividad económica que él prefiera, y con tal propósito emplea los medios, los recursos y la 'tecnología' apropiada de acuerdo al capital y la fuerza de trabajo disponible. Así, a tono con este principio, el neoliberalismo ve el sector informal como una reserva de 'autentica democracia' en una sociedad mercantilista, donde los informales no serían los individuos sino sus hechos y actividades. La frontera entre el sector formal y el informal sería, entonces, la legalidad o no de las actividades [2]. Pero el problema está en la dificultad para determinar esa legalidad y poder aplicar los procedimientos sancionatorios correspondientes, pues como todo el mundo sabe, a diferencia con la economía formal, la actividad informal en su mayor parte no está registrada ante las autoridades, no reporta sus movimientos económicos, no paga ninguna clase de impuestos, ni tiene un local comercial con una marca o razón social.

También están los analistas que atribuyen la aparición del 'bachaquero' como uno de los resultados esperables de una crisis multidimencional del país, que se expresaría en un 'punto de quiebre' en la curva ascendente de los indicadores de bienestar social que hasta ese momento se habían logrado (reducción significativa de la pobreza y la desigualdad social, crecimiento de la ocupación y disminución del desempleo). Este 'punto de quiebre' estaría determinado por varios factores económicos negativos tanto internos como externos: tales como la disparidad entre el alto crecimiento de la demanda global y el crecimiento menor del PIB; la desinversión en la industria manufacturera y la financiarizacion de la economía; la caída de los precios del petroleo a nivel mundial y la disminución significativa de la reservas monetarias nacionales en los últimos años. Estos factores fueron originando acumulativamente una seria reducción de la oferta de bienes y servicios industriales y de consumo frente a una demanda solvente insastifecha, cuya conjunción con los ya mencionados factores politicos fue conformando toda una situacion problematica de desabastecimiento, escasez, sensación de caos y una probable desmoralización en algunos sectores de la sociedad.

Igualmente, hay estudios que señalan otros factores estructurales como causas de la existencia de la economía informal y particularmente de la aparición del 'bachaquero'. Las causas estructurales se encontrarían en las características de la formación económico-social capitalista subdesarrollada, rentística e importadora que marcan a Venezuela, en la que se distinguen el grado de desarrollo insuficiente de las fuerzas productivas, la sobredimensión del sector del comercio y los servicios, y la supervivencia de las estructuras y normas de distribución burguesas que de ello se desprenden. Estas características atrasada de la economía venezolana explican el hecho que dentro de la población económicamente activa exista un sector realmente laboral y ocupado muy pequeño en números absolutos y relativos. En tanto que la mayor parte de esa población desarrolla actividades no productivas, trabajos por cuenta propia, o son subempleados, por lo que sus necesidades y preocupación de vida se 'resuelven' básicamente en los sectores que muestran mayor actividad y acceso, como son los ya mencionados del comercio y los servicios. Esta condiciones laborales, además, les permiten ocupar su tiempo forzosamente disponible en otras actividades que desafortunadamente no son utilizadas para el estudio y la formación profesional, sino más bien para atender sus necesidades más básicas. De tal manera que estas condiciones generan en el campo sicológico de muchos individuos la alienación que los lleva a subvalorar el trabajo formal y productivo que se les esquiva, y a sobrevalorar el mundo de las mercancías que los tienta. Y esto es lo que en fin de cuentas conduce a algunos de ellos a buscar 'el beneficio' de cualquier manera, a caer en la delincuencia, el 'rebusque', la buhonería, el 'bachaqueo', el contrabando de productos, o en la compra y venta fraudulenta de puestos o cupos. Esto es, en un afán y una practica mercantilista casi generalizada que algunos irónicamente han dado en llamar 'el capitalismo popular'.

Por ultimo, cabe destacar que en el abordaje noticioso de este fenómeno, los medios privados de comunicación han señalado de manera interesada y parcializada que el problema del 'bachaqueo' obedece exclusivamente al fracaso del modelo económico y a las políticas instrumentadas por el gobierno; pero un análisis más serio y científico señala que las causas de esta actividad económica son más amplias y profundas, que se deriva de factores tanto estructurales como coyunturales, que el 'bachaquero' no tiene nada que ver con el socialismo, sino que más bien responde a la ideología y prácticas del capitalismo, y que esta particular actividad comercial no sólo tiene connotaciones obviamente económicas, sino que también tiene relación con otros campos de la realidad social, política, y hasta moral del país.

Así entonces, con base en análisis de este fenomeno y su problemática consideramos que se puede hacer las siguientes inferencias: 1) se observa que tanto las condiciones estructurales como coyunturales de la sociedad venezolana determinan la existencia de una crisis continuada, multifacetica, no resuelta que afecta a unos sectores sociales más que a otros; 2) que la irrupcion de un agente economico tan dañino podría indicar que estos sectores de la sociedad venezolana están efectivamente atravesando por una grave crisis moral debido a la pérdida de valores humanos esenciales como la solidaridad, la equidad, la justicia y el respeto del derecho de los ciudadanos; 3) que, como es propio de sociedades en crisis, probablemente la aparición de elementos y conductas delictivas en algunos de sus miembros esten motivados por la pérdida de las perspectivas optimistas sobre las posibilidades de superar los elementos negativos que dan origen a dicha crisis; 4) que estos sectores de la sociedad con semejante mentalidad y actitud mercantilista pueden estar conformando la base de apoyo popular para las acciones de la derecha burguesa, al mismo tiempo que serian un escollo para el proyecto socialista; 5) que se percibe un fracaso en el desempeño de los organismos públicos responsables de elaborar y aplicar los programas políticos-ideológicos-educativos destinados a formar y consolidar tanto las capacidades laborales como una conciencia socialista en estos sectores de la sociedad; y 6) que a pesar de que se han decretado algunas medidas regultorias por parte del gobierno nacional, se percibe que existen serias deficiencias (por decir lo menos) en la aplicación de las políticas públicas y en la actuación de los organismos encargados de la vigilancia y el control de las actividades economicas en Venezuela.

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[1] Se considera como un agente económico toda persona natural o jurídica que lleva a cabo operaciones de producción, distribución, o consumo; pudiendo éste ser un individuo, una empresa, o cualquier organización que realice actividades económicas.

[2] Véase: Economía informal, Gustavo Marquez y Carmen Portela compiladores, Ediciones IESA, 1991, pp. 1-33.

Anlapp@hotmail.com



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