Los raspacupos aplican malas mañas de los gobernantes de la 4ta.R

No deja de sorprendernos la reciente reforma de la Cencoex

Decimos que nos sorprende, y no lo hace, la reciente reforma a la flamante reforma sobre cupos para compradores por Internet. Entendemos que muchos venezolanos se sintieron muy afectados hasta hace pocas horas porque, según la reforma inicial, tendrían que esperar hasta agosto para disponer en un solo acto del cupo de los 300 dólares asignados, si es que algunos entes financieros privados y entidades comerciales del exterior se presten-como lo han venido haciendo-para burlar al Estado y a sus disposiciones financieras, porque, de lo contrario, el saldo disponible de cada cuatrimestre no es acumulable dentro del año.

Aparentemente, la reforma que esta tarde fue objeto de reforma no funcionaría porque hay compras que exceden a 100 dólares, y estos no serían acumulables en caso de no ser usados dentro del respectivo cuatrimestre, como ya lo dijimos. Pero, resulta que hay compras que también exceden a todo el cupo (300 dólares) y el beneficiario tampoco podría realizarlas, salvo que se valga de esa misma banca irrespetuosa de las leyes mediante el artilugioso mecanismo arriba señalado.

Pero hay más en estas decisiones que en mi parecer lucen inconsultas o consultadas a "profesionales" poco leales al gobierno-a consultores que no lo quieren y por eso les harían esas recomendaciones poco populares. No obstante, también podemos admitir que, si de "sabios es rectificar", y que, consultada la opinión de los afectados, el gobierno y sus asesores acaban de responder adecuadamente.

Pero, resulta que ni esta reforma de la reforma habría que hacerla porque, de todas maneras, la espera hasta agosto ocurriría una sola vez ya que el raspacupo debería esperar un año, hasta el nuevo agosto, como antes esperaba hasta el próximo enero para disponer de su nuevo cupo.

En cuanto a las malas mañas de la 4ta. República, lo decimos porque cuando los organismos del Estado, universidades en primer lugar, veían que se acercaba octubre y no habían consumido 100% del presupuesto del año en curso, lo malversaban de alguna manera para evitar que el Hacienda les aplicara lo que pomposamente los administradores públicos llaman "presupuesto automático anterior" que vendría obviamente disminuido justo en el monto no usado el año anterior.

Los raspacupos de ahorita hacen lo mismo: no gastan la partida asignada para el año, pero optan por algún mecanismo financiero que le ofrece el comercio exterior para acumular lo que está "prohibido" hacer. Entendemos que la asignación, en principio, es para consumirla en el año, no para atesorarla.



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Manuel C. Martínez


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