Varios apuntes sobre la revolución que no hemos hecho...

La verdad es revolucionaria y el cesta ticket es una mentira


... O simplemente como decir tantas cosas que se quieren decir...

No entiendo como todavía seguimos aceptando que unas empresas privadas emitan dinero de papel bond con colores, que tenga validez para las transacciones comerciales, dinero que de paso no se incluye en nuestro sueldo o salario. Por supuesto no cuenta a la hora de nuestra liquidación, etc, etc etc y todas esas cuentas que le sacan a una cuando se jubila o simplemente se va de un trabajo.

¿Cómo es posible que seguimos haciendo ricos a los dueños de este engaño? cuando hasta el dinero en papel moneda, deberíamos haberlo eliminado si estamos en revolución, pero eso no esta fácil, si ni siquiera se ha podido desprivatizar la banca. Pero lo del cesta ticket no tiene nombre, porque ese regalito que nos dejó Teodoro, hace rato debimos haberlo eliminado, y depositar directo en las cuentas de la gente el monto en dinero.

Vuelta a la pregunta de las 40 mil lochas ¿Quién o quiénes se benefician con esta producción de papel bond de colores engrapados? ¿Hasta cuando le vamos a dar el dinero de todos los venezolanos y venezolanas a empresas transnacionales que nos tratan como bobos y bobas, y que se deben burlar de nuestra ignorancia cada vez que se toman una rica copa del champagne mas caro?

Libreticas de dinero que recuerdan a los billetes del monopolio, estas cesta ticket.... ¿Hasta cuándo?
¿Se acuerdan del cuento El rey esta desnudo? Eso parecemos con estas medidas que no tomamos.

Vamos a hacer revolución de verdad, eliminemos la cesta ticket y depositemos en las cuentas de las personas ese monto en dinero.

Las clínicas privadas se llevan los recursos que no se invierten en los hospitales públicos

Eso no es secreto que la administración pública nacional a todos los niveles territoriales de gobierno: nacional, estadal, municipal, invierte ingentes cantidades de dinero en pagar pólizas de seguro que van a los bolsillos de los mercaderes de la salud. Y donde sacando la cuenta, lo que se invierte pudiera haber mejorado en un 100% nuestro sistema público.

¿Cómo es posible que un parto por cesárea puede costar en nuestro país Bs. 80 mil y hasta mas dependiendo de la clínica y del doctor (y su prestigio)? ¿Cuando nos daremos cuenta que necesitamos fortalecer la salud pública?, mejorar la escala de sueldos del personal ¡TODO! Y que un médico público pueda vivir tan bien como vive un médico privado.

No vamos a tener mejores servicios por mas ética que tenga el personal público, si debe buscarse otro trabajo para compensar la baja escala de su sueldo en el hospital. Y pregúntenle a las enfermeras que usualmente tienen dos trabajos y además matan sus tigritos por ahí cuidando enfermos, poniendo inyecciones, etc y no descansan ¡NUNCA! Todo un estrés para sobrevivir

La educación pública tiene una mora

Yo no sé qué pasa, pero parece que ya desaparecieron, cerraron, acabaron con los cuidados maternales que inauguró el gobierno bolivariano, y además muchos comedores escolares no están funcionando o están a menos de media marcha.

Eso sin contar que los sueldos en educación están por el suelo desde hace tiempo, cuando debería ser el personal mejor pagado junto con el que trabaja en salud.

El maestro o maestra tiene la responsabilidad del futuro de las niñas y niños de la patria. De ellos y ellas depende que podamos contar con patriotas honestos/as, éticos/as, morales, trabajadores/as, que echen pa lante el país, y empujen la revolución permanente.

Esa maestra y maestro entonces, deberá sentir la necesidad y el deseo de hacer su trabajo con ahinco y dedicación, pero no, parece que fuera una carga, pues además que muchas y muchos estudian para ser educadores/as sin gustarle, además se sienten subpagados/as.

Vamos a ver si podemos mejorar las condiciones de vida del sector educación en pleno desde maternal hasta el universitario, es una necesidad.

Todas las manos a la tierra para comer.

Si hay una iniciativa que debemos cuidar, proteger, impulsar e invertir en ella es este componente dentro de sistema educativo.

Sino hay quien siembre, no hay comida, y esto aplica a los rubros vegetal y animal.

La conciencia de esto debería ahorita estar empujando a un gran contingente de patriotas a sembrar, como hicieron los cubanos y cubanas cuando el periodo especial a finales de los noventa. Todos y todas debemos sembrar siempre, debería ser una especie de voluntariado obligado, que por lo menos una vez al mes cada persona dedique un día para este voluntariado. Porque además así irá adquiriendo conciencia de la importancia de esta actividad para la vida.

Una vez al mes que le dediquemos a sembrar, un día para comprender nuestro vínculo con la naturaleza, un día para sentir que somos uno con la tierra sin ella nada es posible para ningún ser vivo. Y concienciar que podemos tener todas las tecnologías que queramos, todas las joyas, vestidos, posesiones materiales, etc., pero sin comida no hay vida, sin agua no hay vida, sin oxigeno no hay vida, y eso está en peligro en la naturaleza por nuestro afán depredador y consumista.

Sentir la fuerza de empuñar una chicora, una pala, pero también sentir la alegría de ver el resultado de nuestro esfuerzo compartido, cuanto han crecido nuestras plantas, cuantos frutos han dado, cuantos huevos a puesto esas gallinas que yo ayudo a cuidar por lo menos una vez al mes.

Son otras prácticas las que demanda el cambio de sistema que supone una revolución, y pareciera que no queremos. El mall o centro comercial, la ropa de marca, el carro mas caro, la prótesis mamaria, las nalgas brasileñas, todo eso tiene más valor que la vida y la naturaleza, y esos antivalores del consumismo, son los que están acabando con el planeta con nuestra anuencia.

Si tenemos que volver al arado de buey, tendremos que volver, porque no podemos matar a la naturaleza, pero además la violencia de la vida que llevamos por la competencia desmedida del “tanto tienes , tanto vales” no puede continuar, porque nos hace pensar en un planeta invivible, y eso no podemos permitirlo. Tenemos que abogar por la emancipación del espíritu y la elevación de una moral ecológica. Pero además, buscar un cambio de raíz, como por ejemplo la reducción de la jornada laboral, para tener mas tiempo para la reflexión, la familia y el amor. Para que haya paz, debemos hacer la revolución cultural, y esto pasa por darnos el tiempo para vivir y amar en paz.

Caracas: Tan querida pero improductiva y sucia.

Mucho hablamos de la economía, pero poco estamos haciendo para el desarrollo económico a escala humana, que es la verdadera revolución que está demandando no sólo el país, sino el planeta entero. Una producción que pasa por acciones pequeñas y grandes a la vez, porque tienen que ver con la revolución cultural, con el cambio de las mentalidades, con la revolución de las ideas.

Caracas, nuestra querida ciudad capital, es quizás una de las ciudades mas desordenadas y excluyente en su concepción urbanística, y la menos productiva de todo el sur continente. Basta pasar sobre Bogota, para observar cultivos próximos a la ciudad, cultivos de flores, vegetales, tubérculos de todo tipo, mientras aquí nos rodean cinturones de viviendas precarias, apiñonadas, y eventualmente algunas pequeñas zonas agrícolas, algunos fundos particulares, conuquitos, experiencias particulares de quienes no abandonan su raíz campesina.

¿Cómo es posible que esta es la fecha, que no nos ha servido de nada esta crisis económica, para que la ciudad productiva se ponga en acción? No puede ser que los alcaldes bolivarianos, no se les haya ocurrido tan siquiera activar un galpón en cualquier parte de la ciudad, para comenzar a recoger los aceites sobrantes de todas las casas y hacer el jabón que no se consigue sino con colas o bachaqueo.

¿Será que tenemos que ver fondo para que nos demos cuenta que no se hace revolución con trabajo burocrático, sino con trabajo productivo? El trabajo burocrático requerido es el mínimo, y aquí parece lo contrario. Eso no se entiende, porque a la prueba que seguimos comprando todo afuera, y hasta hemos tenido que pedir dinero prestado a los chinos ¡Esto es insólito!

Pero además en todo este tiempo, ¿como es posible que siga teniendo tanta fuerza, y sea tan atractiva la vida de las grandes ciudades para las personas que viven en pequeñas ciudades o pueblos, cuando aquí ni siquiera hay tiempo para dormir las mínimas 8 horas diarias?

Y de paso cuando hablamos de los proyectos productivos de las zonas económicas especiales (ZEE) que creó el gobierno recientemente y que prácticamente hipoteca nuestra soberanía económica para seguir constituyendo el sector ensamblador en este orden mundial, y nunca el del verdadero productor que necesitamos ser, creemos que nos las estamos comiendo. Seguimos pactando para mantener la misma posición en la división internacional del trabajo, el mismo papelito de siempre, es decir, además del extractivismo depredador con el que entregamos todo lo que yace en nuestro subsuelo (materia prima para el gran capital), ahora ensamblamos en las empresas que van a instalar en las ZEE. Pero de producción ¡NADA!. Nos bloquean dos días y nos morimos de hambre, a menos que comamos celulares y computadoras, y no se si estamos ensamblando suficiente para que podamos comer todos y todas, porque yo no he podido comprarme una computadora VIC en casi dos años que ando detrás de una.

No será que tenemos que cambiar de verdad y ver como hacemos para que la basura que nos va a tragar vivos y vivas, tenga por un lado alguna utilidad, y por el otro dejemos de producir tanto desperdicio inútil, porque no porque la reutilizo deja de ser basura después. Eso pasa mucho con la moda que anda por ahí de hacer flores de plástico con las botellas de refresco. Lo primero malo es el refresco que está matando a la población mundial, pero además esa flor de plástico después de verla cuatro veces me aburre y la boto. ¿No será que debemos usar más vidrio por una parte, y dejar de tomar refrescos que además dañan mi salud?

Caracas, ha tenido notables y muy bien recibidas mejoras, eso es indudable. Pero el problema de los desechos sigue siendo una deuda, así que hay que ponerse en acción. Y OJO esto va para con todo el país, el ejemplo es Caracas, porque pareciera que las ciudades son el ideal de vida, y no lo son, pero además en el caso de la nuestra ciudad capital, lamentablemente es muy caótica en su concepción por lo que se hace cada vez más agitada la vida aquí. Y demandamos una oferta de bienes que no somos capaces de producir, sólo de comprar. Si no tienes dinero no compras, así de simple se vive en Caracas.

Inventamos o erramos

¿Cuándo nos vamos a poner a inventar el cambio de verdad? ¿Cuándo dejaremos de querer parecernos a los países del norte y ser mas nosotros y nosotras mismas?

Cuando pensemos en hacer una revolución de verdad...



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Tibisay Maldonado Lira


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