"Engranaje" Colectivo cultural

Memoria y cuenta

Al pueblo Caribe

Notas preliminares:

  • En primer término debemos aclarar que por razones de ignorancia, este texto no fue escrito originalmente en uno de los esenciales idiomas aborígenes como correspondería.
  • Tarea que delegamos, con la autoridad que emana de este manifiesto, a los promotores culturales que nos releven, o en su perfección, a nuestros hermanos originarios.
  • En tal sentido, no reconocemos al español como nuestra "lengua materna".
  • El castellano fue y es la lengua del grotesco criminal que nos invadió y estructuró aquí su sistema de colonias.
  • Es el idioma "de uso obligatorio", en tanto constituye la mayor expresión de la abrumadora dominación cultural de la que aun somos víctima.
  • Sus significados, no solo nos obliga a expresarnos en la lengua del opresor, sino a pensarnos como oprimidos.
  • Consecuentemente, entendemos que muy por encima de ello, una de las primeras acciones para alcanzar la "soberanía cultural" debe estar destinada a obtener la absoluta "independencia lingüística".
  • Entre tanto, mientras los esenciales idiomas continentales florecen (como la yerba caracas en su valle homónimo), seguiremos utilizándolo bajo protesto
  • Concediéndonos en su uso, tantas licencias como sean necesarias para liberar nuestro pensamiento, nuestra expresión, oral y escrita, cautiva bajo la mixtura de las jergas imperiales.

En tributo a lo anteriormente dicho, evocamos ante este pronunciamiento un fragmento del poema "Sobre salvajes", del poeta Gustavo Pereira.

Los pemones de la Gran Sabana llaman al rocío

Chirïké-yeetakuú, que significa saliva de las estrellas;

a las lágrimas Enú-parupué, que quiere decir guarapo

de los ojos, y al corazón Yewán-enapué: Semilla del

Vientre.

Los waraos del delta del Orinoco

dicen Mejokoji (el sol del pecho) para nombrar al alma.

Para decir amigo dicen Ma-jokaraisa: Mi Otro Corazón.

Y para decir olvidar dicen

Emonikitane, que quiere decir Perdonar.

  • La agresión cultural en este sentido, es tal, que una gran cantidad de voces indígenas han sido incorporadas al español catalogadas como "americanismos".
  • La dualidad existencial planteada entre Bello y Rodríguez, aquella en la que se sostenía que a través de la configuración de una lingüística propia, apta para las nuevas repúblicas, y por lo tanto al pensamiento, según ellos, "americano" (nada menos que la del continente de la esperanza, el Abya Yala) se forjaría el esplendoroso espíritu del naciente ciudadano, aún hoy resulta una lucha, si bien colosal para los fines bolivarianos, estéril para la gesta de la independencia cultural: ambos expresan las ideas revolucionarias desde un insalvable muro idiomático.
  • Uno con mayor audacia.
  • El otro con mayor erudición y academicismo.
  • Ambos profundamente revolucionarios, pero lingüísticamente abatidos.
  • El careo aún persiste.
  • El influjo de Bello ganó en términos lingüísticos.
  • De allí el gusto de mucho de nuestros escritores por la "exquisita" lengua francesa; sus giros, sus temas, sus tendencias.
  • No porque Bello fuese de esa corriente, sino porque toda latinización termina abrevando en las fuentes de la bohemia literaria europea.
  • En donde el yugo francés ha blandido su látigo para arriarnos por los senderos del eurocentrismo.
  • A Paris fueron a parar, no solo la mayoría de nuestros escritores, filósofos y poetas; también nuestros creadores plásticos, intelectuales y artistas de todo género; nuestros significantes pues.
  • Al igual que para la diplomacia internacional de hoy, cuya meca es Washington, hasta no hace mucho, fotografiarse en los bulevares franceses con uno que otro intelectual de moda, constituía el necesario documento, la perfecta hoja de vida del confeso intelectual "latinoamericano".
  • En ello iba el exilio, autoexilio (dorado o no), el cargo diplomático, el año sabatino, la beca, la aventura, el mecenas.
  • Cualquier itinerario para exhibir una pasantía por Europa que certificara "la cultura madre" en el cerebro de nuestros pensadores.
  • Venia sin la cual, no se deshace el bastardo "americano", de la tara indígena.
  • La casi totalidad de nuestra obra literaria, enmarcada en la así llamada "literatura latinoamericana", salvo honorables excepciones, está epigrafiada, y en muchas ocasiones, tutelada por escritores e intelectuales de Europa y de más allá.
  • No solo porque tal recurso nos lo impusieron, sino porque al citarlos, entre más prestigiosos, desconocidos y excéntricos son, mayor prestigio y vuelo intelectual compra la pieza y el autor en cuestión.
  • Igualmente, el reconocimiento la buena crítica, los premios, la inserción en la industria cultural, es la comprobación de cuanto el autor y su obra, están subyugados, no solo por los cánones de la estética occidental sino por su omnipresente poder cultural.
  • Lo cual no dejaría de ser más que un innecesario elogio, si no fuera porque en la práctica, es la expresión de la más peligrosa entrega.
  • Por fortuna Simón Rodríguez, tampoco perdió esta puja.
  • Su pensamiento y su ejemplo son fundamentos de la revolución que hoy es el faro que alumbra a los cambios planetarios.

Notas introductorias:

El glorioso pueblo Caribe.

  • El que se circunscribe al territorio que hoy ocupa la República Bolivariana de Venezuela.
  • Fiel a sus antepasados aborígenes.
  • Quienes inauguraron la heroica resistencia.
  • La que aún persiste,
  • La que ha sacrificado todas sus generaciones vividas después del fatídico 12 de octubre de 1492, en la defensa de la nación de Guaicaipuro y su minga guerrera.
  • Fiel a sus cimarrones.
  • Libérrimos y aguerridos hermanos afrodescendientes.
  • A sus Libertadores.
  • Excepcional generación de héroes y heroínas encabezada por el Padre de la Patria, Simón Bolívar.
  • Quienes conquistaron nuestra primera independencia y nos legaron la integración continental.
  • A todos y cada uno de las y los combatientes que arribaron el sueño de la libertad y la independencia hasta el nacimiento de la Quinta República, el 4 de febrero de 1992.
  • Comenzando por El General de "Tierras, hombres y mujeres libres", Ezequiel Zamora.
  • Continuando con el pueblo todo: hombres y mujeres, trabajadores y trabajadoras, campesinos y campesinas, soldados y soldadas, amas de casa, estudiantes, juventud de todos los tiempos, que sacrificaron sus vidas en los campos de batalla combatiendo a la oligarquía de siempre.
  • A nuestro Eterno Comandante, Hugo Chávez, quien nos ha provisto de la herramienta más poderosa que pueblo alguno pueda exhibir, la conciencia de tener Patria, libre y soberana para amarla y defenderla.

Ha definido para sí

  • En consecuencia de toda esta inédita epopeya.
  • Bajo la conducción de la Revolución Bolivariana, como fórmula de poder, hacia la conquista de su más anhelado sueño: "La mayor suma de felicidad posible".

Que en lo político estamos resueltos a ser libres e independientes.

  • En el marco del humanismo.
  • En el cual el hombre y la mujer son el centro de las decisiones a tomar.
  • Enraizado en la progresión del pensamiento de las corrientes de izquierda.

Que en lo económico, sin duda alguna, escogimos el camino de la construcción del Socialismo del siglo 21, anticapitalista, antiimperialista.

Que en lo militar somos doctrinariamente bolivarianos y profundamente chavistas.

  • Decididos a construir la nueva hegemonía cívico-militar del poder popular.

Que en lo social las relaciones la determinarán el sistema que resulte de la participación y el protagonismo de los excluidos de siempre en condiciones de igualdad, de justicia y de paz.

Pero que en lo cultural poco hemos avanzado en la conformación del sistema de ideas que lo orientará.

  • De allí que el pueblo aun no conecte con su base de conciencia, es decir, con su imaginario, su cosmogonía; la que posee, y la que deberá poseer.
  • La Revolución Bolivariana debe radicalizar su concepto de cultura para definir mejor lo que entiende como su pueblo.
  • Que la gran promesa de cambio se dará en la cultura, o que los cambios logrados en los otros ordenes de la vida nacional, serán apenas, simples ilusiones.
  • Por lo tanto es absolutamente necesario construir el "Pensamiento Cultural" de la Revolución Bolivariana.

De ello, como un humilde aporte, trata esta declaración.

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Del nombre "Engranaje"

  • La interdependencia como vinculo universal, es una de las condiciones de la existencia. Todo lo conocido solo puede "ser" a partir de la comprobación, en algún momento, de la existencia de "lo otro". Cuando la otredad hace presencia, no necesariamente se establece una relación de dependencia, mucho menos de interdependencia, pero sí es el comienzo de una relación existencial; es decir, lo otro pasa a conformar el mundo de las abstracciones, al cual apelamos aun cuando las cosas no están presentes; el mundo de las imágenes, las representaciones, los símbolos. Es allí en donde configuramos la primera interdependencia, la relación con todo aquello que nos circunda, pues, sin, o con nuestra aprobación, el imaginario comienza a darle cuerpo a nuestra identidad. De esta manera la interdependencia cobra vida desde lo abstracto. Estamos ligados y dependemos de lo que podemos reproducir en nuestra memoria tanto como todo ello capitaliza nuestra existencia, nuestro ser, nuestra identidad. Tanto más, cuando todo lo imaginado depende para existir, y quizá solo existe, en nuestra imaginación.
  • Desde lo concreto, la interdependencia es una función netamente material. Ni en estado de levitación, los cuerpos físicos logran alguna independencia de todo aquello que ocupa un espacio en este universo. Dicho de otra forma, estamos encadenados materialmente, querámoslo o no, tanto a la más grande galaxia, como al último espacio quántico; y a la idea y los inverosímiles mundos de la antimateria en donde nacen primero los conceptos, los que luego trasmutan y se convierten en el claustro de nuestro ser.
  • Sin tratar de explicar el origen del movimiento (desplazamiento), hablando en términos físicos, además de la energía, este solo necesita del espacio para que se dé (lo que en otros estados, conformarían los dos elementos del tiempo). Aun cuando sus sentidos o direccionalidad sean opuestos o divergentes, el éter que les da soporte, es absolutamente común a todos; por lo cual, la interdependencia de los movimientos es el sistema que le da funcionalidad al espacio.
  • No hay movimiento alguno que no dependa de todos y cada uno de los otros; habidos y por haber. Es la idea del engranaje, aquella que en la dimensión cultural cobra el carácter de la interrelación de los movimientos de las ideas, y que cuando se concibe que cada piñón pudiera poseer su propia chispa, su propio motor dinamizador, estaríamos hablando de un engranaje en revolución.

Nosotros, empeñados en convertirnos en uno de esos piñones, ante la realidad que nos impacta declaramos que:

"Ana karina rote

aunicon paparoto mantoro

itoto manto"

  • Atrincherados en el campo de batalla de una larga guerra.
  • La que ya no es directamente por territorios y recursos de parte del agresor imperial.
  • Es por imponer su hegemonía en la mente de los conquistados.
  • La que a la postre le garantizará todo lo demás.
  • Las condiciones necesarias para acceder a lo apetecido, como hasta hoy lo hemos padecido.
  • La conquista de nuestra siquis, nuestro espíritu, nuestra alma, además de esclavizarnos para mover la gran maquinaria del capital mundial.
  • La misma guerra que ayer diezmó a más de cien millones de nuestros ancestros.
  • Ella es para nosotros, la guerra por la humanidad.
  • Hemos soltamos amarras, quemado las naves que pudieran llevarnos de regreso al purgatorio del proceso civilizatorio occidental, dejando sin posibilidad la vuelta atrás.
  • Contra todo vestigio colonialista y neocolonialista.
  • Hemos de conjurar la agresiva simbología del eurocentrismo.
  • Ya que nada fuera de su influencia (la hegemonía cultural europea) tiene validez.
  • Todo está destinado, en consecuencia, a ser bárbaro, feo, indio, negro, exótico, indigno; que en términos de ismos o tendencias de moda, equivale a ser simplemente "curioso", "exótico".
  • Cuando por peso específico, la cultura originaria emerge, es menoscabada en el ejercicio mercantilista.
  • Es convertida en producto de consumo burgués, en folclore.
  • En todo caso considerada vulgar.
  • Concepto que banaliza las creaciones del pueblo.
  • Popular, cuando es liberadora, por lo tanto peligrosa, que en tiempos de neofascismo como los actuales, equivalente a ser terrorista.
  • Combatimos el usacentrismo y su paradigmática aberración imperial.
  • Nos proponemos formar parte de la gigantesca y heroica tarea de restablecer para la autenticidad de nuestro pueblo la cultura de la extensa comunidad Caribe.
  • Volver a su concepción de la libertad y sus relaciones socialistas,
  • Restaurar sus lenguas, su imaginario, su cosmogonía; asociada a las civilizaciones del Abya Yala (la promesa del mundo nuevo): mayas, incas, chibchas, aimaras, aztecas, araucanos etc.
  • Permanecemos en vigilia y nos declaramos militantes de los movimientos culturales liberadores, ante la constante vulneración de nuestro imaginario por procesos invasivos de toda clase, semióticos, subliminales, imperceptibles, sutilmente entreverados en la agresiva cotidianidad de la guerra de los símbolos, la guerra mediática, la de cuarta generación.
  • Nos declaramos no solo en resistencia desde la ancestralidad, sino en batalla permanente.
  • Lo cual no solo nos permite diseñar estrategias de defensa de nuestra cultura, sino campañas para pasar al ataque con movimientos de "avanzada cultural".

Para ello es necesario que aparezca en el campo de batalla:

  • "La conducción" de los atributos esenciales (propiedades, o cualidad) de la identidad del pueblo:
  • Un liderazgo intelectual revolucionario que asume en primer término:
  • "El conocimiento" de los atributos esenciales del pueblo (el origen, la historia, la patria, el territorio, su geografía, su geología, su mineralogía, su hidrología, su fauna, su flora, los idiomas, su economía, su organización social, la explicación del mundo, del universo, su encriptación idiosincrática, etc.).

En segundo término:

  • "La defensa" de los atributos esenciales del pueblo; esto tiene que ver con la audacia intelectual revolucionaria, con el rigor de la creación emancipadora, la ruptura con los cánones de rémora.
  • Lo que determina la protección de los atributos esenciales.

Y en tercer y consecuente término:

  • La asunción a "La victoria" de los atributos esenciales del pueblo, de sus poderes creadores, conformando la óptima salud del autoestima popular, el fortalecimiento del espíritu nacional en medio de la guerra en proceso.
  • Una labor titánica de carácter épico en tanto persigue la gloria de los pueblos en términos bolivarianos.
  • El Caribe, ámbito geográfico y cosmogónico del homónimo pueblo, así como el resto del continente, tierra de arawaks, incas, mayas, aimaras, aztecas, tiene para el interés colonizador en medio de la guerra cultural, un significado disminuido e inferior.
  • El Caribe fue para el conquistador español, el pequeño Mediterráneo, aun cuando el mar de los caribes, es tres veces más extenso que el europeo.
  • Alonso de Ojeda instintivamente, en los albores del 1500, bautizó en defensa de su "cultura", al territorio donde llegó, con el significado de "la pequeña Venecia".
  • Venezuela es la simulación de un diminutivo, así como lo fue toda la pachamama restante.
  • Aun cuando el continente de los caribes y sus hermanos, es diez veces más grande que el continente de donde provenían los conquistadores.
  • Todas nuestras ciudades cuando despuntaban en lo cultural, o en cualquier otro atributo, se convertían o aspiraban a ser la Atenas de tal o cual país del continente al que escondieron tras el nombre de América.
  • El Caribe fue la garganta por donde nos engulló la fatídica colonia.
  • Él recibió en consecuencia, el más feroz de los ataques en la guerra cultural.
  • Es así como William Shakespeare en "defensa" de su bagaje cultural, el que luego se convertirá en el perverso imperio inglés, maldice al Caribe y a su estirpe, a decir de otro brillante Roberto, el Fernández Retamar: "Caliban es anagrama forjado por Shakespeare a partir de "caníbal" –expresión que, en sentido de antropófago, ya había empleado en otras obras como la tercera parte del rey Enrique VI y Otelo-, y este término, a su vez, proviene de "caribe". Los caribes, antes de la llegada de los europeos, a quienes hicieron una resistencia heroica, eran los más valientes, los más batalladores de las tierras que ahora ocupamos nosotros. Su nombre es perpetuado por el Mar caribe (al que algunos llaman simpáticamente el Mediterráneo Americano; algo así como si nosotros llamáramos al Mediterráneo El Caribe europeo). Pero ese nombre, en sí mismo –caribe, y en su deformación caníbal, ha quedado perpetuado, a los ojos de los europeos, sobretodo de manera infamante. Es este término, este sentido, el que recoge y elabora Shakespeare en su complejo símbolo.", "El caribe, por su parte, dará el caníbal, el antropófago, el hombre bestial situado irremediablemente al margen de la civilización, y a quien es menester combatir a sangre y fuego" (de su obra Todo Caliban).
  • Es decir, el intelectual ingles proporciona la licencia para que posteriormente "la ilustración" avale la matanza de más de cien millones de seres humanos, y el problema allí no radica en que si la intelectualidad indígena fue capaz o no de hacer uso de la "defensa" de su cultura y en consecuencia de su integridad, sino en que la "defensa" de los europeos (de cuyo lado se inclinaba la balanza de la superioridad bélica), iba más allá del embellecimiento a grado sumo de sus atributos, pasaba al ataque aniquilador, criminalizando al adversario cultural, con tanta eficacia, que su existencia estaba condenada al exterminio hasta por la propia víctima.
  • Colon, de cuyo nombre no se deriva la palabra colonia, como la ligereza haría sospechar, ni viceversa, lo cual solo fue una grosera coincidencia, apeló a la "defensa" de su imaginario, cuando dejó entrever por medio de fuentes imprecisas, en documentos más novelescos y menos oficiales, que la incertidumbre que lo acompañó hasta la muerte, no fue sino un ardid para impregnar de intriga y misterio, las bocas de sus eternas minas.
  • Así, aparecieron testimonios en los que se cuenta que obtuvo la confesión de avezados marinos portugueses y nórdicos que le aseguraron la existencia de Las Caribes (las que se empeñan en llamar Las Antillas, (como la oligarquía colombiana invisibiliza al Mar Caribe tras El Atlántico), pues habían hecho contacto con estas mucho antes.
  • Pero ellos no eran El Almirante del Mar Océano, al que se le estaba destinado por el naciente capitalismo mundial, abrir el camino a las tierras del Abya Yala.

Por tanto entendemos que:

  • Todo intelectual es un propagandista de la cultura que le da identidad.
  • Que el intelectual revolucionario es más que un defensor, es un constructor, un ensanchador (para utilizar la imagen esbozada por el Che) de su cultura.
  • Un protector insigne de sus patrimonios tangibles, pero sobre todo de los intangibles.
  • En su conjunto, todo ello configura la fortaleza de una poderosa identidad.
  • La dinámica de las relaciones a lo interno de un pueblo, lo que en el fondo levanta la gran muralla protectora.
  • La que repele las amenazas externas.
  • Aquellas que mientras no afloran en lo material, suelen calificarse por los propagandistas opositores (contrarrevolucionarios), de sospechas paranoicas, puristas, extremistas, pero que cuando se cumplen se convierten en las pesadillas genocidas que devasta naciones.
  • Por tal motivo, a las magníficas "referencias" de la así llamada "civilización occidental", jamás las valoraremos por encima de las nuestras.
  • Oiremos su música, leeremos su poesía, disfrutaremos de su literatura, de su plástica, etc., estudiaremos sus contextos, y a la hora de reconstruirnos entre nos, únicamente nos elaboraremos, sobre todo interiormente, a imagen y semejanza de nuestros pensadores y creadores.
  • Aborígenes, afrodescendientes, zambos, criollos, pero por sobre todo, aquellos consustanciados con nuestra más profunda identidad.
  • Los que más se distancien del icono opresor.
  • Brillantes ideólogos, audaces artistas, portadores del germen de un mundo nuevo, de la libertad, emancipación, soberanía, auto determinación, de la fuerza y potencia del orgullo nacional.
  • Es que entre la alienada admiración de lo foráneo y el suicida desprecio de lo vernáculo, se abren las fisuras por donde se cuela el enemigo con la holgura del amo.
  • En consecuencia nos declaramos enemigos de la globalización emanada del sistema capitalista y por ende del imperialismo
  • Prometemos dedicar nuestros mejores esfuerzos en la construcción de nuestra "superidentidad".
  • Aquella que explica el origen de nuestro soplo vital y su relación con las fuerzas creadoras universales.
  • Liberaremos nuestra cultura de las cadenas que la atan a poderosas corporaciones religiosas, financieras, militares, mediáticas, académicas, deportivas, gremiales, profesionales, etc.

Conquistaremos la total independencia estética considerando que:

  • Todo lo que atenta en contra de la dignidad de la persona. en contra de su salud integral, lo que rebaja y humilla su condición humana, no es solamente feo, es enemigo de la humanidad y por ende, es contrarrevolucionario.
  • Es por ello que la Revolución Bolivariana debe atender a su estética.
  • Elaborarla con el mismo esmero con que planifica su economía, cuida su ética, e inventa su ideario político.
  • En el fondo de lo que se trata, es de la salud de sus cimientes, de su identidad unificadora, fuente de toda fortaleza nacional.
  • No es solamente la pobreza material y ética producto de la corrupción y la explotación impuestas por el sistema capitalista lo que degenera al pueblo.
  • Son también, las cotidianas montañas de basura, de escombros y chatarra por doquier, la estridente bulla visual, el deteriorado, oxidado y mal ubicado mobiliario urbano, la contaminación sonora (consecuencias a la postre, del capitalismo), los que atentan contra la salud estética del pueblo.
  • Es la degradación de barajar lo importante por atender lo urgente lo que violenta la estética.
  • Las calles, la infraestructura física, es decir, los espacios del pueblo se han convertido en el peligroso museo de la desidia y el mal gusto.
  • Los detalles en las aceras y brocales, alcantarillas, bordes, uniones, escalones, barandas, pasamanos, postes, pedestales, muros, pasarelas, islas, bancos, cestas, dispensadores, pisos, bustos, estatuas, monumentos, columnas, etc., a los que el detalle allí en la culminación, la mala terminación, el mateo, el apuro y el negociado, deja inconcluso, derruido, con una carga de agresión explosiva, que amenaza lo más entrañable del ser.
  • Todo ello traspasado como paradigma de la institucionalidad nacional, a la vivienda, el hábitat, los espacios comunes, las relaciones.
  • Lo amorfo, mohoso, empantanado, chorreado, embasurado, desnivelado, regado, empozado, disparejo, enmarañado, derribado, torcido de lo público derriba el edificio estético de la nación.
  • Todo paisaje urbano es una maravillosa oportunidad para celebrar la belleza, el deleite espiritual, para practicar la consideración, el respeto, el cariño y el amor que sentimos por nuestros semejantes.
  • Más allá del servicio que prestan, es la oportunidad para trascenderlos mediante la estética.
  • La oportunidad para, a través de la belleza que deberían compartir, gozar de lo que alimenta y fortifica el alma, como práctica de la ternura, la solidaridad y el amor que trasmiten; valores inherentes al socialismo.
  • Entre la desproporción de lo medianamente útil y lo notablemente feo o agresor; están elaboradas todas las estructuras erigidas para el pueblo.
  • Obedientes a un criterio absurdo: aquel que sostiene que el pueblo no sabe ni disfruta de la estética.
  • La tarea para el funcionario de turno es solucionarle la emergencia a quien nada sabe de belleza.
  • Así, el rancho va por dentro.
  • Obedece a esa condición de sobrevivencia con lo mínimo y lo peor, impuesta por los gobiernos del puntofijismo.
  • Ese rancho además de estar presente en la funcionalidad pública como legado cultural del capitalismo, es la dieta estética impuesta al pueblo.
  • En los detalles de sus recepciones, sus salas de espera, sus oficinas, pasillos y patios, del escritorio raído, el toldo sucio y atravesado, el óxido, el uniforme mal diseñado, la cinta o la cuerda para delimitar espacios, los anuncios de advertencia, el piso sucio y las paredes manchadas, el aire acondicionado inservible, la gotera, la grosera fachada, la persiana destartalada, el polvo y el hollín, el tirro, el parche, el cable pelao, el tubo descubierto, la incomodidad, el hacinamiento, el aparato inútil, la escalera mecánica que en vez de subir, baja; o en vez de bajar, sube, y en la mayoría de los casos, ni sube, ni baja. En lo desincorporado. En sus receptáculos de basura, las colas injustificadas, la moto atravesada, el arma exhibida, impune y amenazante. En la caravana de camionetotas. En el draibol abusivo, en la discriminación de los accesos, la silla delante de la puerta, la puerta misma. el candado, la cadena. Y qué decir del maltrato del funcionario, del dueño y señor del rancho.
  • Es así como la estética revolucionaria, más que cuidar la aplicación de los cánones que le dan vida a la belleza, todo aquello que tiene que ver con el equilibrio, el balance, la proporcionalidad, la armonía, la limpieza, la claridad, la audacia, la novedad, la propuesta, la autenticidad; debe esforzarse en hacer prevalecer el sentido de la dignidad de la persona humana y convertirlo en su máximo ideal de belleza.
  • El capitalismo es enemigo.
  • De la estética que produce y cultiva el pueblo y sus individuos, por una causa fundamental: su mercado está concebido para vender, en su afán de acumular bienes materiales, y para ello no solo uniforma la belleza, sino el gusto, es decir, lo que hemos padecido hasta ahora, por encima de nuestros propios, estilos, usos, costumbres, necesidades y deseos de belleza, es el concepto de la estética capitalista, subordinada a los apremios del dinero.
  • Ello, ha plagado al mundo de miserias y tragedias, al punto de hacer que naciones, e incluso continentes enteros, aborrezcan sus propios atributos esenciales, tratando de ser o parecer aquello que no cabe en su configuración identitaria.
  • Por supuesto, aquí la historia del colonialismo y el neo colonialismo explica el por qué de la sobre posición de los cánones de belleza foráneos y comerciales, por encima de los nacionales.
  • La gran importancia que le damos a la estética estriba en el papel que esta juega en la construcción del respeto, dignidad, disfrute, felicidad y liberación del individuo y por consiguiente del pueblo.
  • La escuela de los primeros pasos para la socialización y la educación, debe ser la cuna de la formación estética.
  • El sentido comunitario como valor estético, debe ser la guía de toda relación.

Pretendemos develar "el universo de las simulaciones" del sistema capitalista como el principio que suplanta la realidad.

Somos irreductiblemente: Anticapitalistas, Antimonárquicos, Anticolonialismo, Anti-arsenal nuclear, Antiesclavistas, Anti mafias, Anti antropófagos, Anti discriminación por edad, color de piel, orientación sexual, nacionalidad, posición social estética.

Por otro lado, en el interés de construir el "Pensamiento Cultural de la Revolución Bolivariana" nos invitamos a reformular lo que entendemos por:

Arte, Artista, Populismo, Nación, Nacionalismo, Patria, Patriota. Patriotismo, Pueblo:

  • El moderno pensamiento occidental, a través del trajinado concepto de democracia (la representativa), define como "pueblo", al componente humano que mantiene una unidad (cultural, política, religiosa), sobre un territorio entendido como país.
  • Este concepto si bien no es enteramente falso, no es totalmente verdadero.
  • Detrás de él, se esconde la maléfica formula por medio de la cual, los "dominadores" son iguales a los "dominados", o por lo menos entran en el mismo saco, y por lo tanto pueden vivir en paz y felices aun en ausencia de la justicia.
  • En la formalidad de la libertad y la democracia representativa, son considerado como "pueblo" a pobres y ricos, a trabajadores y propietarios (de medios de producción), es decir, a explotados y explotadores indiferentemente, logrando de esta forma legitimar en la abstracción la unidad nacional por encima de la lucha de clases.
  • Así como, con gran ligereza discursiva, se afirma que "cultura es todo".
  • Suele afirmarse también que "pueblo somos todos".
  • De esta forma se va configurando una imagen holística, tan etérea que en algún momento puede desaparecer convenientemente, tras los vapores de la globalización.
  • como se pretendió en alguna oportunidad, convertir al pueblo en una "entelequia".
  • Algunas áreas de las ciencias sociales, pueden argumentar desde sus respectivos campos de investigación, razones para definirlos de tal o cual forma, pero es necesario puntualizar sobre los dos términos: pueblo y cultura.
  • Tenerlos bien claros desde la realidad que nos impacta, ya que uno es consecuencia del otro.
  • Al no tener claro lo que es pueblo, no podemos definir con propiedad, lo que es cultura.
  • Definición que nos interesa, por demás, empeñados como estamos, no solo en desarrollar "la revolución cultural", sino en defenderla ante el constante ataque al que está sometida en medio la guerra imperial.
  • Bajo las ideas hegemónicas de la globalización no se reconoce a los pueblos sino a la aldea global.
  • Mucho menos a sus culturas.
  • No se reconoce la pluriculturalidad ni la multietnicidad, que se teje al interior de esa unidad.
  • La que admite la diversidad de todo género (muy propia de nuestra cultura).
  • Por lo tanto tiene que a juro, invisibilizar buena parte de su expresión, y más concretamente, a buena parte de los sujetos insurgentes.
  • Aquellos que no lucen en su vitrina eurocéntrica (estratificación, segmentación).

Cultura:

  • La cultura definida desde fuera de su ámbito de acción, adquiere la acepción de su etimología: lo culto o cultivado para el conocimiento. El cumulo de saberes que constituyen una propiedad o característica particular.
  • En cambio, desde su propia dimensión, su definición es semántica. Adquiere un significado variante del conocimiento como tal, pero aplicado a sí mismo.
  • Es la conciencia que tiene un pueblo de su propia existencia.
  • El conocimiento de sus atributos esenciales, de sus pertenencias, tangibles y no tangibles.
  • Todo aquello que lo identifica como tal, lo dibuja en su conformación más íntima, en su interior y su exterior, desde sus rasgos más simples, hasta su visión cosmogónica.
  • Es su documento de identidad
  • El más alto peldaño en el que puede situarse una cultura, es aquel en que todos y cada uno de los sujetos, susceptibles de conciencia, de identidad, dignidad, gozo y disfrute, que ésta proporciona, desarrollen la mejor capacidad para defenderla de los acechantes procesos de la colonización.
  • Una revolución solo puede justificar su existencia si lucha contra todo obstáculo en procura de la concreción de los máximos ideales de justicia en su tiempo.
  • Y ello solo es posible a través de los cambios radicales que se logren sobre la cultura existente, es decir, una revolución tiene la licencia de inventar, según su necesidad, la cultura que aspira.
  • Toda cultura es constantemente hostigada por otras que se reconocen a sí mismas como superiores.
  • Es lo que se denomina, en otras palabras, como "guerra cultural", la que se desenvuelve en el marco de otra mayor, tan o más grotesca, justificada por la mera necesidad de recursos materiales.
  • Las modernas guerras culturales basadas todas ellas en la superioridad financiera y tecnológica, no persiguen otra cosa que satisfacer instintos primitivos y no como podría suponer el desprevenido observador: el dominio "del otro" por la supremacía cultural (cosa que a nuestro entender, no existe).
  • La neocolonización es el mismo antiguo proceso de colonización en donde la guerra cultural conforma su avanzada.
  • De alguna manera pareciera una guerra civilizada (la cultural) por el largo tramo de ablandamiento al que son sometidos los pueblos en esa estrategia de guerra global impuesta por los imperios.
  • Pero en el fondo es más cruel que cualquier otra, no deja nada desde donde comenzar de nuevo: persigue y extermina la identidad.
  • Las modernas guerras culturales por su naturaleza se desarrollan de forma soterrada, no por pudor, sino por los escenarios en donde se desarrollan: los inermes campos del inconsciente.
  • La aculturación o conquista cultural, en términos de agresión, se hace presente, quizá con mayor fuerza, en las cosas más sencillas, aquellas que por su aparente insignificancia parecieran inofensivas, pero que en realidad son tan o más devastadoras que las armas de destrucción masiva.
  • Cuando nuestros iconos y referentes usan la simbología del enemigo cultural, camuflada en el lenguaje, en el arte, la comunicación, formas, usos, maneras y costumbres cotidianos, sencillamente están arrojando nuestra soberanía a un rio revuelto.
  • La guerra cultural se empieza a ganar o perder en los pequeños e inverosímiles expresiones de la cotidianidad.
  • La mayor fortaleza de una cultura, la alcanza cuando esta se encuentra, o ha logrado arraigarse, en los delicados terrenos del inconsciente de un pueblo.
  • Haciéndola impenetrable por otra, cualesquiera sean sus fortalezas.
  • Para ello es necesario pues, que todo su patrimonio, considerado como sus atrbutos esenciales, aquellos que ya existen y los que están por crearse, materiales e inmateriales, no solo se hagan conscientes a través de todos los procesos formativos, informativos, comunicativos, sino que también bajen (o suban) al campo del inconsciente.
  • Constituyéndose en su intuición, en su conducta instintiva, su mapa cosmogónico; como los hipnóticos llamados de una guarura, o el nexo indisoluble con la ancestralidad.
  • Habría que analizar cuáles serían los mejores métodos de esa totalidad de procesos formativos para el logro de tan revolucionaria tarea.
  • La defensa de una cultura o el trabajo cotidiano del intelectual, el artista, cultor, artesano, el quehacer habitual de un pueblo en general, está apoyado en un arsenal de herramientas que le permiten desarrollar cada vez con mayor profundidad, la tarea de construir y resguardar su identidad.
  • Esas herramientas son una serie de "licencias" que se otorga el hacedor, producto de su creación.
  • La fábula, la mitificación o desmitificación, según el caso, la hipótesis, en fin la intervención de la historia retrospectiva o prospectivamente para la construcción del imaginario escogido.
  • Pero "la conducción" solo es practicable como herramienta de defensa, por la vanguardia, por el liderazgo orientador.
  • Ello nos habla sobre la naturaleza real de toda "actividad cultural", una acción de defensa y ataque ante la permanente amenaza externa.
  • Bolívar, nuestro Padre Libertador, no es solo un inmenso hito histórico que abisagra todo nuestro tiempo, es además, un portentoso productor de cultura. Nadie, bajo el cielo de la Colombia de Miranda, no ha oído hablar de él. No oyó nunca su nombre. No se topó con su olor y sus gestos, con sus huellas ("¡Por aquí pasó Bolívar caracha!"). No ha dejado de reproducir sus ademanes, sus formas y sus costumbres.
  • Esta tierra se alegra cuando algún viento fuerte que se lo recuerda, la eriza.
  • Bolívar impregnó el aire con el salitre de su sudor. El sonido de su voz de trueno relampaguea en nuestra cotidianidad, Cuando andamos con su cabalgar de "culo de hierro" nada nos vence.
  • Orinó lejos y marcó este territorio para siempre. ¡Cuántas veces hemos pronunciado su nombre! Es la intención de la mirada de los hombres, las mujeres y los animales.
  • Bolívar y Chávez son nuestra remembranza más alegre y nuestra máxima aspiración, y entre una y otra, los tenemos a nuestro lado, hasta cuando los olvidamos. Cada vez vuelven con más razón que los recuerdos.
  • Con La Revolución Bolivariana, Bolívar cerrará un enorme ciclo cultural, que comenzó el fatídico 12 de octubre de 1.492, día premonitorio de genocidio (cien millones de personas martirizadas y asesinadas. Por allí empezó a oírse los gritos llamando a Bolívar), y quien sabe cuándo terminará si es que ha de concluir algún día.
  • Esa parábola hoy, cuenta con más de medio milenio. En el 2.092 habrá cumplido seiscientos años, hasta allá se proyecta el bolivarianismo, por lo menos para el cumplimiento de los posteriores trecientos años como sucedieron los anteriores a la Revolución actual, la chavista, que es naturalmente Bolivariana.
  • Todos los acontecimientos previos a mil ochocientos, adquieren sentido a partir de la irrupción telúrica de "El Libertador" en los albores del siglo XIX. Pero cuando el 17 de diciembre de 1.830, después de exhalar por última vez, y dejar a su pueblo desguarecido, desparramado y desorientado, tras la larga guerra, bajo el mismo cielo donde aún se pavonean sus vencidos enemigos, los primeros en llorarlo, fueron los indios y los negros. Si bien la rebelión indígena con Guaicaipuro batallando como El Cacique Comandante de la lucha de resistencia, y Chirinos al frente de la fulgurante cimarronera, son parte de los antecedentes de la epopeya independentista, estas se subordinan al referente emancipador por excelencia "La Revolución de Independencia".
  • De esta manera, Guaicaipuro y Chirinos también lloran a sus padres, al General Bolívar y a Chávez quienes los reivindicaron con las victorias de 1.824 y 1999, cuando finalmente fue derrotado y expulsado de las sagradas tierras de la Patria Grande, el miserable ejército español y volvía de nuevo la reconquista del bien más preciado que hemos alcanzado: la independencia, respectivamente.
  • Semejante proeza lo tiñe todo, tiñe el tiempo y el espacio. Todo movimiento luego, hasta el de las hojas de los árboles, que aun cuando tengan el color, la forma y la textura que tengan, se mueven como Bolívar y Chávez.

En tal virtud reiteramos que:

  • Desconocemos el idioma español como nuestra lengua madre.
  • Por lo tanto restauraremos los maravillosos idiomas aborígenes.
  • Lucharemos sin descanso hasta alcanzar la absoluta soberanía cultural.
  • La independencia lingüística.
  • Descolonizaremos nuestro pensamiento: nuestra literatura, nuestra poesía, dramaturgia, filosofía, sobre todo nuestra historia.
  • Radicalizaremos el concepto de cultura (propiedad única y exclusiva de los pueblos)
  • Construiremos el pensamiento cultural de la revolución Bolivariana
  • Identificaremos hasta en los detalles la amenaza cultural externa.
  • La doctrina antibolivariana, antichavista, antivenezolana de la institucionalidad gubernamental del imperio norteamericano, no es solo una escalada violenta contra nuestra integridad física y moral, iniciada con los múltiples atentados y muerte del Libertador y todos los mártires de la resistencia post independencia hasta los resientes mártires de la segunda independencia, incluyendo a nuestro Comandante Supremo, sino también una amenaza de exterminio de nuestra cultura.
  • Estamos inmersos en una dramática guerra cultural a la cual hay que visibilizar en tanto su simulación es una de sus más eficaces armas.
  • Combatiremos en ella hasta lograr la victoria de los atributos esenciales del pueblo venezolano.
  • No valoraremos jamás ninguna referencia foránea por encima de las endógenas.
  • Es imperativo construir una poderosa estética nacional.
  • Es fundamental instalar en los cimientes de nuestra formación el sentido comunitario como la racionalización de nuestras relaciones cotidianas.
  • Debemos sembrar no solo en el consciente del pueblo sus atributos esenciales, sino lograr que estos caigan en el campo de su inconsciente, donde se desarrollan sus instintos, su intuición y sus convicciones más profundas.

Por ahora.

El chavismo es poder cultural.



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Milton Gómez Burgos

Artista Plástico, Promotor Cultural.

 miltongomezburgos@yahoo.es      @MiltonGomezB

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