Nada nos sorprende a los venezolanos y al mundo, respecto del genocida más cínico del mundo, Barak Obama, Premio Nóbel de la Paz, por obra y gracia de la hipocresía al servicio del imperialismo estadounidense.
Barak Obama ha dirigido genocidios y golpes de estado contra Túnez, Libia, Irak, Afganistán, Egipto, Siria, Palestina, Haití, Ucrania, Donetsk y Lugansk, entre otros países, como paso previo al gran zarpazo que prepara contra Rusia y contra Venezuela.
Barak Obama y el Pentágono calculan: si quiebran y doblegan a la Federación Rusa, EEUU sometería al resto del mundo europeo, africano y asiático, además de que así, pondrían un escudo económico, político y militar contra China. Y más al sur, si el gobierno de Barak Obama y el Pentágono liquidan la revolución chavista venezolana y eliminan a Nicolás Maduro, empezaría el efecto dominó de sometimiento y liquidación de un conjunto de pueblos y gobiernos latinoamericanos y caribeños, desde Cuba, hasta la Patagonia, restableciendo el viejo orden experimentado y consolidado en la Chile pinochetista, con bases militares y poderío en nuestros suelos, como en Colombia.
Pues bien, por ahora, desde esta semana, Barak Obama decidió que le era más cómodo, rentable y económico, incursionar primero, violentamente, contra el gobierno que preside el obrero revolucionario, bolivariano, socialista y chavista, Nicolás Maduro, en Venezuela, antes de que se haga más visible el fracaso del fracking norteamericano y el precio del petróleo siga subiendo, como está sucediendo en las tres últimas semanas, a nivel mundial.
Por esta decisión infeliz y con la cobardía que caracteriza a los que sienten pena étnica y reniegan de su raza, Barak Obama ha emitido un decreto imperial, universal e intergaláctico, en el que, según su locura imperial decadente, por la "seguridad nacional de Estados Unidos de Norteamérica", declara a Venezuela como "peligro" internacional y le pontifica, dando órdenes y ultimátum, no solo al Presidente Nicolás Maduro, sino también, dando líneas políticas, en protección de delincuentes golpistas a su servicio, preparando el camino y la ruta para su incursión armada, dado que, hasta el más gafo podría darse cuenta de la "declaración de guerra" contra Venezuela, que Barak Obama se ha atrevido a lanzar a los cuatro vientos.
En Venezuela, por nuestra parte, no dudamos de la capacidad bélica del gobierno estadounidense y no albergamos duda acerca de lo sanguinario, cruel, asesino y cobarde, que es el nefasto presidente de EEUU, que hoy ha llevado a un default económico a su pueblo estadounidense, que ha fracasado en todas las dimensiones de su política imperial y que es una vergüenza y afrenta de todos los afroamericanos de Estados Unidos de Norteamérica y del mundo.
Como en Venezuela sabemos a qué clase de canallas nos enfrentamos y de lo inminente de su agresión, la mayoría nacional, los patriotas nos nucleamos en torno a nuestro legítimo Presidente Constitucional, Nicolás Maduro Moros, en defensa de la Patria, dispuestos, como diría Mario Moreno "Cantinflas", no a ofrendar la vida por nuestra Patria, sino a hacer todo lo posible, para que el otro, es decir, todos los serviles imperiales e invasores imperialistas, la pierdan por la suya.
Y si hemos de derramar nuestra sangre, por la memoria del Comandante. Hugo Chávez, lucharemos hasta vencer, porque "hoy tenemos Patria". Los patriotas sabemos que los traidores a la Patria, agudizarán sus ataques y clamarán por la invasión de la bota genocida imperial. Que nadie se equivoque. Barak Obama ya se equivocó con Venezuela. Aquí estamos, pues.