¡A 2 años de tu siembra Comandante!

Definitivamente: ¡Chávez es un gigante!

A pesar de los pesares

Desde que el Comandante irrumpió en la Historia, no ha dejado de ser motivo de profundos cuestionamientos, de re-flexión, de análisis y síntesis, no sólo en el plano racional, también en el emocional, yo diría más… en el existencial.

Chávez renovó la permanente discusión alrededor de preguntas, tales como: ¿qué es el hombre? (ya con él diríamos: ¿qué es el ser humano?); ¿cuál es su finalidad en el mundo?; ¿es justo el mundo en el que actualmente vivimos?; ¿debemos ser fatalistas frente a este mundo, o muy por el contrario, debemos tomar el testigo, y continuar la lucha, tal vez utópica, de aquellos otros gigantes que gastaron gustosamente su vida, por transformar (o, mejor, transubstanciar, si me permiten la extrapolación, con todo respeto) la vida humana en verdaderamente y cada vez más humana y humanizante?. ¡Y por esto soy chavista!

Ahora bien, no siempre lo fui. Al principio lo juzgué (a Chávez) desde los prejuicios, nacidos estos de los arquetipos "militar-gobernate-dictador" y "populista-gobernante-corrupto", tan bien alimentado en nuestro imaginario por Pérez Jiménez, Gómez, o si ampliamos, por Pinochet, Videla, entre muchos otros, y, por el otro lado, por prácticamente todos los presidentes de la democracia representativa venezolana. El primer Chávez tampoco ayudó mucho a aclarar las cosas, como el mismo lo reconoció en algún encuentro (en el primero, si mal no recuerdo) con intelectuales y artista en el Hotel Alba Caracas. Pero el segundo Chávez (esta clasificación reconozco es asistemática, por tanto arbitraria), el que se forjó en el gran crisol que representó, en su conjunto, todos los eventos vividos en los años 2002 - 2003 - 2004 y 2005 y que nació con toda su fuerza en diciembre de 2006, ya es otra historia. Y mi historia con el chavismo, o es más apropiado decir mi conversión, nació con el lanzamiento del Poder Popular, expresado en aquellos primeros consejos comunales. Para mí, el Poder Popular es la mejor expresión, la más concreta, de la genialidad de Chávez; lo que realmente marcó la diferencia y hace a la Revolución Bolivariana auténticamente distinta, original, pertinente y digna heredera de Bolívar, de Rodríguez (Robinson) y de Zamora.

Por eso cuando conmemoramos los 2 años de tu siembra, no puedo más que renovar mi libre decisión de comprometerme con la causa bolivariana y chavista, anclado en estos amorosos propósitos humanos y humanizantes que inspiran nuestra Revolución; de respaldar activamente a nuestro presidente Nicolás Maduro y de luchar al lado del Pueblo por la consolidación y la irreversibilidad de nuestro modelo socialista bolivariano y chavista. Y todo a pesar de los errores, algunos gravísimos, que a diario cometen nuestros dirigentes, tanto en el gobierno, como en el PSUV (algunos -as descaradamente contrarrevolucionarios), que desdicen y hacen cuesta arriba la defensa de sus respectivas gestiones; y también ante la ausencia de espacios realmente democráticos, donde podamos debatir y aplicar las 3 R, haciendo que necesariamente se debata con irreverencia en otros espacios, algunos tal vez no muy adecuados, pero que vitalizan nuestro esfuerzo revolucionario.

Reiteramos tu llamado a la Unidad, que no es cualquier unidad, que no puede ser alienante, como tampoco puede ser alienante la disciplina; Tú nos llamaste a la Unidad de los Patriotas; y con ellos y ellas debemos seguir construyéndola. Hasta la Victoria siempre Comandante… Por la Humanidad y por la Patria… ¡VENCEREMOS!

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