Todos los mensajes dejados por nuestro comandante eterno Hugo Chávez, son de una trascendencia e importancia invaluables; parecen tener una pertinencia y consistencia en todo momento, sin duda, se han convertido en nuestra hoja de vuelo colectivo e individual. Porque son pensamientos convertidos en acción de gobierno y de vida. Todos sin excepción están transversalizados por la honestidad, por el amor a la paz, a la humanidad, por el ambiente, por la vida, influenciados por esos valores y sentimientos que solo los Revolucionarios y Revolucionarias pueden y deben sentir y expresar. Pero existe uno que causa gran impacto socio político y la gran mayoría, poco se percata de ello, y es el haber dejado a Nicolás Maduro como Presidente de La República; ese mensaje de Chávez tiene una carga axiomática que nos impulsa día a día a entregarnos en cuerpo y alma a la tarea titánica e histórica de continuar construyendo La Patria con esfuerzo verdaderamente honesto, generando producto óptimo. El hecho de que Maduro sea un Presidente Obrero, es un mensaje demoledor de holgazanes, trapisondistas y corruptos, pero, simultáneamente es un reconocimiento a los hombres y mujeres que toda la vida trabajan incansablemente por sus familias, por la nación, por los demás. Es un sabio gesto de amor al trabajo, a los trabajadores y trabajadoras. Es importante efectuar la diferenciación de quienes trabajan generando productividad, es decir, que su resultado aumenta el producto interno bruto de la nación, y el trabajo que está dirigido exclusivamente al enriquecimiento de una minoría, me refiero a los especuladores de oficio, que viven cazando oportunidades de hacerse del dinero fácil sin generar un beneficio real, sino al contrario, a través de la trapisonda, timar, estafar amparados en un sistema retórico de los formalismos pseudo legales que contribuyen al fortalecimiento de la corrupción.

Cuando El Presidente Chávez decidió que Maduro fuera su sucesor, estaba materializando el eslogan, "con Chávez manda el pueblo" porque es a través de la gestión de amor y justicia que expresa el Presidente Nicolás Maduro que podemos vislumbrar el carácter constructivo, inclusivo y verdaderamente revolucionario del Legado del Comandante Chávez. Ahora bien, también es cierto que la voracidad de la ultraderecha parasitaria es generadora de desencuentros y conflictos sociales inéditos. Por ejemplo, la agresión económica contra nuestro Pueblo es algo que solo se le puede ocurrir a estas mentes atormentadas por el miedo a convertirse en trabajadores productivos, el solo pensar que deben trabajar los enloquece, ellos saben que en una sociedad socialista cargada con los valores de la dignidad, la verdad, la justicia y el amor; para ellos es imposible desenvolverse, porque esa clase nunca ha trabajado, ellos desconocen el valor del trabajo honesto, lo de ellos es lo que todos sabemos, la mentira, el odio, el homicidio, la conspiración a la sombra del crimen. Son gente descrita por Víctor Hugo en los Miserables como "indeseables a ellos mismos".

Pero ese ataque económico nos impele a convertirnos a corto plazo en productores y generadores de los bienes de consumo masivo que requiere nuestro pueblo; esa situación nos reta a ser creadores y formadores de nuestro nuevo destino, que no es otro que la independencia económica y que esta nos propulse a la independencia cultural y de pensamiento… Viviremos y venceremos…