Pedagogía Política

Remembranzas políticas

La historia es necia, se repite una y otra vez…

Las discrepancias internas en el seno del PSUV, la organización política mayoritaria en el país, con victorias reiteradas una y otra vez a lo largo de los últimos quince años, merece el más sesudo de los análisis. Una trayectoria que, hasta el año 2013 lució, indudablemente, sólida, hechura del Presidente Hugo Chávez y que constituye, quizás, el más preciado de sus legados políticos. Sabemos que esta organización, como todo movimiento político, y más en el ejercicio del gobierno, está sujeta a los vaivenes de los cambios por razones múltiples.

Las circunstancias por las que atraviesa el PSUV no es una novedad; por supuesto que nos inscribimos entre quienes desean y aspiran que las diferencias de toda índole se superen; lamentablemente no siempre las dificultades causadas por los encontronazos en la manera de concebir la conducción del partido, del gobierno, de las políticas públicas, terminan satisfactoriamente. Las lecturas y análisis consecuentes de la historia política reciente de la república nos ha permitido encontrar referencias como la siguiente:

"Doctrina y estrategia, táctica y programa han sido constantemente objeto de análisis atentos, reveladores del peso y contenido de las diferencias, que se acentúan hoy a cada instante y en la más elemental polémica. Hasta ahora había sido posible armonizar, había sido posible aceptar el criterio dominante, porque la existencia de criterios divergentes y su libre expresión frente a los cuadros y organismos del Partido, no había sufrido ninguna limitación. Y esa armonía interna se mantuvo a pesar de que muchas veces la discusión se vio empañada por una campaña de injustos calificativos, de violentos adjetivos y hasta de desleales sugerencias. Aún dentro de ese clima tan difícil fue posible el debate. Pero, cuando por sostener puntos de vista distintos, la Dirección Nacional recurre a medidas coactivas, interpretando en forma muy particular e interesada los estatutos del Partido, aplicándolos con evidente discriminación, la convivencia se torna realmente insostenible, la democracia interna se deforma y se limita la libertad para la búsqueda de la más saludable solución… ".

Quienes seguimos con acuciosidad día a día nuestro acontecer político, nos perturban los hechos que, a lo interno de nuestra organización política, se han repetido con valiosos cuadros, individuales y colectivos que, por tener divergencias en cuanto a la adopción y/o aplicación de políticas públicas, o en cuanto a procedimientos administrativos relacionados con la elección de voceros, delegados, representantes, candidatos a cargos de elección popular, por exigir claridad, transparencia en averiguaciones concretas, son amenazados con la aplicación de sanciones, o en la práctica extrañados y silenciados de la organización sin el derecho natural y legal de la defensa.

Las investigaciones históricas realizadas nos han permitido tropezar con esta otra referencia:

"…Por decir y sostener todas estas cosas se nos ha perseguido, se nos ha acusado falsamente y ahora se nos pretende expulsar del Partido. Allí está la razón de nuestras discrepancias. Allí está la razón de las medidas disciplinarias que repudiamos enérgicamente. Y Pedimos, como lo ha dicho ya casi toda la organización, que se convoque a una Convención Nacional Extraordinaria, previa la nulidad de todas las medidas disciplinarias aplicadas hasta hoy…".

Y no, esta declaración no corresponde a un hecho del PSUV, aunque la coincidencia es extraordinaria, es un símil contundente. Pues bien, ambas referencias cumplirán 55 años el próximo mes de abril. En efecto, el 9 de abril de 1960, en el Diario La Esfera, salió publicada una carta dirigida al CEN de Acción Democrática, suscrita por 130 dirigentes de todos los niveles de esa organización que ese mismo día, en el Nuevo Circo de Maracaibo, dieron nacimiento a la más combativa de las organizaciones políticas que ha cumplido vida en nuestro país: El Movimiento de Izquierda Revolucionaria.

Entre los firmantes de esa Carta-Manifiesto, figuran, entre muchísimos otros, miembros de: el CEN, CES regionales de todos los estados, parlamentarios, del buró juvenil, burós universitarios, profesores universitarios, dirigentes sindicales, campesinos: Domingo Alberto Rangel Burgoin, Simón Sáez Mérida, Lino Martínez, Rómulo Henríquez, h, miembros del CEN; Gumersindo Rodríguez, Aníbal Molina Blanchard, Gabriel Quintero Luzardo, Ramón Manzanilla, Julio Escalona, Gilberto Mora Muñoz, Héctor Pérez Marcano, Freddy Melo, Moisés Moleiro, Américo Martín, Jesús María Casal, Isabel Carmona de Serra, Humberto Cuenca, Rafael Gallegos Ortiz, Celso Fortoul, Cástor Torres, Francisco Cañizales Verde, Silvestre y Eduardo Ortiz Bucarán, Elio Bohórquez, Virla, Levi Danieri, Vladimir Acosta, Julio Cabello, Caupolicán Ovalles, Héctor Malavé Mata, Julio Ramírez.

Por supuesto que esta fractura significó un golpe mortal en la estructura política de AD, pero más grave fue la desviación y entrega de esa organización a los sectores más reaccionarios de la derecha nacional e internacional. Más adelante tuvo otras escisiones, las cuales dieron nacimiento a ADI, liderada por Raúl Ramos Giménez y, en 1967, una tercera división que dio nacimiento al Movimiento Electoral del Pueblo MEP.

Mirémonos en ese espejo. AD nació con unos postulados populares, revolucionarios, que por negarse a la aceptación de críticas y autocríticas, terminó siendo un partido reaccionario, de derecha, pro-imperialista, promotor de la pobreza, del hambre, de la ignorancia, del abandono del campo venezolano.

El abandono de los programas sociales se tradujo en indicadores de vergüenza para un país exportador neto de petróleo; así, en términos de pobreza, la misma creció, de 39,8 en 1990, a 48,0 en 1997; la indigencia, en tanto, pasó de 14, en 1990, a 20,5 en 1997, según datos de la Cepal. Para 1912, la pobreza había descendido, según la misma fuente, a 23,9, mientras que la indigencia había caído a 9,7.

Lo anterior es a lo que tememos, que por eludir las críticas y autocríticas, las políticas sociales se vayan a desviar hacia programas de la derecha.



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César Eulogio Prieto Oberto

Profesor. Economista. Miembro de Número de la Academia de Ciencias Económicas del Estado Zulia. Candidato a Dr. en Ciencia Política.

 cepo39@gmail.com

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