El pez muere por la boca. Cuando la realidad se traga el discurso

Este escrito va dirigido a los revolucionarios y socialistas de corazón. No va dirigido al Presidente de la República, ni a los ministros, ni a los altos dirigente del PSUV, ni a los autonombrados miembros del “Alto Mando Político de la Revolución”, ni a los políticos oportunistas incrustados en el gobierno, todos ellos están tan entretenidos en el ejercicio del poder que no le van a parar bolas a ningún pata en el suelo proveniente de los que ellos mismos llaman pueblo. Va dirigido al hombre y a la mujer que llaman de “A pie”, al ciudadano común, al compatriota que todos los días se faja con su trabajo para sobrevivir y para sostener a esta patria, a los que creímos y seguimos creyendo en un mundo más humano, más solidario, más justo, más equitativos, un mundo donde la reserva moral este por encima del afán de riqueza fácil, en el mundo que Chávez creía que era posible.

Es oportuno aclarar que es escrito por alguien que, como muchos en este país, cree en la construcción de una sociedad socialista, que creí y sigue creyendo en Chávez y su legado, sigo siendo fiel a su pensamiento y a su obra, lo digo porque a veces uno escribe críticas al gobierno con la intensión de que rectifiquen y mucha gente lo tilda a uno, por las opiniones emitidas, de salta talanquera, de traidor, de apátrida, de escuálido, de blandengue sin conciencia y para usted de contar.

El mayor daño que se le puede hacer a esta revolución es ser cómplice silente de las cosas mal hechas en las instituciones por los funcionarios de gobierno: ineficiencia, derroche, corrupción, abuso de poder, negligencia, nepotismo, clientelismo, indolencia, despilfarro, ostentación de lujos, privilegios y prebendas sin ningún desparpajo, obras paralizadas, promesas incumplidas, planes inconclusos, malos servicios públicos, negligencia para combatir la guerra económica con sus consecuencia de especulación, escases e inflación, etc.

Mucho hemos criticado los males de la cuarta república que dieron al traste con la misma, sobre sus ruinas nació la Revolución Bolivariana fundamentándose en la búsqueda de la máxima suma de felicidad posible para nuestro pueblo y empeñado en el surgimiento de un hombre nuevo.

Veo con gran preocupación el rumbo que ha tomado esta revolución y las consecuencias para lograr alcanzar esa máxima suma de felicidad posible que está muy lejos de serlo y al contrario más cerca de la máxima infelicidad posible, de la angustia y de la preocupación colectiva, rayando en la ansiedad, en la desesperanza, en la frustración, en el engaño. Veamos porque.

La tan cacareada unión Cívico - Militar ha servido en mayor grado para incorporar de una inmensa cantidad de militares en puestos claves de dirección y de gerencia en el gobierno, en instituciones y en empresas del estado, que ha generado en el pueblo un rumor a gritos, casi generalizado, sobre su ineficiencia, su incapacidad y actos de corrupción, no sé si será verdad porque nadie ha mostrado pruebas o denuncias concretas, pero dicen que el pueblo es sabio, y alguien del alto gobierno debería escuchar a ese pueblo al que tanto acude en épocas de elecciones y al que tanto nombran en sus discursos.

La alta dirigencia del PSUV, los representantes del pueblo en la Asamblea Nacional, y los Altos funcionarios de gobierno, en sus encendidos discursos y en intervenciones públicas, hablan mucho de socialismo, de humildad, de igualdad, de desprendimiento por la revolución, de conciencia, sin embargo la gran mayoría de estos personajes, salvo honradas excepciones, en el ejercicio del poder ostentan vehículos de lujo (camionetas blindadas de último año), un sequito de guardaespaldas y asistentes, oficinas espaciosas y lujosamente remodeladas con mobiliarios carísimos, trajes a la medida, camisas con yuntas y zapatos costosos, queriéndose parecer a los grandes magnates del capitalismo y de la oligarquía, a quienes tanto critican pero se desviven por parecerse a ellos, y lo peor de todo es que con su arrogancia transmiten el mismo desprecio hacia el desposeído, que transmiten los hombres adinerados y de poder que ellos critican. Será que creen que ser tan ricos no es tan malo??? .

Es imperdonable tanta incompetencia, negligencia y despilfarro en el manejo de los cuantiosos recursos en dólares que han ingresado al país por la renta petrolera y que no se hayan tomado las previsiones para tener reservas ahorradas para cualquier contingencia, como lo hicieron muchos países exportadores de petróleo, lo cual nos habría permitido minimizar los efectos de la baja del precio del petróleo y palear la crisis en la cual estamos inmersos. Esta previsión no va en contradicción con los cuantiosos recursos en inversión social que dice el gobierno haber realizado.

Igualmente es imperdonable, salvo honrosas excepciones, EL SILENCIO CÓMPLICE de muchos Chavistas que dicen ser socialistas y revolucionarios, dirigentes y miembros del PSUV, comunicadores y periodistas de medios alternativos y del estado, diputados, defensores del pueblo, periodistas muy respetados de renombre nacional, dirigentes comunitarios, sindicales, estudiantiles, juveniles, campesinos, indígenas, culturales, que no dicen ni siquiera que "esta boca es mía" ante tantos actos de corrupción y que tuvo su cúspide en el tan renombrado caso del DESFALCO A LA NACION de los 25 MIL MILLONES DE DOLARES denunciado por Jorge Giordani y otros altos exfuncionarios. Quizás lo que motiva este SILENCIO es que se piense que las denuncias pueden hacerle más daño a la Revolución Bolivariana que no denunciar y es PREFERIBLE CALLAR para no darles armas al enemigo o quizás es por MIEDO a los que manejan el poder y le caigan encima y lo saquen del juego como le paso al propio Giordani, a Mario Silva, a Héctor Navarro y muchos otros que se atrevieron a hablar. La corrupción es un monstruo que puede devorar y destruir A la revolución si no se combate a tiempo, poco a poco va erosionando las bases morales del cuErpo social que la conforma hasta que hace METÁSTASIS.

Estamos perdiendo la tan nombrada GUERRA ECONÓMICA (y ahora renombrada GOLPE ECONÓMICO) con las consecuencias desbastadoras para el pueblo como son el desabastecimiento, la especulación y la inflación, que nos someten a interminables colas y penurias para conseguir los productos que escasean. En cualquier guerra por lo general hay dos contrincantes, en este caso la oligarquía y sus actores económicos en contra del gobierno para quítalo del poder, y el pueblo en medio de este enfrentamiento sufre las consecuencias. Es inaudito que estemos perdiendo la guerra económica a pesar de estar en el gobierno una inmensa cantidad militares que se supones son expertos y estudiosos de guerras de cualquier tipo, y peor aún que los titulares de la Vicepresidencia de Seguridad y Soberanía Alimentaria y el Ministerio para la Alimentación son militares, ¿será que los generales que comandan el lado de la oligarquía son mejores que los generales que comandan el lado del gobierno? Seria digno de analizar y de hacer los cambios de estrategias antes de que nos derroten en esta guerra anunciada.

La ECONOMÍA DE PUERTO puesta en práctica gracias a la alta renta petrolera ha generado como consecuencia un país altamente improductivo, era más fácil importar que producir, la actual coyuntura de la baja del ingreso petrolero nos agarró desprevenidos. En verdad no entiendo esta política de importar todo y no producir nada en el país, quizás para no favorecer a los capitalistas criollos, sin embargo con todos los convenios internacionales igual se está favoreciendo a los capitalistas extranjeros y beneficiando el empleo en esos países. Como dice el refrán popular “si nos pela el chingo nos agarra el sin nariz”, igualito favorecimos al capitalista en detrimento de puestos de trabajo en nuestro país.

Soy católico y creo en DIOS, mis padres siempre me inculcaron la fe y esperanza ante las dificultades, y a contrario de mucha gente sí creo en la expresión de fe “DIOS PROVEERÁ”, por ello tengo la fe que DIOS proveerá de sabiduría al presidente Maduro y la gente con reserva moral que aún queda dentro de la Revolución Bolivariana para tomar las decisiones oportunas y reparar los errores cometidos y que se siguen cometiendo, que puedan salvar esta revolución y cumplirle al pueblo la promesa, no cumplida aun, de alcanzar la máxima suma de felicidad posible, de lo contrario LA HISTORIA NO LO ABSOLVERÁ.



Salazarpjh1@gmail.com

¡Chávez vive, la patria sigue!.



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