El primer escalón para la transformación del Estado

A fin de darle una mayor consistencia al proceso de constitución de las comunas es imprescindible que las diferentes organizaciones populares se integren a ello de una manera conjunta, contando con el apoyo irrestricto de quienes se hallan al frente de las diferentes instituciones públicas. Algo que debe ser promovido con la convicción que ello es una tarea revolucionaria que no puede dejarse al azar ni en manos exclusivamente del gobierno sino que tiene llevarse a cabo con el propósito deliberado de profundizar el proceso revolucionario bolivariano socialista, teniendo en cuenta que las comunas pasarían a ser el primer escalón para la transformación estructural del actual Estado liberal-burgués.

Tal proceso requiere, por tanto, que todos los comprometidos en ello tienen que dotarse de una conciencia plenamente revolucionaria y socialista que impida la reproducción automática de los vicios burocráticos, representativos y clientelares que caracterizan todavía a la administración pública, los cuales son -a grandes rasgos- los obstáculos principales que dificultan la organización autónoma del poder popular. Por ello es básico que en el seno de las comunas se ejerza la democracia directa, de modo que éstas actúen de acuerdo a las particularidades del espacio geográfico que ocupan y a la idiosincrasia de sus habitantes, en un ejercicio de soberanía permanente. Así, las comunas se orientarían al logro efectivo de un sistema económico propio, endógeno y distinto al capitalismo, puesto que su objetivo máximo es el bien común, es decir, de toda la colectividad y no simplemente de una minoría dedicada a la obtención de ganancias, como lo establece la lógica del capital.

De ahí que sea preciso también determinar cuánto y cómo se ha realizado el proceso de conformación de las comunas. Esto permitiría evaluar de una manera imparcial si éstas responden efectivamente a un esquema socialista o si sus objetivos han sido distorsionados en función de otros intereses, lo que debiera ser parte, entonces, de un debate serio -impostergable- entre todos los factores revolucionarios y chavistas, separándolo del proselitismo político, de manera que sus acciones estén encaminadas a hacer irreversible el proceso revolucionario bolivariano socialista, tal como lo anticipara en su momento el Comandante Hugo Chávez.

En resumen, a pesar de la resistencia desplegada desde algunas instancias gubernamentales, chavistas y revolucionarios tienen que caracterizarse por hacer realidad la transición al socialismo bolivariano. Para que dicha empresa sea finalmente alcanzada, es necesario que la democracia directa comience a delinear lo que serán en lo adelante las nuevas relaciones de poder y, en consecuencia, el nuevo Estado revolucionario, diferenciándolo ampliamente del Estado burgués-liberal; configurando las comunas su primer escalón. -



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Homar Garcés


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