Dólares de PDVSA sólo para alimentos y medicinas

En un reciente debate transmitido por la televisión del gobierno de Estados Unidos, discutí con dos burgueses venezolanos sobre quienes son los verdaderos chulos chupadores de petrdólares, y son precisamente los burgueses empresarios que viven en Venezuela. Aunque casi no me dieron tiempo de hablar porque habían preparado una cayapa, usé mis pocos segundos para impactarles con verdades demoledoras, les dije: "los principales parásitos del petróleo en Venezuela son los empresarios porque piden divisas al Estado pero no producen". Ver video: http://youtu.be/Cd0-fkTlRqw

Entonces, nosotros los chavistas de corazón debemos desintoxicarnos de los vicios de los parásitos capitalistas, entre tales la ambición por bienes no esenciales como las divisas o monedas extranjeras, especialmente los benditos dólares. Desde nuestra intachable moral revolucionaria declaramos que venezolano que quiera dólares, pues que los consiga cobrándole en dólares a los extranjeros, pero no succionando a PDVSA haciendo lo indecible por chuparse las escasas pero muy baratas petrodivisas del Estado a través de Sicad I, Sicad II, cupos viajeros, cupos electrónicos y otros mecanismos de subsidio que tienen que ser eliminados porque sólo sirven para engordar a sinvergüenzas aprovechadores a los que nunca quieren trabajar.

En este contexto, suspender inmediatamente el otorgamiento de dólares subsidiados a 12 bolívares por el Estado es un acto necesario e inevitable luego de la dramática caída del petróleo y sus efectos negativos en 95% de los ingresos monetarios que percibe Venezuela.

Un decreto de Emergencia económica sería suficiente para que los petrodólares sean unícamente manejados por el Gobierno Nacional y destinados a la compra o importación de alimentos y medicinas es vital en estos tiempos de guerra económica y desabastecimiento provocado por empresarios saboteadores que sueñan con un estallido social.

Revisemos detalladamente nuestra propuesta como estudiosos del Derecho Constitucional: Un decreto de emergencia económica permitiría acelerar los correctivos contra el acaparamiento generador de escasez de productos esenciales, de conformidad con los artículos 337, 338 y 339 de la Constitución. Cito el segundo párrafo del 338 constitucional que describe claramente el escenario actual de Venezuela: "Podrá decretarse el estado de emergencia económica cuando se susciten circunstancias económicas extraordinarias que afecten gravemente la vida económica de la Nación. Su duración será de hasta sesenta días, prorrogable por un plazo igual".

Nadie niega que otras medidas deben ser aplicadas para restaurar la economía contra otras formas de delinquir como la corrupción que causa pérdidas millonarias al país, pues yo digo que simplemente hay que castigarlos a todos, tanto a los grandes ladrones como a los pequeños ladrones.

El ciudadano que viva hambriento de dólares, pues que le trabaje a empresas transnacionales y que le paguen en dólares. Que haga como ese selecto grupo de venezolanos ilustres que son profesionales exitosos en industrias extranjeras y se traen sus dólares bien ganados en el exterior para invertirlos en nuestra patria bonita. Del resto, más nadie tiene derecho a un dólar. Salvo que sea para alimentos y medicinas, pero no un cupo electrónico de 300 dólares para compras sifrinas por Amazon.

Nuestro camarada Presidente Nicolás Maduro ya lo ha reconocido, nuestro país vive una época económica difícil que tiene relación con los bajos precios del petróleo a nivel internacional. Más claro no canta un gallo, no hay suficiente liquidez monetaria para mantener subsidios como el de la gasolina que se distribuye casi gratis ni más dólares a precio regalado. Basta usar el sentido común para comprender que tales petrodólares son otorgados a un tipo de cambio irreal que le causa enormes pérdidas a la nación porque los deja de invertir en su justo valor para cubrir verdaderas necesidades del país.

No más bandidaje que desangra a Venezuela, los dólares baratos bajo control de cambio que se generan por la venta del petróleo deben ser administrados y restringidos por el Estado para la compra de alimentos y medicinas exclusivamente, ello permitirá luchar contra la escasez de estos productos vitales y proteger a los sectores humildes del maltratado pueblo venezolano.

Todos los petrodólares deben ser ajustados al precio real del mercado porque cada dólar regalado a 11 bolívares para comprar mercancías no esenciales a empresas extranjeras por internet, significa una depravación moral que corrompe a los venezolanos, además que ocasiona la irreparable pérdida de billones de dólares que podrían invertirse en la compra de latas de leche, pañales, papel tualé, harina de maíz, alimentos varios, jabón, acetaminofen y otras medicinas que tanto hacen falta hoy en supermercados y farmacias.

 



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Jesús Silva R.

Doctor en Derecho Constitucional. Abogado penalista. Escritor marxista. Profesor de estudios políticos e internacionales en UCV. http://jesusmanuelsilva.blogspot.com

 jesussilva2001@gmail.com      @Jesus_Silva_R

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