2015: Crisis y esperanza

He optado por definir al 2015 como un año que se puede sintetizar en dos conceptos: crisis y esperanza. Eso nos puede permitir desarrollar un piso argumentativo lo suficientemente sólido como para hacer un pequeño ejercicio de escenarios que tenemos mucho más desarrollado en el equipo de www.visor360consultores.com.

La crisis no se puede ocultar, es un error del gobierno del Presidente Maduro tratar de simular un estado de bonanza que no existe para la mayoría. Tenemos una economía absolutamente deformada; el mismo producto importando a 6,30, 12, 50 y lo que marque el paralelo ya por encima de los 170 Bs., y el precio final que adquiere por “reposición de inventario” es un buen inicio para describir nuestra situación. Al final en el marco de la inflación y la escasez, la principal escasez es la de las divisas, ya que durante todos estos años el más grave error de gestión es no haber sembrado una estructura económica que permitiría la superación del rentismo petrolero y lo peor es que ni siquiera se tomó “el modelo noruego”, que aunque nada revolucionario, por lo menos garantiza el ahorro suficiente en momentos de “vacas gordas” para así superar los momentos de “vacas flacas”, tal como lo que se proyecta en la mayoría de los meses por venir del 2015 con un barril de petróleo a menos de 60 dólares.

Pero la peor crisis aunque es de origen económica, será en el 2015 de orden político. La dirección política de una polarización en crisis como consecuencia de una clara ausencia de liderazgos fuertes, es lo que sigue derivando de la muerte del Comandante Chávez. La necesidad de superar el hiperliderazgo de manera sobrevenida ha impactado muy fuerte en el escenario político, ya que la mayoría de los actores políticos extraviados producto de la costumbre de obedecer, aún no comprenden que esa etapa ya no es la que vive el país ni la que demandan las mayorías. Entrar a la “Democracia Participativa y Protagónica” sin el hiperliderazgo es traumático para el chavismo y la oposición más ortodoxa y el emerger de nuevos liderazgos se señala como una herejía, una traición o cuanto menos un acto divisionista, cuando en verdad es el proceso natural de una sociedad en evolución con base en una etapa revolucionaria precedente y una sociedad con mayor criterio y cultura política con bases socialistas.

Sin embargo, el plano más sensible es el social. Como consecuencia de ese plano superior de criterio y cultura política, la hipersensibilidad por la defensa de las conquistas obtenidas en el periodo del Presidente Chávez, será el aspecto más delicado del 2015. Obligado como está el Presidente Maduro a hablar clara y transparentemente con el pueblo sobre la situación económica, otra de sus obligaciones será el no sacrificar ninguna de las conquistas obtenidas por el pueblo a través del mandato de Chávez, cosa que tendrá que convocar a afinar el olfato de Maduro y sus asesores para no cometer más torpezas como las ya cometidas y que van acumulando en su contra, como por ejemplo lo más reciente de la restitución de los peajes, cosa que el pueblo tiene mucha conciencia que fue eliminado por Chávez, y que al contravenirlo, se lee como un desmontaje del legado.

Un último plano, determinante en este cuadro, es el tema del que todo el mundo debate, la corrupción. Una “Ley Habilitante” para la lucha contra la corrupción que hoy el pueblo percibe que no ha rendido ningún fruto. La opulencia sin disimulo de algunos funcionarios de Estado y sus familiares que ya no pueden ocultar su riqueza ni justificar el origen de la misma así como no se puede ocultar una gripe, y una fina estrategia del sector más extremista del gobierno de los Estados Unidos de América, que como buitres de la guerra fría, pretende sancionar a funcionarios venezolanos por “violación de derechos humanos” en una clara política injerencista, pero a su vez poniendo en tela de juicio cuentas y propiedades en su territorio, sin una respuesta ética y socialista de nuestras autoridades, más allá de una solidaridad automática sobre la cual se genera en el pueblo sospecha, adorna toda una crisis ética que vine advirtiendo desde hace ya casi tres años, sin tener el más mínimo retorno por parte de las autoridades del partido (PSUV) y del gobierno.

Y de colofón, una dirigencia opositora que sólo se representa a ella misma, receptora del descontento popular ante el gobierno y que sólo se refleja en estudios de opinión, pero incapaz de traducir eso en saldo organizativo, propuestas, debates y luchas justas para el país, es lo que dibuja el panorama de crisis para el 2015, en fin, una dirigencia opositora carroñera, que espera vivir de los desperdicios del gobierno.

Sin embargo, la esperanza se cierne sobre Venezuela, ya que toda crisis genera multiples oportunidades y estimula el surgimiento de destrezas insospechadas. Ante lo económico, las alternativas que emerge ante la escasez, las iniciativas de producción nacional, aunque en pequeña escala, si son vistas como una mina, encontraremos mucho “oro” que puede llegar a grandes escalas. Junto a ello, el surgimiento de nuevos liderazgos y formas alternas de organización parecieran abrir otros espacios distintos a la dirigencia vetusta de la polarización, y aunque quizá no de manera inmediata, se abre la posibilidad de ideas que permitan actualizar y hacer más viable el proyecto del Comandante Chávez, ahora sin su presencia, logrando sumar más ciudadanos al chavismo, exaltando las cosas positivas que se lograron en su período y reconociendo las necesarias rectificaciones que hoy se deben realizar.

Lo otro que se consolida como esperanzador es la conciencia político-social que convoca hoy al pueblo a negar la violencia política como alternativa de salida, y la búsqueda de las vías democráticas para superar las crisis.

El 2015 será esperanzador por lo que el pueblo puede hacer para superar la crisis, quedará en el gobierno y en la dirigencia opositora destrancar el juego y entender que existen otras ideas sobre cómo conducir el país. Si esto se entiende, es posible que también haya esperanza en lo político, pero quienes acumulan más esperanza son los nuevos liderazgos que emerjan de la crisis y lo que propongan al pueblo para reivindicar sus luchas. Feliz 2015.

Nota: Si estás interesado en mayores detalles sobre el estudio de escenarios, puedes solicitarlo a consultoresvisor360@gmail.com o entrar a www.visor360consultores.com y ver las condiciones de “Visor País”.


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Nicmer Evans

Director de Visor 360 Consultores, una piedrita en el zapato, "Guerrero del Teclado", Politólogo, M.Sc. en Psicología Social.

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