Balance ambiental de Venezuela en el año 2014

No hay duda que en términos ambientales, nuestra querida patria revolucionaria se quebró la cabeza ecológica, con todos los ecocidios que enlutaron la riqueza natural atesorada en la geografía venezolana. Las aguerridas lágrimas del Libertador se convirtieron en ríos de sangre que corrompieron la salud de la Pachamama, y nos dejaron llorando en un mar de polución social que jamás sale a las calles del tricolor patrio, para exigir la práctica del conservacionismo y erradicar la impunidad en contra del amorfo planeta Tierra.

Es triste que la multiculturalidad de los pueblos venezolanos, sea capaz de atentar contra el pensamiento crítico de sus habitantes. Cada día, vamos glorificando la venganza del Ser Vivo Inconsciente (SVI), e irrespetando el derecho a convivir en santa paz, por el embrutecimiento existencial de propios y extraños, que los mantiene presos en rivalidades, animosidades y enemistades. El color político oligarca denuncia la irresponsabilidad pero NO hace nada para generar la responsabilidad. El color político socialista genera la responsabilidad después que se denuncia la irresponsabilidad.

Es consabido que en Venezuela se padecen inconvenientes ecológicos que escapan de los tentáculos democráticos o dictatoriales de los gobiernos. La ausencia de políticas ambientales sostenibles y sustentables que se solidifiquen en la inteligencia colectiva del país, se paga con la descomunal basura aglomerada en las calles de nuestras ciudades, con el derroche de energía eléctrica que satura los hogares incandescentes, con la pólvora de los juegos pirotécnicos que se lanzan en las fiestas decembrinas, con los gases tóxicos que desprenden en el aire las unidades de transporte público, con los eventos de crueldad animal como las Corridas de Toros, con el caprichoso malgaste del agua potable, con el exagerado ruido citadino que contamina los oídos del prójimo, con la casi extinción del Cardenalito que se une a otras especies de fauna exótica al borde de la desaparición, y con muchísimos otros escollos que gravitan en el horizonte venezolano.

Con la transformación del proverbial Ministerio del Ambiente en el extravagante Ministerio de Vivienda, Hábitat y Ecosocialismo en septiembre del 2014, se dio un cambio drástico en la interacción del trinomio Hombre-Medio-Sociedad. Es imposible determinar el éxito o fracaso de esa simbiosis inconstitucional, debido a que los venezolanos olvidan con mucha facilidad el camino verde que recorrieron en sus más oscuras pesadillas. Por eso, debemos mirar fijamente los ojos prehistóricos del “Tachiraptor admirabilis”, y así obtener una radiografía ambiental de los diez delitos cometidos en los ecosistemas de Venezuela durante el presente año.

En el puesto número 10, yace el derrame de petróleo constatado en la zona de Maporal del estado Barinas, que afectó el modo de vida de los agro-productores, y se llevó consigo parte de la integridad de la flora y fauna que ostenta las poblaciones de Torunos y San Silvestre. El trágico escenario ambiental fue denunciado a través de medios comunitarios locales, y posteriormente trascendió a nivel nacional, pese a que las garras del ecocidio ya habían consumado el delito barinense.

En el puesto número 9, tenemos los tres derrames de hidrocarburos que se produjeron en las playas Lido, Los Canales y Cangrejo del hermoso estado Anzoátegui, lo cual obligó al cierre preventivo de los balnearios a causa de los residuos de crudo que llegaron hasta la orilla.

En el puesto número 8, encontramos la deforestación de 25 hectáreas de manglares en el municipio anzoatiguense de Guanta, para la construcción de una rentable zona industrial. La tala indiscriminada de árboles, perjudicó a gran parte de la biodiversidad autóctona existente, incluyendo a los cangrejos azules y a las garzas blancas y rojas, que se encuentran en peligro de extinción.

En el puesto número 7, aparece la tala de mangles del borde sur del Parque Nacional Morrocoy, que aunque es un área protegida venezolana, se encuentra muy golpeada por la sobreexplotación humana que lo privatiza, gracias a una ambiciosa infraestructura turística que se cimenta sobre la acumulada basura que emerge a su alrededor.

En el puesto número 6, visualizamos el nefasto permiso de construcción otorgado por los organismos públicos, para levantar un Complejo Hotelero en la ciudad de Cumaná, que pone en riesgo el equilibrio ecológico del bellísimo Parque Litoral Laguna de los Patos, el cual es parte invaluable del patrimonio natural provisto en el estado Sucre, y que debido a motivos meramente económicos, se socavará la vida de la Naturaleza que allí coexiste.

En el puesto número 5, se vislumbra la atroz deforestación ocurrida en gran parte del estado Zulia, abarcando a la enigmática Sierra de Perijá, donde la transnacional Frito Lay se atosigó la garganta con tanta malanga sembrada en sus avasallantes tierras, lo que afectó a un total de 2000 hectáreas que quedaron infértiles e incineradas por la voracidad capitalista. Cabe recordar, que la deforestación en territorio zuliano intensifica la sequía, el calor y la falta de agua potable, que no dejan de agobiar la razón de sus ciudadanos.

En el puesto número 4, sobresale la gigantesca mancha de crudo que se observó en el mes de octubre en las orillas del Lago de Maracaibo, a la altura del malecón contiguo al centro de la capital zuliana, y que por desgracia, se fue extendiendo hasta la segunda etapa de la Vereda del Lago, que es una atractiva zona turística en toda la región occidental venezolana. La fuga del líquido oleaginoso, fue acompañada de una invasión de desechos plásticos que aniquilan la quietud del panorama marino.

En el puesto número 3, se sitúa el derrame de crudo liviano en la Bahía de Amuay ubicada en el estado Falcón. La fuga de hidrocarburos ocasionó un fatal daño ambiental en la península de Paraguaná, donde los pescadores, sus peces y los mangles, quedaron cubiertos de una gran mancha de crudo por culpa de las lluvias torrenciales que alteraron la trayectoria del viento.

En el puesto número 2, se halla la feroz actividad extractiva que brota en el Parque Nacional Canaima, siendo una legendaria área protegida venezolana adentrada en el estado Bolívar. Ya han sido desmantelados más de 200 campamentos que desarrollaban la minería ilegal, lo cual viene deteriorando el ancestral paisaje que pertenece a la comunidad indígena pemona. Ellos temen que los abundantes recursos naturales en los ríos Carrao y Caroní sean contaminados por la insaciable búsqueda de oro, plata y diamante. Si bien en diciembre del 2014, el mencionado Parque Nacional Canaima fue declarado “territorio libre de minería ilegal” por el ejecutivo venezolano, ya todos sabemos que la infranqueable codicia del Homo Sapiens puede estar maquinando un nuevo plan ecocida que destruya el Medio Ambiente.

En el puesto número 1, se posicionan los más de 5000 árboles talados y quemados en todo el territorio nacional, que fueron usados como barricada en las guarimbas perpetradas en los meses de febrero y marzo del 2014. La oposición venezolana fue la gran culpable del peor ecocidio cometido en contra de la Pachamama, y demuestra que los sectores golpistas de la ultraderecha criolla, no sienten compasión por los recursos naturales del planeta, llevándose la vida de los árboles patrimoniales que avivaban el sentido de pertenencia de nuestros pueblos. La indiferencia ambiental de la gente y la irracionalidad de los delincuentes, generó uno de los más tristes ecocidios vislumbrados en la historia reciente de Venezuela. Además, se incineraron cauchos, electrodomésticos dañados y hasta perros comunitarios, que no pudieron salvarse de los malditos analfabetas guarimberos, que hoy por hoy, siguen sin ser enjuiciados y encarcelados por la vileza ejecutada.

Como vimos a lo largo del artículo, la fuga de hidrocarburos en manos de PDVSA, la politizada deforestación en manos de los escuálidos, y la minería ilegal en manos de los inversionistas extranjeros, se convirtieron en los grandes problemas ambientales del año 2014. Sin embargo, también se pusieron en marcha estrategias conservacionistas impulsadas por la revolución ecosocialista, para minimizar el daño medioambiental en el relieve venezolano. Nos gustó el despliegue de la campaña “Cada gota cuenta” que trabaja en mancomunidad con los “Guardianes del Agua”, quienes han visitado más de 100 mil casas en el estado Zulia, regalando minutos de Educación Ambiental a los ciudadanos, para que empleen de forma racional el vital líquido y entiendan que TODOS somos responsables de proteger el entorno que habitamos, siendo necesario despertar la conciencia de la sociedad venezolana en los vigentes temas ecológicos.

Poco a poco, los brigadistas ambientales en Venezuela se están convirtiendo en un exitoso grupo de guerreros y guerreras que no tienen miedo de trabajar en equipo, con muchas ganas y voluntad de ayudar a la Naturaleza, y demostrando que el pueblo organizado es capaz de aportar soluciones a la crisis ambiental que enfrenta el Mundo. En sinergia, la Misión Árbol recolectó 12 mil kilos de semillas en el 2014, para que el frondoso Araguaney y sus amigos orgánicos vuelvan a sonreír en cada parque, plaza y acera del país. Para tal fin, participaron más de 500 Brigadas Escolares Ecosocialistas, en la que los niños y adolescentes están oxigenando y alegrando el corazón de Gaia.

A su vez, la campaña “Soy Consciente, Consumo Eficiente” sigue enfatizando el mensaje conservacionista en Venezuela, fusionándose con la Corporación Nacional Eléctrica (Corpoelec), la Misión Luciérnaga y sus brigadistas ambientales, quienes se dedican a promover el uso de bombillas de bajo consumo en actividades planificadas casa por casa, y ya han instalado más de 8 millones de lámparas ahorradoras en todo el país. Actualmente, se edifica el proyecto de “Diseño e Implantación del Sistema Integrado de Gestión de Bombillos Ahorradores y Componentes Eléctricos y Electrónicos”, que se estimula con una planta de reciclaje en el estado Miranda y con siete centros de acopio regionales, en los que se pretende separar todos los componentes que integran el bombillo, con el propósito de reciclar y reutilizar sus elementos. Para lograrlo, las comunidades contribuirán con la entrega voluntaria de los bombillos que se encuentren fuera de uso, a través de contenedores específicos establecidos para desechar ese material peligroso, y los operadores de Corpoelec se encargarán de trasladarlos y manipularlos para su posterior reciclaje.

Queda claro que en Venezuela se están aplicando los correctivos necesarios para maximizar la Eficiencia Energética, y lograr el desarrollo ecológicamente sostenible y sustentable del país. Por ejemplo, en el 2014 no existieron tantos apagones o fallas repentinas en el servicio eléctrico, a comparación de la tendencia negativa de los últimos cinco años. Tal aseveración, demuestra el éxito de la Misión Eléctrica Venezuela que disminuyó en 221 MW la demanda nacional, gracias a diversas labores multidisciplinarias que abarcan la vigilancia, protección y defensa permanente de los centros de desarrollo hidroeléctrico, el mantenimiento preventivo y desmalezamiento en subestaciones y líneas de transmisión, la reparación de transformadores de potencia y la adecuación de sectores de baja tensión.

En conexo, la Fundación para el Desarrollo del Servicio Eléctrico (Fundelec) junto al programa “Sembrando Luz”, inauguraron dos sistemas híbridos (eólico-fotovoltaico) en la comunidad Cañada de Las González, ubicada en el páramo Los Conejos del estado Mérida. Nos encanta que la revolución socialista diversifique la matriz energética, y así sigamos con la tarea de emplear fuentes limpias y amigables con la Tierra. La posibilidad de que zonas rurales venezolanas tengan acceso gratuito a la electricidad, ayuda a mejorar la calidad de vida integral de sus habitantes, pues no sólo se refiere al alumbrado del pueblo, sino en la apertura del conocimiento que se geste en los salones de clases gracias a la red telemática Internet. Hasta la fecha, Fundelec ha instalado más de 3000 sistemas de energía renovables en los cuatro puntos cardinales del país, buscando la inclusión social por encima de la exclusión capitalista.

De igual manera, se creó el Cuerpo Civil de Guardaparques para que nuestras Áreas Verdes Protegidas no se queden enmudecidas por la destrucción ecológica que se fragua a cada instante y en cualquier espacio natural venezolano. Una vez más, se demuestra que el pueblo organizado es el único órgano capacitado para liderar la batalla conservacionista del país. Detrás de la minería ilegal, de la contaminación de los ríos con mercurio, del salvaje rustiqueo 4x4, de los incendios forestales, del comercio ilícito de fauna exótica y de la desertificación de los bosques por el narcotráfico, por los cultivos agrícolas y por el urbanismo, se halla un espacio territorial en el que las leyes ambientales no suponen una traba para los perversos delincuentes, siendo necesario el monitoreo constante de nuestras zonas ecológicas vulnerables, y evitar que se cometan terribles ecocidios en el país.

Esperamos que el Quinto Objetivo Histórico del Plan de la Patria continúe fortaleciéndose en la ecosocialista patria venezolana, y que los organismos públicos, la empresa privada y la ciudadanía en general, comprendan que el Medio Ambiente debe ser salvaguardado por toda la Sociedad criolla, sin que importe la raza, el credo o la ideología que pregone su gente. Nuestra virtuosa Pachamama solicita tu ayuda para curar las heridas del pasado y soñar con un futuro pacífico, conservacionista y revolucionario.

 



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Carlos Fermín

Licenciado en Comunicación Social, mención Periodismo Impreso, LUZ. Ekologia.com.ve es su cibermedio ecológico en la Web.

 carlosfermin123@hotmail.com      @ecocidios

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