Necesitamos Gobiernos de Calle Regionales que perciban las necesidades de las comunidades o perderemos las elecciones

No cabe duda que una de las acciones más contundentes del gobierno de Maduro ha sido establecer lo que se ha llamado “el Gobierno de Calle”. Aun cuando no ha sido formalmente definido, éste involucra el accionar de altos funcionarios de  gobierno en barriadas o sectores populares donde reside la población,  para censar—de algún modo--cuáles son las principales necesidades de esas comunidades.

Así hemos visto que vice presidentes, ministros, directores y otros funcionarios del gobierno nacional han recorrido extensas zonas y poblados del país. En un comienzo hasta se entregaban las listas de esas necesidades.

En la provincia, estas funciones de gobierno de calle tenían que ser asumidas por los gobernadores y alcaldes con sus equipos gubernamentales. Puede ser que por problemas de los medios comunicacionales, la información sobre este proceder no haya sido cubierta y por lo tanto el ciudadano común no la perciba. Si es así, ya hay un problema de los gobiernos regionales. Ellos debieran subsanar esas fallas de la política comunicacional regional o local.

En fin, el propósito es lo más valioso: Censar las necesidades de las comunidades, irrelevante si esto es luego transmitido al público nacional o no. Quizás cada uno de los estados, de los 23 del país, pudiera tener diferentes necesidades, dada sus distintas geografías, sus factores ecológicos , sus economías regionales, e incluso las diversas vías de transporte necesarias para llevar los productos a los destinatarios finales. Lo cierto es que ese gobierno de calle debe conocer las necesidades y lograr su solución al más corto plazo, y no está sucediendo así.

El caso del estado Mérida es claro. A decir de todo el mundo, las necesidades más apremiantes no pasan de ser más de cuatro rubros, que de ser resueltas se atenuarían las críticas cada vez más abiertas al gobierno nacional y regional, se apaciguarían los ánimos hoy tan enardecidos, y hasta se sustentaría una buena base política para enfrentar las elecciones parlamentarias de diciembre 2015.

Y cuáles son esas necesidades? La gente común de la calle, el estudiante, las amas de casa, los comerciantes, los albañiles, los campesinos de los páramos, todos las enumeran con facilidad:

  1. Resolver el problema del suministro de gas doméstico. Esta situación es grave pues afecta a la cocina diaria de los hogares y se convierte en un problema político a nivel del pueblo más necesitado, pues la reacción de las amas de casa es directa en señalar esta culpabilidad al gobierno de Maduro. En el estado existen varias empresas que manejan el suministro de gas y de las  bombonas. Unas son grandes empresas asociadas al capital especulativo del estado, mientras otras, más locales, tienen capital más restringido. PDVSA-Gas, Busgas, Mattera Gas, ARSUGAS, El Vigía Gas, son las empresas más conspicuas.  Problema principal: No hay gas para la venta a particulares!
  2. Resolver el problema del suministro de cemento en pacas.  La ausencia de este producto lleva ya más de dos años; para intentar arreglarlo se han involucrado a cooperativas y a consejos comunales que, al no poder resolver el problema central, pierden credibilidad política lo cual provoca un drenaje permanente de potenciales votantes chavistas. Cuando aparecen visos de ventas, se forman gigantescas reuniones de interesados, que para nada guardan orden de cola sino más bien intentan de hacer valer la costumbre del más fuerte.  En los estados vecinos, Táchira y Trujillo, existen plantas productoras de cemento, lo cual hace más factible su solución si existiera la convicción en los gobernantes que este es un problema clave para el deterioro o incremento de la masa de votantes. Problema principal: No hay venta de cemento en las cantidades necesarias ni con la frecuencia adecuada.
  3. Resolver el problema del suministro de leche en polvo y líquida. El impacto de este problema va directo a las madres lactantes o de niños pequeños, con la consecuencia política que ellas dejan nuestras filas y arrastran a sus maridos y otros parientes. Cuando aparece el producto se forman largas colas que son el fermento propicio para que la oposición destruya los conceptos cercanos al socialismo que pudiera tener nuestra gente. El estado Mérida era uno de los principales productores de leche, con una ganadería de altura que gozó de un prestigio por su valor genético y una alta producción de leche por animal; hubo una producción que satisfacía las necesidades regionales y colaboraba al suplemento de las raciones para el resto del país. Tampoco es por falta de infraestructura, ya que en el estado existen diversas plantas procesadoras de leche en polvo, como también las hay en la vecina zona del Sur del Lago. Cómo entonces es que ahora no hay leche? Si, incluso, Mérida fue muy favorecida en el Plan de Importación de Vientres Bovinos desde Uruguay, Argentina y Brasil, que le era tan caro al Presidente Chávez. Problema principal: No hay existencia de leche en polvo ni líquida en las tiendas ni supermercados.
  4. Resolver el problema del suministro de productos de aseo personal y doméstico. Seguramente este problema es el más visible como resultado de una guerra económica a nuestro estado y al país. Las transnacionales nos han estudiado sociológicamente de manera repetida y saben de nuestro comportamiento acerca de la higiene personal y de las costumbres de maquillaje y similares en el componente femenino, y por eso atacan por ese flanco. Es un ataque científicamente avalado. Nos guste o no, lo consideremos vital o no, estas ausencias determinan un deterioro del voto femenino que es proporcional a la falta de estos productos de aseo. La reciente nacionalización de una industria del cloro y el replanteamiento de su producción, y una importación masiva, como política de choque para quebrar los intereses de las transnacionales, serían base para su solución. Problema principal: No hay existencia de productos de aseo personal y doméstico, agravando los pronósticos electorales.

Si apreciamos esta lista de problemas veremos que ellos son pocos, apenas cuatro, pero son claves para el bienestar de la población y, más importante aún, son clave para el futuro político de cada uno de los estados y del país. Salvo el caso del cemento, los demás son problemas sentidos en primer grado por las mujeres, madres y amas de casa, y allí está el germen de apoyo o no a la revolución chavista. O ya no estamos trabajando en esa dirección?

 Necesitamos tener gobernantes de calle que sean capaces de captar de manera rápida y con seriedad las necesidades de la población. Es justamente acá donde nuestros gobernantes nacionales y regionales deben comportarse como estrategas y resolver eficientemente las situaciones negativas. Bolívar fue estratega guerrero pues era su función a ese momento, y cómo lo admiramos! Chávez fue un estratega político y como lo admiramos! Maduro y sus gobernadores deben ser estrategas económicos para que podamos admirarlos! Si luego fuese posible resolver esos problemas, como en el caso de los cuatro puntos enumerados para el estado Mérida, daríamos satisfacción a las comunidades y un respiro para nuestros políticos.

 Enfrentemos las necesidades principales censadas en cada estado y dediquémonos a resolverlas, a darles solución, para que el pueblo vuelva a ver en este gobierno la esperanza de una vida mejor. O arreglamos los problemas o perderemos las elecciones. El gobierno de calle lo decidirá.

Jaime.pefaur@gmail.com

Profesor Titular, Universidad de Los Andes, Mérida



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