Un intento de réplica dirigida al Sr. Diego Silva Silva

Mozart subversivo

Estimado Sr. Diego Silva Silva

Reciba ante todo un respetuoso saludo. A través de esta breve y simple comunicación quisiera compartir con usted algunas ideas e inquietudes surgidas a partir de la lectura de algunos de sus artículos en los cuales usted plantea una serie de severas críticas y denuncias con relación al Sistema Nacional de Orquestas Infantiles y Juveniles de Venezuela.

A este propósito me gustaría destacar dos aspectos que me llamaron poderosamente la atención en sus escritos. El primero de ellos es el hecho de que usted haya tomado como referencia a un especialista inglés. Se trata del musicólogo Geoff Baker, el cual es miembro del Department of Music. Royal Holloway, University of London. Este especialista estaría organizando con otros “académicos” una conferencia de un solo día en Londres el 24 de abril, 2015 titulado: “El Sistema and the Alternatives: Social Action through Music in Critical Perspective". Dicho evento tendrá lugar en el Senate House, Universidad de Londres.

Disculpe mi ignorancia y mi pobre capacidad analítica, pero me llama la atención que alguien que acompañó con su guitarra a interpretes comprometidos con la canción necesaria como Ali Primera y Gloria Martin, tome como referente a un intelectual inglés que se ha dado a la tarea de escribir libros y promover eventos para mal poner un proyecto musical y cultural venezolano.

Ahora bien quiero aclarar que el problema no reside en el hecho de que el señor Baker sea extranjero, sino que se trata de alguien que está atacando un proyecto de nuestro país. Porque le guste o no mi estimado Sr. Silva el Sistema es un proyecto venezolano, creado por un venezolano y está integrado por miles de niños y jóvenes venezolanos (independientemente de si son o no “sifrinos”, tal como dice una dama referida en uno de sus artículos).

Pero lo peor no es que un especialista foráneo se dedique a vituperar y desprestigiar un proyecto cultural que ha sido reconocido mundialmente por su calidad y excelencia; lo más lamentable es que sea un venezolano y músico además el que se ufane –o al menos es la impresión que generan sus textos- al criticar esta iniciativa. Porque el Sistema, con sus virtudes y defectos –como todas las creaciones humanas- es una especie de luz para todos los venezolanos (independientemente de su tendencia política) en medio de tantas vicisitudes.

En su artículo titulado Libro crítico sobre Abreu (USA): debates en Londres; abusos e irregularidades ¿y aquí? ¿se censurará la crítica? publicado el Viernes, 21/11/2014 04:12 PM, usted llega incluso a justificar la acción (ataque) de este “maestro” de la música al afirmar (subrayado): Para los recalcitrantes defensores de El Sistema en Venezuela, es bueno precisar que el Doctor Baker está en su derecho de hacer esta investigación ya que se ha anunciado en varias oportunidades la promoción de El Sistema en su país, de modo que lejos de atacar el nuestro, está preocupado por la niñez del suyo”.

Además realiza toda una apología de la Academia de Inglaterra cuando expresa:

Mientras la Academia en Inglaterra promociona el debate abierto, sin fijar posición, y los medios de ese país cubren las voces que cuestionan la corporación de orquestas, a pesar de los grandes intereses económicos y financieros que están en juego, en Venezuela se ejerce una censura férrea, para evitar lo inevitable...desenmascarar el sistema. Hay en el país una cadena de asuntos bochornosos relacionados con la crítica y las denuncias contra este mega-proyecto: amenazan, persiguen (llaman la atención a quienes cuelgan en facebook escritos o artículos críticos) ¿Cuándo podrán hablar?”.

Resulta curioso este análisis sobre las bondades del sistema académico de un país en el que la privatización de la educación ha dejado a miles de jóvenes sin la posibilidad de estudiar. Curioso, muy curioso.

El segundo aspecto al que quisiera hacer referencia tiene que ver con la presencia de una especie de contradicción en su discurso. Para ello parto de su último artículo titulado ¿Música burguesa?... ¿qué barbaridad es esa? ¿hay entonces música proletaria? publicado el viernes, 05/12/2014. Un artículo muy interesante y de una gran complejidad. En dicho artículo usted explica que la música es una construcción social, incapaz de representarse a sí misma. Así en cuanto bien cultural perteneciente al ámbito de lo simbólico, la música puede tomar diferentes significaciones. Lo que usted define como “resemantización de los signos y símbolos”. En este sentido, usted afirma:

Estamos entonces ante lo que los estudiosos de la semiótica llaman "conducta simbólica", o más recientemente (Reyner-Byron) "conductas permeadas por signos", en donde en el caso de la música, los mismos sonidos de que se sirve una cultura o un contingente humano (con sus cargas y asociaciones simbólicas y filosóficas), pueden servir a los intereses de quienes les adversen, cuando le es cambiada parte de su intencionalidad asociada a la simbología (lo que hicieron nuestros autores de Canciones Patrióticas Sinfónico Corales en el siglo XIX con Rossini), esto es lo que la antropología revolucionaria llama resemantización del objeto cultural ajeno…”

A propósito de este fenómeno de la resemantización de los signos y símbolos, usted ofrece una serie de ejemplos bien interesantes. Es el caso de la cancioncilla Yankee Doodle, la cual fue creada por un británico colonialista y que pasó a ser una especie de himno para los independentistas norteamericanos. Otro caso es el de la célebre Marsellesa, de origen aristocrático, la cual se convirtió en el canto a la Revolución por excelencia. Sobre esta última usted se pregunta: “¿Era la Marsellesa entonces una representación de la música burguesa por ser esta la clase social a quienes representaba?...o era la resemantización de un ethos sonoro que habían compartido aristócratas y burgueses durante casi 650 años de historia en esa cultura de Europa central”.

En pocas palabras usted dice que el arte no puede considerarse burgués o cualquier otra cosa. Por ser un bien cultural está sujeto a los procesos sociales y a la significación que le demos los seres humanos. Entonces, ¿por qué acusar al Maestro Abreu y a su proyecto de ser neocolonialista al favorecer la música europea? A fin de cuentas, esta música podría asumir otra significación.

Veamos lo que usted explica al respecto en su artículo Libro crítico sobre Abreu (USA): debates en Londres; abusos e irregularidades ¿y aquí? ¿se censurará la crítica? publicado en Aporrea el viernes, 21/11/2014: Esto coincide con los análisis que hemos venido publicando en este portal aporrea.org: la corporación de orquestas de Abreu en nada contribuye a la creación de nuevos códigos y formas culturales, son una repetición al calco de la heredad colonial...de modo que devienen en instrumento de la neo-colonización. Según su artículo, Abreu lejos de contribuir a la creación de nuevas formas y valores sociales que respondan a las exigencias de la compleja coyuntura actual de nuestro país; favorece, por el contrario, el proceso de neo-colonización mediante la imitación de modelos foráneos.

Su crítica deviene aún más implacable en su artículo titulado Presidente: Abreu de nuevo en Miraflores...¿más recursos?¿está preocupado?...y a nos-otros...¿nos recibiría?, publicado en Aporrea el miércoles 26/11/2014, en el cual usted expresa lo siguiente: “El Jueves 25 de enero, nos llevamos la gran sorpresa de que el Doctor Abreu había visitado el Centro de la Diversidad Cultural? se hizo fotografiar con la autoridad mayor de la cofradía de los Diablos Danzantes (recientemente declarados Patrimonio Intangible de la Humanidad) e hizo declaraciones sobre lo que él, desde su pedestal eurocentrista, cree que es la música indígena. Pobres diablos (de Yare), tan cercas de Abreu (ayer)?”. Creo que lo más me impacta en este texto no es ni siquiera la insistencia que usted hace en la condición pro-europea y colonialista del director de orquesta, sino la expresión “Pobres diablos (de Yare)”. Haciendo alusión a los cultores de los Diablos Danzantes del Yare, quienes compartieron con el Sr. Abreu luego de la declaración de los Diablos como Patrimonio Intangible de la Humanidad. No quisiera pensar que fue esa su intención, pero lamentablemente esta frase pareciera más bien una expresión de compasión y de lastima hacia los más desventurados.

Ahora más allá de consideraciones morales, humanas o hasta psicológicas, lo que llama la atención es esta calificación de neocolonialista del Sistema de Abreu al promover la enseñanza y la práctica de la música clásica occidental. Pareciera que el proceso de resemantización de la música que usted explica de forma tan magistral no se aplica en este caso. Por otra parte, si bien usted considera que el maestro Abreu contribuye a reforzar la colonización del pueblo venezolano a través de la música europea, de alguna manera usted estaría asumiendo que se trata de una música de naturaleza colonialista, europocéntrica.

Me pregunto, ¿si no habría posibilidad de considerar la acción musical del Maestro Abreu como una acción, una música con otra significación, más allá de la europocéntrica? Por otra parte, ¿qué nos impide definir el Sistema como un proyecto liberador? ¿Por qué no considerar a Mozart y a la música clásica como un ejemplo de subversión? Después de todo cada uno de estos músicos dio lugar a cambios y en ocasiones a verdaderas revoluciones en la historia de la música. Sobre este tema usted sabe sin duda alguna, mucho más que yo, dada su importante trayectoria en el ámbito de la música y del arte.

Considero también, desde mi humilde perspectiva que el hecho mismo de favorecer en nuestros jóvenes y niños el conocimiento y disfrute de la música clásica, deviene casi un milagro en una época que como la actual, está plagada por doquier de música de mala calidad, a la que resultaría difícil el solo hecho de catalogarla de música.

Finalmente, me gustaría expresar que más allá del maestro Abreu, está su obra. Y este Sistema nos guste o no, ha ocasionado y está ocasionando grandes cambios no solo en la vida de estos niños y jóvenes, sino de su entorno vital, social, humano. Si la música es una entidad o no, ya es un tema que pertenece al dominio de lo ontológico (Ser). Yo tengo mis ideas al respecto que con mucho gusto podríamos discutir en otro momento. En todo caso y asumiendo su propuesta, es innegable que la música en tanto bien cultural es un hecho que incide en el desarrollo y la transformación del individuo y de su contexto. He aquí la trascendencia del Sistema.

En medio de tanto sufrimiento en el mundo, tanta angustia en nuestro país no veo la necesidad de dedicarse a criticar y tratar de desmontar una iniciativa tan interesante como el Sistema de Orquestas. Creo que sería mucho más constructivo que personas con su experiencia y conocimiento contribuyan más bien al mejoramiento de proyectos como éste, o mejor aún propongan y desarrollen otras iniciativas culturales y artísticas.
 

*Ciudadana de la República Bolivariana de Venezuela

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Libro crítico sobre Abreu (USA): debates en Londres; abusos e irregularidades ¿y aquí? ¿se censurará la crítica? http://www.aporrea.org/actualidad/a198727.html

¿Música burguesa?... ¿qué barbaridad es esa? ¿hay entonces música proletaria? http://www.aporrea.org/actualidad/a199362.html

Presidente: Abreu de nuevo en Miraflores... ¿más recursos?¿está preocupado?...y a nos-otros...¿nos recibiría?http://www.aporrea.org/actualidad/a198884.html

 

P.D: Es importante que tengamos claro dónde está el enemigo. En ocasiones ese enemigo reposa en lo más profundo de nuestro ser. De allí el éxito del Sistema dominante, o lo que el filósofo francés Félix Guattari llama el CMI (Capitalismo Mundial Integrado).

 

uracoa282004@yahoo

 



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